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Manipulación y polarización

En las presentes notas intento resumir algunas observaciones que ya he hecho en torno al tema de las élites globales y la manipulación que se da en el ámbito mediático y de las redes sociales con la intención esta manipulación de que dichas élites puedan hacer efectivas sus agendas. Las notas las presento a modo de prontuario puesto que pienso que es una manera más efectiva de hacer claros todos estos conceptos.

No. 1. Los poderes fácticos, grupos oligárquicos y las élites mundiales viven de separarnos a través de explotar las diferencias naturales que hay entre nosotros. Para ello, obviamente, es necesario manipularnos y polarizarnos socialmente.

No. 2. Pero, ¿por qué es necesario manipularnos y fracturarnos socialmente? Porque, de otra manera, si en lugar de fragmentados, la sociedad se mantuviese unida, entonces, en vez de que prosperasen los dos o tres intentos preexistentes que buscan hacer prevalecer las élites como sus puntos de vista, nos uniríamos en contra de estas y, simplemente, les quitaríamos el poder. Es decir, lo perderían.

No. 3. Sin embargo, para que podamos luchar unidos, es menester, primero, darnos cuenta de que nos están explotando y, segundo, advertir que estamos desunidos.

No. 4. Ahora bien, puesto que entre muchos de sus propósitos figura el que no estemos unidos, el alienarnos es uno de sus propósitos fundamentales, puesto que, alienados, no nos daremos cuenta ni de que no estamos unidos ni de que nos explotan.

No. 5. ¿Y qué mejor manera de alienarnos, por cierto, que hacer de la desunión y la polarización la estrategia común a la que acuden para fragmentarnos? Una estrategia que inconscientemente los seres humanos buscan, puesto que es parte de nuestra herencia milenaria el hecho que busquemos la confrontación al descender directamente de tribus. Es decir, a los seres humanos nos es necesaria la polarización y la lucha y por eso funcionan tan bien este tipo de estratagemas.

No. 6. Me explico. Dado que la masificación de la información a través de las nuevas tecnologías hace casi imposible que los actuales seres humanos no se den cuenta del grado de descomposición que hay en el sistema actual, es imposible que las élites sigan manipulándonos por la vía de la ignorancia apostando a la desinformación; por tanto, lo que les queda, en este caso para controlarnos, es explotar el hecho de que ya hay seres humanos que se han dado cuenta del presente engaño —puesto que este sistema nos lleva directamente a la deshumanización—, para seguir controlándonos. ¿Pero cómo lo logran? Lo logran contrapunteando a quienes ya se dieron cuenta de todo este montaje, contra quienes, inconscientemente, rechazan cualquier cambio posible o cualquier tentativa de cambio (o quienes, en general, rechazan cualquier cambio de dirección), y, para hacerlo, no hay más que tomar el discurso de aquellos que ya son conscientes de la situación, masificarlo y generar una polarización constante entre los dos bandos; aunque, por supuesto, cabe pensar que hay mucho más de dos bandos en juego. Grosso modo, yo solo los caracterizo así con el simple afán de simplificar, pero es de esperarse que haya otras formas posibles y abigarradas aun (formas mixtas), de congregarse políticamente. Por cierto, para polarizarnos usan técnicas tanto conductuales, de estímulo-respuesta, como teorías y conceptos de psicología profunda.

No. 7. Ahora bien, ¿por qué he entendido esto? Lo he podido entender gracias al acoso que he sufrido y al plagio de mis escritos; más específicamente, he podido entender que el negocio de las élites en México es que estemos polarizados, ya sea, por un lado, incitando el fanatismo de los sectores de derecha y sectores conservadores o, por el otro, promoviendo la indignación entre la izquierda a través de una simple técnica: seguir sacudiendo a sus militantes emocionalmente.

No. 8. Una vez que a la izquierda le han llegado al corazón, la izquierda ya no piensa y, si la izquierda ya no analiza, es fácil manipularla; esta es, a propósito, una de las formas más eficientes que han utilizado hasta ahora las élites para desmembrar a la izquierda. Por tanto, es importante que la izquierda siga pensando.

No. 9. En términos súper honestos, cabría decir incluso que la izquierda no existe ni ha existido jamás más que como proyecto; la izquierda es una utopía que ha sido construida por diversos pensadores, poetas, hombres de conocimiento, que han soñado con un mundo mejor, un mundo menos deshumanizado, en el que los hombres puedan vivir dignamente, sin necesidad de explotar a nadie más, con el fin de emanciparnos… pero en la praxis no ha sido implementada como tal por la sencilla razón de que todo estado o nación socialista que ha existido hasta ahora sobre la faz de la tierra lo ha hecho en el marco de una sociedad capitalista. Es decir, todos los intentos por instaurar un gobierno de izquierda sobre la tierra han sido hasta el momento fallidos.

No. 10. Para entender esto, el quid radica en reflexionar lo siguiente: todos los gobiernos socialistas que han existido hasta ahora, ya sean socialdemócratas o de cualquier otra índole, han existido al interior de una sociedad mundial cuyo sistema económico es de corte capitalista. Ningún gobierno capitalista, en cambio, ha existido al interior de un gobierno mundial socialista. Lo que aquí se tiene que entender es que el capitalismo lleva indefectiblemente a la mundialización o, como la llaman ahora, globalización, y por tal razón la sociedad de naciones se ciñe y trabaja exclusivamente de acuerdo a los lineamientos de esta mundialización y obstaculiza de manera deliberada —en contraparte— el menor atisbo de prosperidad que pueda surgir para cualquier gobierno de izquierda o gobierno no capitalista; ergo, dicha sociedad rechaza por definición cualquier cosa que se oponga a ella. Por lo tanto, cabe decir que desde el surgimiento mismo del capitalismo, no ha imperado otro sistema que no sea el capitalismo mismo.

No. 11. Dicho esto, ¿cabe esperar que un régimen de gobierno socialista en una aldea global capitalista tenga éxito? La respuesta es no y lo que hemos tenido hasta ahora solo han sido simples socialdemocracias.

Obvio, es diez mil veces mejor tener esas socialdemocracias que no tenerlas. Por supuesto, el hecho de tenerlas no significa nada y por ello es necesario involucrarnos de forma participativa para conservarlas. La existencia de un determinado gobierno en apariencia efectivo, no garantiza nada si no hay una transformación correspondiente a nivel de los individuos para trabajar en aras de la vida pública y de nuestras polis.

No. 12. Existen diferencias naturales en una sociedad, esas diferencias son aprovechadas por los poderes fácticos para impulsar sus agendas y llevar a cabo las reformas necesarias para instaurarlas a un nivel político. Por un lado, se perfilan estos grupos de poder con sus deseos económicos y, por el otro, crean ellos mismos las condiciones necesarias y suficientes (léase, el clima político) para que puedan implementarse sus directivas económicas; a estas directivas económicas los politólogos suelen llamarlas agendas, ¿por qué?, aunque suena trillado dicho adjetivo, pienso que no es un nombre desechable en lo absoluto. No es gratuito que se le llama agenda a un prontuario o programa de gobierno que contiene un conjunto de directivas que deben seguir quienes se suscriben a dicha agenda, el cual se basa en principios y fundamentos. Estas directivas fundan un paradigma. Las agendas políticas, entonces, instauran un deber ser —no necesariamente basado en una ética racional— cuyo enunciado engloba y guía los principios que deben seguir sus suscriptores a fin de consolidar al paradigma. Ahora bien, en el caso particular de los grupos económicos actuales, el paradigma es muy simple: el de la globalización de la economía con la consiguiente implementación de los cambios tecnológicos que ello implica —porque la globalización así lo demanda—, puesto que la globalización ha creado un nuevo prototipo tecnocientífico que sigue fortaleciéndola y que exige de ella un programa más nocivo cada vez contra la población. Aquí el quid de todo radica en entender que estamos en los albores de la 4ta. revolución industrial y que esta 4ta. revolución industrial significa ganancias económicas para quienes están impulsándola. El paso al clean energy, por ejemplo, no es gratuito ni tampoco es altruista, es egoísta en realidad.

No. 13. Por otra parte, paralelamente a las agendas globales, existen agendas individuales de sujetos oportunistas que aprovechan la debacle para obtener ganancias personales a costas del bienestar social. Por eso es tan difícil que un proyecto político, el que sea, prospere a plenitud.

No. 14. Ahora bien, para que este programa y esta globalización funcionen una condición es necesaria: polarizar los sectores sociales y, más concretamente, llevar a cabo la instrumentalización de la izquierda al servicio de esa polarización. Particularmente, el arma más preciada a este respecto para las élites para poder llevar a cabo su proyecto es el feminismo. No porque el feminismo contenga ideas esencialmente nocivas —en realidad, es una agenda insulsa con contenidos demodé—, sino porque lo utilizan como una herramienta para el golpe blando y para fabricar el neogolpismo.

No. 15. El feminismo, desde esta perspectiva, tendría como única función el oponerse a los gobiernos que no estén ciñéndose puntualmente al nuevo paradigma global y apoyar o legitimar a aquellos que sí lo hacen. El feminismo, por otra parte, ha infiltrado tanto a sectores de derecha más o menos decentes, los cuales, a pesar de aceptar el liberalismo, no aceptan el pillaje, como a sectores de izquierda, que, comprometidos tradicionalmente con la defensa de los derechos de los desprotegidos, suscriben sin chistar la agenda feminista.

No. 16. En este sentido —es necesario que lo entendamos—, la izquierda, como tal, no existe. Solo existe como aspiración, pero no existe como proyecto económico por la sencilla y simple razón de que no es posible su instrumentación en una sociedad capitalista como tal, y, por otra parte, porque no existe como proyecto político puesto toda vez que ha habido un intento legítimo por instaurar un programa de izquierda en algún país, este intento ha sido borrado de la faz de la tierra de forma automática (como en el caso específico del bolivarianismo de Hugo Chávez o de la vía chilena al socialismo intentada por Allende) o ha sido intervenido para imposibilitar el desarrollo de cualquiera de las naciones que intentan implementarlo. El caso de Cuba es en este aspecto un caso paradigmático y representa la excepción que confirma la regla. El odio a la revolución cubana no es para nada circunstancial. Otros ejemplos que cabría destacar son el peronismo en Argentina, por un lado, o cualquier movimiento nacionalista en Latinoamérica, por el otro, pero como siempre, y como ya hemos señalado, esos proyectos terminan siempre por irse a pique puesto que siempre han persistido en medio de una economía de mercado o economía global capitalista.

No. 17. Ahora bien, en el caso particular de México, a nivel de los vecindarios mediáticos y los entornos culturales, la izquierda está totalmente cooptada y la titularidad de la misma está en manos de personas que trabajan directamente para intereses extranjeros, por conspirativo que pueda sonar y aun cuando en sus bases haya personas honestas y bienintencionadas (y, en lo particular, no solo suena conspiranoico, sino que me entristece pensar que un sector importante de la militancia en Morena con base en periódicos de prestigio (analistas, escritores, caricaturistas, periodistas, figuras públicas, etcétera) trabajen directamente para intereses extranjeros y para impedir el desarrollo de México a nivel intelectual, cultural, tecnológico y social). Aquí es importante puntualizar que no siempre la izquierda se da cuenta de este utilitarismo y que muchas veces miembros de la izquierda son agentes involuntarios de este tipo de encomiendas. Sin embargo, también es obvio que 1) Muchas veces sí hay conciencia de este utilitarismo y del hecho de que la izquierda está infiltrada y 2) Y como ya había señalado en posts pasados, la mayoría de las veces es difícil dilucidar cuáles son las intenciones más recónditas de una persona y resulta, por tanto, cuasi imposible, apoyar un movimiento de masas sin oponer suspicacias. Las suspicacias son necesarias, de hecho. Finalmente, es importante decir y subrayar —casi enfatizar— que también hay personas valiosas dentro de Morena y al interior de La Jornada por la simple razón de que ignoran lo que está pasando. Una aclaración que sería obvia. No obstante, es importante empezar aprender a identificarlos. Respecto a este punto, debo añadir que siempre he simpatizado abiertamente con un proyecto de izquierdas. Sin embargo, como ye he dicho, eso no me hace ciega a la forma en que la izquierda está siendo infiltrada y controlada desde el exterior.

No. 18. En resumen, las élites no quieren que la gente desarrolle un pensamiento analítico —las élites no lo soportan— porque eso significaría la emancipación de nuestros pueblos y nuestras naciones y, sobre todo, porque ello significaría la liberación de la dictadura económica que han impuesto por décadas. Ellos no desean que la gente sepa lo que está ocurriendo, ni que pueda separar sus necesidades emocionales de la capacidad analítica que se necesita para entender que el mundo se está desmoronando, porque sin esa separación la manipulación sería mucho más difícil. Solo buscan que la gente reaccione o que la gente viva enajenada, pegada al fútbol y las telenovelas (o sus correlatos actuales) para que simple y sencillamente no se den cuenta del gran engaño en el que vivimos y, más importante, para que no se den cuenta del atraco constante y continuado del que somos objeto, en el cual, y por medio del cual nos es extraída toda nuestra vida para fungir como eternos aplaudidores de uno u otro modelo, de una u otra iniciativa. Por no mencionar, que somos quienes generamos la riqueza y somos los últimos en recibirla. Y, más recientemente, buscan vernos polarizados. Hechos, por cierto, que no desrresponsabilizan a las personas de sus deberes cívicos ni políticos y por lo cual no es posible culpar únicamente a las élites de lo que está ocurriendo.

No. 19. Si leen todo lo que he denunciado a través de este blog y de mi blog en medium respecto al acoso, y analizan cómo se comportan las redes sociales y cómo se desenvuelven las dinámicas sociales en dichos espacios (especialmente Twitter, la red favorita de los oligarcas y la más peligrosa), descubrirán que todo está montado, que no hay dispositivo social que allí ocurra que ocurra de manera natural o espontánea y que quienes participan en las redes con más popularidad (creada con bots y apelando al cerebro límbico de las personas) son agentes de la agenda de las élites y dichos agentes se aglutinan tanto en la izquierda como en la derecha, por molesto que esto pueda parecer a nuestro entendimiento, o conspirativo, para consumar su agenda. Todos estos “combates”, “persecuciones” que se publican allí son hechos previamente planificados.

No. 20. Ahora bien, la agenda de las élites no es neutral y requiere de monaguillos para instaurarla. Tales monaguillos no solo son necesarios como actores naturales en la derecha, son también necesarios como actores políticos que trabajan a la luz del día para la izquierda pero que en realidad sirven para las élites. Hay mucha gente en Morena y La Jornada, desafortunadamente, que no tienen otra misión que esquilmar a las personas, dañar a México e impedir un cambio verdadero en nuestro país. Solo están allí para obstaculizar nuestro desarrollo, no es otro su fin por mucho que, de cara a las personas, parezcan genuinos promotores de una agenda de izquierda. No lo son, son promotores de la agenda de las élites. Lo único que están haciendo —su única tarea— es canalizar el descontento social y dirigir al ganado. Capitalizar el rencor que naturalmente existe entre los oprimidos en contra de los oprimidos mismos (aunque parezca lo contrario) en favor de las élites y sus intereses. Esto, personalmente, me entristece muchísimo porque me reconozco abiertamente simpatizante del proyecto político de Andrés Manuel López Obrador, el cual ha cristalizado a través de Morena, sin embargo, el hecho de que yo reconozca la honradez y la honestidad del actual primer mandatario de nuestro país y el hecho de que reconozca la viabilidad de su proyecto, no significa que no me dé cuenta de lo que está pasando y no reconozca hasta qué punto el proyecto Morena y mucha de la gente alrededor de él, está manipulada por las élites. Por el punto 19 es que es ostensible para mí este hecho.

No. 21. ¿Y cuál es el blanco de las élites en estos momentos? El blanco es el populismo de izquierdas como el de derechas, el nacionalismo y el socialismo. Es decir, cualquier cosa que no signifique la articulación del estado mínimo y su reducción. De hecho, ya he tratado estos temas en otros momentos y los puedes consultar aquí, aquí o aquí.

Para finalizar, lo único que les puedo decir es que procuren no tomarse tan en serio las riñas que se suceden en las redes, ya que todo ello es un show escenificado cuyo único fin es dañar a México y a otras economías nacionales. Es en esta tónica que es muy importante entender que hay una estrategia de polarización para México que viene de alguna parte del exterior y hay mucho dinero invertido para hacerla efectiva. En el ínterin, muchas cosas están pasando para que la gente no se dé cuenta de este hecho. Sin embargo, tarde o temprano se hace manifiesto que la gente termina por darse cuenta de lo que está ocurriendo y es capaz de dilucidar que hay un elemento desestabilizador en México, —o más, en realidad—, más o menos permanente a lo largo de todo lo que está ocurriendo en la vida pública de nuestro país. La gente es inteligente, mucho más inteligente de lo que le gustaría a los líderes mundiales, y las élites deben constantemente cambiar de estrategia de acuerdo a las respuestas que emitan las mayorías. Por eso las ideas son importantes, como lo he dicho un sinnúmero de veces, pues nos permiten contrastar la realidad de lo que acontece en nuestro día a día contra lo que los medios nos dicen acerca de esta realidad. De allí que sea importante, no solamente alzar la voz y hacer notar que esta manipulación y esta alienación están ocurriendo, sino mostrar caminos para liberarse de las mismas. El camino más mediato, sin duda alguna, son las ideas y de allí que resulte radical para nosotros no abandonarlas nunca y no dejar de señalar a los perpetradores de este cuantioso engaño. Pero, más importante: poder liberarnos de este hospicio de servidumbre siempre que seamos capaces de hacerlo acudiendo al pensamiento. La invitación, entonces, con este escrito, es hacer de la reflexión uno de nuestros estandartes más cotidianos y no abandonar nunca nuestro derecho a disentir de las decisiones de un colectivo que se aparece como fantasma.

28 de mayo de 2021

Persuasión, Manipulación y Poder. Marketing y Medios de Comunicación.

Cosas que deberían ser consideradas crímenes de lesa humanidad y no lo son

Cosas que deberían ser consideradas crímenes de lesa humanidad y no lo son:
*Propagación de fake news o noticias falsas.
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*Inducir en la opinión pública creencias engañosas a través de mentiras.
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*Permitir que alguien abuse psicológicamente de un tercero en un centro laboral, en un centro educativo o en cualquier otro centro de cualquier otra índole.
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*El bullying, el acoso escolar, el acoso laboral y el mobbing.
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*El acoso cibernético o ciberbullying.
*El plagio, la implantación de personalidad, la creación ficticia de perfiles falsos en Internet para apropiarse de la propiedad intelectual de otras personas y otros delitos informáticos similares.
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*Hackear y espiar cibernéticamente a alguien.
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*El acoso selectivo en redes sociales volcando sobre un individuo focalizado tandas industriales de odio sin razón alguna, por el puro afán de fastidiarlo, a lo cual habría que denominar sin pelos en la lengua, con el mote de “crímenes de odio”.
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*La creación de posverdades, sin sustento alguno, en donde puede probarse el uso de marketing y el contrato de empresas informáticas, como en el caso de Cambridge Analytical, con el propósito de impulsar candidaturas políticas, manchar y lacerar la imagen de algún político en particular y crear en general un clima de animadversión política y descalificaciones.
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*Los chismes, las difamaciones, las calumnias con fines políticos, cuyas consecuencias podrían impactar en forma onerosa en una nación, una economía entera o un grupo social mayoritario.
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*Maltratar a cualquier animalito o hacer cualquier cosa que ponga en riesgo su integridad física. Las personas que agreden físicamente a un animal deben ser directamente entambadas a los entramados de una cárcel. El maltrato animal es un predictor y un indicador de psicopatía y una persona que ha maltratado a un animalito puede fácilmente agredir a cualquier persona o cometer cualquier otro delito. Además, en sí mismo, el maltrato a los animales es una crueldad desmedida que debe castigarse sin clemencia.

Una sociedad que ama y cuida a sus animales tiene un buen chance de ser una sociedad más cooperativa, o de convertirse en una sociedad más empática y compasiva con su entorno, que puede generar mayor bienestar, en todos aspectos, para sus miembros, de lo que podría serlo una sociedad que es cruel, indiferente y poco compasiva con los animales.

El que todas estas conductas no estén sancionadas en nuestros códigos legales, deja un margen para el abuso, la mentira, la manipulación, y en última instancia la violencia. Los verdaderos actos violentos que nuestra sociedad comete, no son, como nos imaginamos —aunque sí lo son por supuesto—, los que nos retrotraen a la imagen de una bomba atómica cernida sobre un campo en algún desierto, ni son tampoco los atropellos de los abusos policiales que encarcelan a inocentes y mandan a presos políticos a cámaras de torturas, los verdaderos actos violentos son los que ocurren antes de que toda esta violencia ocurra y en realidad son la antesala de esta. Por ejemplo, el cabildear en una cámara legislativa en donde se permiten y deslizan maledicencias, se ejerce tráfico de influencias, los poderosos tienen lobbies a su favor que representan sus intereses de modo que se aprueban leyes que los favorecen y un largo, larguísimo etcétera, es lo que da pie a toda esta violencia venidera, es decir, a la violencia posterior a estos actos “civilizatorios” en donde la conducta humana —la mentira, la envidia, la manipulación y la capacidad de persuadir a alguien de manera sutil— es lo que verdaderamente desata la otra violencia, la violencia defensiva que solo se defiende para preservar la vida. Para que haya un grupo paramilitar reprimiendo y asesinando a luchadores sociales porque se oponen a la construcción de una represa que les cortará el acceso a ciertos recursos, tiene que haber antes un marco legislativo que dio pie a la construcción de dicha presa y asentó sobre su constructor derechos de propiedad. Para que una bomba se pueda lanzar sobre un cierto poblado para asesinar a miles, tuvo que haber previamente un grupo cabildero, que consigue patrocinadores en el congreso, que ayudará a financiar los trabajos de fisión nuclear necesarios para construir dicha bomba. Los medios de comunicación hegemónicos también ejercen control supremo sobre las personas, influyen en sus creencias y, en sus decisiones, a través de su maquinaria propagandística, pueden llevar a alguien a cambiar de opinión y tomar una resolución que a priori no estaba allí ni se hallaba en su imaginario. Los medios de comunicación también tienen la capacidad de manchar la imagen de una persona y perforar en ella, modelar una idea preconcebida y esculpir una faz de una persona de cara a la opinión pública, que en realidad poco tiene que ver con su verdadera naturaleza. Los medios manipulan y editorializan las palabras y las opiniones de las personas y son capaces de influir en la percepción que tenemos de las cosas, de una figura pública o de un acontecimiento en general. Los medios también utilizan su inmenso poder para influir en nuestras opiniones y llevarnos a adoptar creencias claramente erróneas y nocivas muchas veces. Los medios no tienen escrúpulos en cuanto a los fines que persiguen y muchas veces usan la mentira, el odio y las difamaciones como los medios más eficaces con los cuales alcanzar sus objetivos de manera más inmediata. Los medios mismos, además, legitiman este sistema mismo de creencias, ejerciendo presión psicológica sobre las personas para colocar su propaganda y muy pocas veces difunden información veraz cuando se trata de asuntos políticos. Los medios en general son una herramienta de nuestros sistemas de dominación.

Hemos hablado sobremanera de la violencia considerada como un acto barbárico y en nuestra cabeza asociamos tales actos con imágenes en donde prevalece el abuso físico, pero hemos hablado poco de nuestros vicios y muchas veces, incluso, nos cansamos en escribir grandes mamotretos para presentarlos como si fueran virtudes. Pero todas esas virtudes o vicios que constituyen a la especie humana y que hacen de nosotros seres supuestamente racionales y civilizados con un grado de refinamiento único, en realidad nos colocan muy por debajo de lo que nos sitúa nuestra capacidad para idealizarnos, y forman parte de nuestras mezquindades más arraigadas. Esas mezquindades son también constitutivas de lo que somos nosotros mismos. No solo somos seres que imaginan y conciben hermosas teorías, también somos seres que pueden utilizar esa imaginación para crear mentiras, por ejemplo, que pueden afectar a alguien más. Nos encanta pensar en nosotros mismos como si fuéramos el non plus ultra de la civilización e idealizamos nuestros aciertos como si fueran capacidades evolutivas nunca antes vistas. Y peor aún, nos autoidelizamos al grado de mentirnos y engañarnos de manera única y la prueba más fehaciente de ello es que nos hemos contado la historia, con arreglo a la cual, la violencia solo puede ser física, y hemos restringido así nuestra noción de violencia a algo tan nimio, que resulta irrisorio. Es decir, reducimos la violencia a un acto físico y nos olvidamos de todas las expresiones no físicas de la violencia, las cuales son más mortíferas, aun, que la violencia física. Nos hemos otorgado así enormes grados de libertad para actuar y esto nos convierte en sujetos autocomplacientes. Es irrisorio, en serio, que dar una paliza a alguien pueda ser violencia y esté sancionado en algunos marcos legales, pero que la serie de ofensas, mofas y difamaciones que ocasionó en el otro la respuesta agresiva, no lo sea. En el entendido, por supuesto, de que dicha violencia física no fue infligida, o no haya sido infligida, de manera gratuita. Ambas cosas tendrían que estar sancionadas de igual forma, aunque, por supuesto, con grados sobre cada sanción. Es como si nos dijéramos: a ver, no, no puedes reaccionar de manera agresiva si alguien te insulta, pero sí puedes tener malicia y usar esa malicia —tu carga de malicia— para agredir a otro. Está bien que tengas capacidades evolutivas para agredir verbalmente, porque no estás dañando físicamente a alguien, pero está mal que agredas físicamente a alguien, por la razón que sea, si te está agrediendo verbalmente. Violencia verbal, sí. Violencia física, no. Violencia psicológica, sí. Violencia física, no. Dañar, mentir, manipular, sí. Violentarse por esa razón, no. Ser un hijo de puta calculador y racional, sí. Clamar justicia ante el agravio, no. Con lo cual omitimos que la violencia verbal puede desencadenar en violencia física y por dicha razón es más peligrosa, o puede ser más peligrosa, que la violencia física
¿o bajo qué parámetros medir sus alcances?, cuando en realidad, creo yo, ambas cosas deberían de estar mal, y ambas cosas deberían de estar sancionadas, y, además, como una de ellas tiene la facultad de ocasionar una agresión física en el otro o de detonar una agresión física en un tercero, debe también sancionarse —de otra forma y con penas menos punitivas, tal vez, o menos largas, pero sancionarse a fin de cuentas para controlar, en verdad, la agresión y aminorar la violencia—.

En lo personal, siempre he pensado que el límite de todas las personas y el límite de todos nuestros actos deber ser la libertad y la vida de los demás y en esto he sido irreductible, y lo reitero, la violencia física y el daño físico a alguien debe permanecer penado, como lo está de hecho, sobre todo si es un acto gratuito, pero de igual manera debe contemplarse una sanción fuerte contra todas aquellas personas y aquellos actos que mediante otras argucias también causen violencia. En la praxis, la verdadera violencia de los seres humanos no es la que se ejerce en un acto de suma barbarie en la que alguien o un grupo de personas salen con un daño físico, la verdadera violencia está en el conjunto de todos los cálculos racionales anteriores a tal acto ejecutado —los cuales pueden involucrar prácticas manipulativas, calumnias, difamaciones, etcétera— que una persona o un conjunto de personas realiza para imponer su voluntad sobre otro. Hay una violencia previa que ocasionó siempre la violencia física, la violencia que se ejerce en los actos y causa un daño irreversible sobre las personas. Esta violencia previa es una violencia no física y como ya lo expliqué líneas más arriba esta violencia se despliega en formas menos obvias, o menos onerosas, por medio de mentiras, calumnias, indirectas, ejerciendo presión social o presión psicológica sobre los individuos —acoso, bullying, extorsión, soborno, chantaje—, los cuales a su vez pueden darse en medios laborales, en el campo legislativo o en los congresos, a través de lobbies, ongs, los grupos cabilderos, cortes, en colectivos diversos, en la escuela y en general en todo grupo social en miniatura o en grande. Lo más aberrante de esta violencia, además, es que ahora contamos con medios y dispositivos electrónicos a través de los cuales esta violencia se difunde de manera expansiva. Las redes sociales, las fábricas de troles, los centros de bots, los tabloides mediáticos mismos, los perfiles falsos, el lawfare, las fake news, etcétera. Estas expresiones sutiles de la violencia son tan violencia como la violencia misma y pueden desencadenar respuestas físicas sin parangón y un daño irreversible en las personas. De allí que resulte tan desagradable que se clasifique la violencia. Es de hecho violento hablar de tipos de violencia. E injusto. Y es violentador. Si lo pensamos detenidamente, todo acto de violencia es un acto de poder y siempre que hay un acto en el que intervienen individuos nos estamos enfrentando a pasiones humanas. Por eso considero que es un logro el que la violencia y las agresiones físicas estén sancionadas en forma tan contundente en nuestros códigos penales, es un logro y es un paso de grandes magnitudes hacia una sociedad mejor, pero es un retroceso que todos los actos no físicos que desencadenan la violencia y que generalmente son actos verbales no estén penados de igual forma. Muchas veces, incluso, los logros en materia penal para sancionar la violencia física son obstaculizados por la corrupción y la violencia no física. Una persona con dinero puede sobornar a un juez, por ejemplo, para no ir a la cárcel después de haber infligido violencia física sobre alguien, como usualmente sucede, pero una persona pobre que haya cometido violencia física irá igualmente a la cárcel. Además, indudablemente, quien cometa violencia verbal y goce de influencias o de palancas, probablemente no irá a la cárcel.

¿Por qué la urgencia de sancionar la violencia verbal no física? Porque nuestra sociedad se ha transformado en tal forma, depende en tal modo la verdad de las cosas o la honra de una persona de las manipulaciones que un psicópata cometa —o de las postverdades—, o de lo que un tabloide de tv diga, etcétera, que no es posible que dichas calumnias no queden sin sancionar, dado que esa falta de castigo sería ejemplarizante para los demás. Sería, literalmente, una invitación a la violencia, un premio a la misma prácticamente, no contar con esas sanciones, como lo es, de facto.

Finalmente, si no es posible que en nuestras sociedades se instituyan penas tangibles contra estos crímenes porque quizá la nuestra es una sociedad no coercitiva, o una sociedad que teme serlo o que teme violar garantías individuales en el intervalo —por la subjetividad que puede haber algunas ocasiones en determinar la severidad de tales delitos, etcétera—, entonces, la sociedad en sí misma debe ser capaz de marginar a quienes actúen de manera tan dolosa, de imponer de alguna manera alguna veda sobre quienes hayan actuado de manera tan amoral y abyecta sin lesionar sus derechos; sin embargo, debo señalarlo, nuestra sociedad está moralmente tan atrasada, es tal el letargo moral en el que vivimos, que la realidad es que muy pocas sociedades son capaces de implementar este tipo de penas sin incurrir en abusos igual de excesivos que los primeros. Por lo cual, mi consejo sería que cuando se instrumenten este tipo de prácticas, siempre actúen grupos pequeños o personas que por iniciativa propia manifiesten su inconformidad sin fomentar el odio y ofreciendo discernimientos éticos y racionales en sus argumentos. Las personas, cuando actuamos en masa, podemos ser más estúpidas de lo que imaginamos, y por eso es importante que cualquier consigna, eslogan, o creencia política que adoptemos, la adoptemos siempre por convencimiento propio y de manera autónoma, sin que haya alguien persuadiéndonos en Instagram, Facebook, Youtube o por cualquier otro medio. Es importante inspeccionar una idea antes de adoptarla, no solo en su contexto y no solo en los datos duros que aporta y en los datos duros que la sostienen, sino, principalmente, en su génesis histórica.

EPÍLOGO

Las ideas pueden ser adaptables o no, a un contexto económico, político, antropológico o de cualquier otro tipo y es necesario analizar tales contextos a la hora de adoptarlas para determinar su factibilidad. Las ideas, aunque parezcan atractivas o incluso embriagantes, pueden ser completos disparates si se analizan a cabalidad y pueden traer más mal del que supuestamente están abocadas a combatir, o a trocar por un denotado bien. El costo moral, económico y político que muchas veces implica adoptar tales ideas no siempre es fácil de mensurar y algunas veces pueden pasar incluso años, antes de determinar o poder cuantificar la magnitud de ese daño, pero sería mucho más fácil y más simple, estudiar y analizar la viabilidad de tales ideas antes de adoptarlas que pagar los costos sociales o de cualquier otro tipo por haberlas adoptado irreflexivamente. En el fondo, cuando se adaptan ideas, estas de alguna u otra manera se ponen en práctica y éstas, también, pueden incluso cristalizar a través de algún código legal y dar cauce de manera secundaria a que se creen las condiciones que van a dar pie a cometer o instaurar violencia, propagarla, instigar a esta, maquillarla, disimularla o incluso tolerar su ocurrencia. Una idea contra la violencia puede ser un perfecto subterfugio para aplicarla si no pensamos analíticamente su utilidad y, sobre todo, si no limitamos los actos y actitudes en el presente listado que solapan la violencia, la disfrazan y la instrumentalizan sin que haya posibilidad de sancionar a sus estúpidos perpetradores.
LUdd08'23. LUdd09'23.

Este ejemplo es trivial, pero muestra de manera fiel cómo el grupo que he denunciado opera plagiando mis textos. Es esto justamente lo que hacen. Y lo atribuyen generalmente a alguna feminista. Obviamente este ejemplo que muestro es un plagio y fue publicado en el diario de ultraderecha El País y se lo atribuyen, como ya he dicho, a una feminista.

Mi tuit fue publicado el 23 de mayo de 2017 y el titular que muestro fue publicado el 20 de junio de 2020.

Mi texto dice: “Ni todos los psicópatas matan ni todas personas que matan son psicópatas.”
El texto en cuestión que plagia a mi texto afirma: “Ni todas las mujeres menstrúan ni todas las personas que menstrúan son mujeres.”

Y podría mostrar decenas de miles de estos ejemplos pero no cuento con el tiempo para hacerlo. Cada una las denuncias que he presentado tienen en común este modus operandi. Pero yo no tengo tiempo para estar desmenuzando cada plagio y mostrarlo. Pero básicamente se hace una combinatoria con mis textos. El País tiene varias publicaciones atribuidas a feministas en las cuales se están plagiando mis escritos. Pero El País es solo uno de los muchos medios en los que se reproducen este tipo de publicaciones. Fue así como me di cuenta que el lobby feminista en las redes es un montaje. Gracias a que me acosan y a que roban cualquier cosa que escriba pude darme cuenta que el feminismo es una agenda globalista que controlan los poderosos. Y si no globalista, globalizada por la derecha latinoamericana para acumular poder de esa manera. No es baladí que hayan hackeado mis equipos informáticos y tengan intervenidas todas mis comunicaciones. El objetivo es mantener a nuestros países mediatizados porque de esta manera es más fácil para ellos colocar su agenda o influir en general en la opinión pública. Lo cual, desde luego, es una condición misma para que puedan instrumentarla. Sin embargo, para lograrlo, necesitan engañar a mucha gente y para engañar a la gente se necesita manipularla. Y para manipular a alguien, básicamente, se necesita mentirle. Algo que mis contemporáneos buscan como desesperados porque en cierto sentido nos hemos acostumbrado a vivir en la anestesia moral y la gente necesita creer en falsedades. Es decir, buscan ser presas y objeto de la manipulación que suelen disparar los medios hegemónicos contra ellos porque buscan ser presa del engaño para no confrontarse con la realidad ni afrontarla en su desnudez y por eso creen que cosas tan disparatadas como el lobby feminista financiado por Soros/Rockefeller y seguramente muchos otros magnates y empresarios puede tener alguna pizca de verdad, aunque no la tenga. Es el opio del pueblo en un envoltorio o empaque más agradable que se presenta a las mayorías en forma de basura informacional sin que sea perceptible a ellas. Pero el chiste es que sigue siendo un medio de alienación aunque se presente en formato secularizado, es opio y es religión pero sin su forma teológica. El capitalismo ya no tiene más que estructura de ideología. El capitalismo es cultura. Eso es básicamente lo que hacen los medios de manipulación de masas en la actualidad y lo hacen, entre otras cosas, valiéndose de mis ideas y plagiando mis escritos. Puntual y literalmente. Parece que son estúpidos o algo así.


Pronunciamiento en torno al asunto de género

Les comparto este comentario que compartí en mi cuenta Facebook a propósito del tema:

El movimiento feminista no solo pierde credibilidad, el movimiento feminista nunca ha existido al margen de la academia y de unas cuantas mujeres que de manera honrosa se han volcado a meditar sobre la cuestión sin buscar beneficio personal ni sin intentar politizarlo. Eso que se ve en las redes está mediatizado y es un ardid y un arma ideológica que la derecha intenta utilizar para controlar al país. Las mujeres verdaderamente auténticas no necesitamos ni de sus consignas ni de sus reivindicaciones. Este movimiento, por ejemplo, lleva siglos saqueando mi blog para tener que decir, no son ni siquiera capaces de enunciar una idea legítima sin plagiar, cooptar otra idea o banalizarla. Esto es lo que pasa cuando una legión facciosa de la derecha en agonía intenta desplegar sus últimas patadas de ahogado.

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