Este ejemplo es trivial, pero muestra de manera fiel cómo el grupo que he denunciado opera plagiando mis textos. Es esto justamente lo que hacen. Y lo atribuyen generalmente a alguna feminista. Obviamente este ejemplo que muestro es un plagio y fue publicado en el diario de ultraderecha El País y se lo atribuyen, como ya he dicho, a una feminista.

Mi tuit fue publicado el 23 de mayo de 2017 y el titular que muestro fue publicado el 20 de junio de 2020.

Mi texto dice: “Ni todos los psicópatas matan ni todas personas que matan son psicópatas.”
El texto en cuestión que plagia a mi texto afirma: “Ni todas las mujeres menstrúan ni todas las personas que menstrúan son mujeres.”

Y podría mostrar decenas de miles de estos ejemplos pero no cuento con el tiempo para hacerlo. Cada una las denuncias que he presentado tienen en común este modus operandi. Pero yo no tengo tiempo para estar desmenuzando cada plagio y mostrarlo. Pero básicamente se hace una combinatoria con mis textos. El País tiene varias publicaciones atribuidas a feministas en las cuales se están plagiando mis escritos. Pero El País es solo uno de los muchos medios en los que se reproducen este tipo de publicaciones. Fue así como me di cuenta que el lobby feminista en las redes es un montaje. Gracias a que me acosan y a que roban cualquier cosa que escriba pude darme cuenta que el feminismo es una agenda globalista que controlan los poderosos. Y si no globalista, globalizada por la derecha latinoamericana para acumular poder de esa manera. No es baladí que hayan hackeado mis equipos informáticos y tengan intervenidas todas mis comunicaciones. El objetivo es mantener a nuestros países mediatizados porque de esta manera es más fácil para ellos colocar su agenda o influir en general en la opinión pública. Lo cual, desde luego, es una condición misma para que puedan instrumentarla. Sin embargo, para lograrlo, necesitan engañar a mucha gente y para engañar a la gente se necesita manipularla. Y para manipular a alguien, básicamente, se necesita mentirle. Algo que mis contemporáneos buscan como desesperados porque en cierto sentido nos hemos acostumbrado a vivir en la anestesia moral y la gente necesita creer en falsedades. Es decir, buscan ser presas y objeto de la manipulación que suelen disparar los medios hegemónicos contra ellos porque buscan ser presa del engaño para no confrontarse con la realidad ni afrontarla en su desnudez y por eso creen que cosas tan disparatadas como el lobby feminista financiado por Soros/Rockefeller y seguramente muchos otros magnates y empresarios puede tener alguna pizca de verdad, aunque no la tenga. Es el opio del pueblo en un envoltorio o empaque más agradable que se presenta a las mayorías en forma de basura informacional sin que sea perceptible a ellas. Pero el chiste es que sigue siendo un medio de alienación aunque se presente en formato secularizado, es opio y es religión pero sin su forma teológica. El capitalismo ya no tiene más que estructura de ideología. El capitalismo es cultura. Eso es básicamente lo que hacen los medios de manipulación de masas en la actualidad y lo hacen, entre otras cosas, valiéndose de mis ideas y plagiando mis escritos. Puntual y literalmente. Parece que son estúpidos o algo así.


1 comentarios:

    Última modificación 25 de diciembre de 2020 después de una modificación de hace un par de semanas aproximadamente.

     

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