Mostrando entradas con la etiqueta Machismo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Machismo. Mostrar todas las entradas

¿Es el machismo la norma en México a juzgar por lo que ocurre?

Personalmente creo que esas altas tasas de feminicidio en México no se explican única y exclusivamente por la cultura del machismo en los hombres, los hombres pueden matar por muchas otras razones además de por machismo, sino que creo que se explican por el paradigma productivo que por tantos años se aplicó en mi país hasta dejar a las familias en la más honda precariedad material y, después, en la precariedad moral, es decir, en la inedia. Es, para mí, una crisis de valores. En ningún sentido es mi intención minimizar el dolor que han traído esos feminicidios a mi país, simplemente creo que la hipótesis explicativa, “machismo”, tiene muchísimos más matices, tanto culturales como antropológicos, que vale la pena desentrañar para entender qué sucede y lograr que las cosas cambien de fondo. La violencia en México, por desgracia, no viene solamente de hombres a mujeres, a veces también viene de adolescentes a adolescentes, o de mujeres contra otras mujeres. Estadísticamente, que las tasas de un fenómeno hayan aumentado no significa todavía que sean la norma, no se maneja así. El bullying, por ejemplo, está ampliamente extendido. Habría que comparar todas estas tasas de violencia, por ejemplo, para tener una mejor explicación o una más exacta. Al decir que esas actitudes no son la norma me refiero entonces a que no podemos culpar al grueso de los hombres por lo que está pasando, porque muchísimos hombres no son así, me refiero también a que hay muchísimas otras variables que explican este comportamiento, porque creo que el feminicidio en sus causas es multifactorial y debe de hacerse un análisis más profundo que implique todas las variables y todas las dimensiones del fenómeno y no reducirlo a la violencia machista. Podría simplemente ser pura y llana violencia. O maldad. O psicopatía. Esto lo creo porque de esta manera creo que podríamos dar con un mejor diagnóstico. No se crean, es un tema que me interesa mucho y que desearía que se resolviera pronto en mi país.
Incluso a las feministas no misándricas les encuentro objeciones. No sé cuáles sean las posturas que las otras sostienen, pero yo tengo un análisis fuerte, sobre puntos muy delimitados de postulados que han escrito mujeres con mucha teoría que las respalda y con mucha metodología, que he deconstruido de manera individual y que encuentro endebles. Me parece que en muchos casos se incluye como premisa lo que intenta probarse, por ejemplo. Es importante saber desligar nuestro conocimiento apriorístico de lo que queremos demostrar. Pero si como feminista, partes de las premisas que quieres probar porque forman parte de las certidumbres que ya tienes, porque te es imposible salirte de tu cubo para pensar, entonces vas a llegar a conocimiento falso y a enunciados ad hoc que solo favorecen a tu hipótesis. Y esto aplica no solo para una feminista sino para cualquier estudioso de algo. Mi intención no es demeritar el trabajo de nadie, porque mucha de estas mujeres tienen una importante investigación y han aportado datos e interpretaciones interesantes. Incluso, otras, como Rita Laura Segato, tienen conclusiones con las que coincido por completo, pero en su caso es porque ella se permitió salirse de la caja, abandonar sus categorías, hacer tabula rasa y permitirse pensar todo otra vez. Ella ha podido llegar a conclusiones verdaderas, coherentes y consistentes relativas a su investigación y consonantes con la realidad. Ella, por ejemplo, se ha podido dar cuenta que no es el patriarcado en sí, sino el paradigma productivo y las relaciones de poder que allí se establecen lo que arruina la vida en sociedad, y eso ya es un avance, quizá un día se logre dar cuenta que hasta la categoría patriarcado es innecesaria. Sin embargo, otras teóricas del feminismo también tienen interpretaciones erróneas y con mucha pobreza antropológica, desde mi perspectiva. Y hablo de feministas no misándricas. Es por esta razón que de la manera más crítica y más ecuánime posible sostengo que hay que revisar muchas de las categorías que se han formulado. Macho es una de ellas. En lo personal, yo no creo que haya machismo o hembrismo. En lo personal, yo creo que hay psicópatas y hay psicopatía. No es una actitud del género, sino del ambiente, la cultura y en una menor medida de nuestra constitución genética. Es debido a esto y a muchas otras razones, que yo no puedo ser feminista. En cuanto a otros colectivos, prefiero desvincularme porque estoy convencida de que pensar en grupo no siempre es lo más recomendable.

Blogger Templates by Blog Forum