Meditaba…

Si los otros me revelan mi yo, la revelación es monstruosa. Prefiero pensar que mi yo (a la manera de Descartes) es una intuición inmediata. (De Descartes, de Kant, del propio Schopenhauer, etcétera).

No es más halagüeña la negación del yo —negándonos las intuiciones— que la intuición del yo. No hay escapatoria de él, salvo por la imaginación o por lobotomía.

Toda intuición es inmediata: el pleonasmo también es énfasis.

De un multiverso —Borges—.


«La tierra que habitamos es un error, una incompetente parodia. Los espejos y la paternidad son abominables, porque la multiplican y afirman. El asco es la virtud fundamental. Dos disciplinas (cuya elección dejaba libre el profeta) pueden conducirnos a ella: la abstinencia y el desenfreno, el ejercicio de la carne y su castidad.»



JORGE LUIS BORGES, Los espejos abominables en Historia Universal de la Infamia.
Uno de los documentos más importantes que se haya escrito recientemente de la historia imperialista, es el oprobio que se llamó el golpe militar a Salvador Allende por una derecha y unas condiciones que el vecino país del norte supo preparar tan bien (un episodio por demás referido por las izquierdas del mundo). Ese documento lo escribió Fidel Castro y narra los últimos días de Salvador Allende y el episodio ocurrido durante su caída en Chile. Tendría que ser un documento a ser leído por cada latinoamericano para comprender la lucha de nuestros pueblos contra esa violencia (puede leerse aquí si se desea).  

Fidel Castro es uno de los hombres con mayor visión geopolítica que quedan vivos y que, por tanto, posee como pocos una visión —y versión— de la historia mundial a la que, por simple imparcialidad, deberíamos prestar oídos. También me parece heroica la sobrevivencia del pueblo cubano liderada por él en medio del inmisericorde bloqueo económico a que el gobierno estadounidense ha sometido a aquella nación (puede que la palabra inmisericorde suene muy barroca, pero aquí —resolución A/RES/67/4— pueden leerse algunos discursos al interior de la ONU por parte de mandatarios de Estado que ocupan términos que podrían molestarnos todavía más).

A pesar de ser un país en donde las llamadas libertades individuales están muy acotadas, es decir, en donde la libertad pública sí que se entiende como aquella tutelada por el Estado, hay al menos tres cosas de que se gozan en Cuba que, por ejemplo, se han perdido paulatinamente aquí en México a dictados del proyecto neoliberal: 1) Salud universal, 2) Educación universal y 3) La delincuencia organizada prácticamente no existe en la Isla.

Ciertamente, debe mantenerse constante vigilancia sobre estos hombres a los que con doble rasero Occidente califica de “dictadores” (el caso del encarcelamiento de sus intelectuales contrarrevolucionarios y la expulsión de Reinaldo Arenas de La Habana por su homosexualismo, sin duda divide en grupos por la apreciación que se tenga sobre la revolución cubana, por ejemplo. Acerca de esto, tendría algunas cosas qué decir, espero más adelante poder abundar sobre el tema).

Pero esta vigilancia no solo la impone la experiencia de los horrores de los totalitarismos de antaño; pienso que es algo de sentido común. Por ejemplo:

1) Ningún humano es perfecto y los revolucionarios son también humanos (amén de que la mejor forma de honrar a gente como ésta es, precisamente, ejerciendo una constante crítica sobre ellos).

2) Porque como ciudadanos, en el momento mismo en que nos sujetamos a los normas de convivencia de nuestros estados estamos tácitamente aceptando un contrato que nos hace acreedores a prerrogativas y deberes (no hacer una revolución ni cometer desacatos prueban la sujeción al contrato, por ejemplo). Un deber es vigilar que el contrato se mantenga y señalar enérgicamente cuando ocurra lo contrario; esto es necesario si se quiere hablar con realidad de régimen político (por ejemplo, en nuestro país la violación al contrato ha provenido en primer término de los gobiernos tecnocráticos).

3) Cuestionar la autoridad que detenta un gobierno no tiene que ver con una posición de izquierdas o de derechas, tiene que ver con una actitud ante el mundo que decenas de hombres sabios de nuestros predecesores nos han preconizado: el llamado espíritu crítico (esa cosa difícil de practicar que no debiera abandonarse nunca).

4) Más enunciados cargados de utopía.

Termino con este comentario:

Al margen de las implicaciones políticas que trae consigo la enfermedad de Hugo Chávez, el evento me ha servido como un episodio más de comprobación acerca de una de las actitudes muy características de las derechas del mundo: un desprecio ilimitado por el pueblo, por todo lo que tenga visos de oposición al establishment y por todo lo que pueda haber de sana rebeldía en los pueblos y en sus individuos contra la opresión. En el TL de mi cuenta Twitter, por ejemplo, me ha tocado ver a gentes de derecha mofarse del cáncer de Hugo Chávez y al mismo tiempo indignarse (muy airadas) por las burlas contra el fallecimiento, desde luego lamentable, de una cantante Jenni Rivera. Reducir a una cuestión de ideología el aprecio por la vida.

Ahora sí, va el texto de la carta:

Texto de la Carta del Comandante en Jefe Fidel Castro al Presidente Hugo Chávez en ocasión de su regreso a Venezuela

Querido Hugo:

Me satisface mucho que hayas podido regresar al pedazo de la tierra americana que tanto amas, y al pueblo hermano que tanto te apoya.

Fue necesaria una larga y angustiosa espera, tu asombrosa resistencia física y la consagración total de los médicos como lo hicieron durante 10 años, para obtener ese objetivo.
Es absolutamente justo hacer mención a la insuperable constancia con que tus familiares más allegados, tus compañeros en la dirección revolucionaria, las Fuerzas Armadas Bolivarianas, rearmadas y reequipadas por ti, y las personas honestas del mundo, mostraron sus simpatías.

Especial mención merece el aliento que el pueblo venezolano te brindó con sus muestras diarias de apoyo entusiasta e irreductible. A eso se debe un regreso feliz a Venezuela.

Tú aprendiste mucho de la vida, Hugo, en esos duros días de sufrimientos y sacrificios. Ahora que no tendremos el privilegio de recibir noticias tuyas todos los días, volveremos al método de la correspondencia que durante años hemos utilizado.

Viviremos siempre luchando por la justicia entre los seres humanos sin temor a los años, los meses, los días o las horas, conscientes, humildemente, de que nos tocó vivir en la época más crítica de la historia de nuestra humanidad. Nuestro pueblo, que es también el tuyo, conocerá mañana por esta misma vía tu regreso a Venezuela.

Todo debió llevarse a cabo con mucha discreción, para no darle oportunidad a los grupos fascistas de planear sus cínicas acciones contra el proceso revolucionario Bolivariano.

Cuando el campo socialista se derrumbó y la URSS se desintegró, el imperialismo, con el puñal afilado de su bloqueo se proponía ahogar en sangre a la Revolución Cubana; Venezuela, un país relativamente pequeño de la dividida América, fue capaz de impedirlo. En aras del tiempo no menciono los numerosos países de las Antillas, Centro y Suramérica que Venezuela, además de sus grandes planes económicos y sociales, fue capaz de ayudar. Por ello, todas las personas honestas del mundo han seguido de cerca “la salud y las noticias sobre Chávez”.

¡Hasta la victoria siempre!
¡Un fuerte abrazo!

Fidel Castro Ruz
8 y 35 p.m.
Febrero 17 de 2013

NOTA: Esta carta fue publicada a inicios de semana, recién la llegada de Hugo Chávez a Caracas. No estaba en mi idea publicarla aquí. Sin embargo, con la reciente noticia y el viaje de facto de Yoani Sánchez por algunos países fuera de La Habana, me parece pertinente hacerlo ahora. Sobre este asunto, voy a dar mi breve opinión: Por más que la prensa se esfuerce en situar el problema donde no lo es, la  pregunta real no consiste en cuestionar la validez de la disidencia de Yoani y su expresión sobre ello. Desde luego son válidas y de hecho las ejerce (en mi imaginario, no solamente la validez sino la necesidad de las disidencias están dadas por hecho). La pregunta es sobre la validez del contenido de su expresión; su pertinencia a la realidad de la Isla y sobre su verdad: Yoani Sánchez ha incurrido en omisión, al menos.

Comparto este link en donde se abordan una serie de preguntas que a mí me habría encantado —o me encantaría— poder plantearle a la bloguera y el siguiente vídeo.


(Por supuesto, el lector siempre tendrá la oportunidad de entrar al blog Generación Y de la disidente cubana y conocer a voz de Yoani la relatoría de su situación).

A propósito de Ratzinger y toda esa extrañeza incongruente

Mi ateísmo no es un antiteísmo, es un a-teísmo. Y cuando es antiteísta es más bien adverso a toda suerte de mitificaciones. Por ejemplo, los mitos no son siempre de orden sagrado (aunque supongo, un impulso similar los insufla de su dinamismo en estos casos). Vivo en una época —y lo presencio con desagrado— en que el mito secular fluye como onda expansiva. La genta ahora cree en el psicoanálisis, por ejemplo*.

Cuando se identifican los orígenes antropológicos del pensamiento mítico, comprender no quiere decir convalidar (¿y cómo?). Comprender quiere decir exponer las razones —sin la violencia— de por qué es inadmisible vivir anclado a esos mitos y a su propensión. (La propensión a elaborarlos y/o a signarlos).

No sé si haya acto más violento para un ser humano que atreverse a soltar sus mitos. Pero sí creo representa la condición necesaria a toda liberación posible del ser. Si hay mito, hay temor. Si hay temor, hay lugar para el poder y su disputa, pero sobre todo, para el sometimiento. Hay Opus Dei, hay vaticanos, hay papas dimitiendo a sus cargos por escándalos de pederastia con sendas demandas en las cortes de La Haya etcétera, sencillamente porque existe el mito, la fe, la creencia y sus oquedades (sin sustento), la incapacidad humana de vivir sin dioses, de asimilar nuestra finitud y pequeñez en el cosmos y, desde allí (y por eso justamente) vivir la vida con toda su intensidad. Desde luego, no los exculpo a ellos de su inmoralidad; nos señalo a nosotros, de la nuestra doble.

Aunque estuve leyendo unos artículos sobre el tema (más por mero afán informativo que por realmente querer saber (lo que ya sé)), fue leyendo a Simone Weil que me llegaron estas disquisiciones.

«Si Dios quiere el mal, lo hace, porque está escrito: Ha hecho cuanto ha querido. Si no lo quiere, como de todos modos se verifica, hay que decir que Dios es imprevisor, o impotente, o cruel, puesto que no sabe o no puede realizar su voluntad, o no se ocupa de hacerlo.» —LUCILIO VANINI.

*El psicoanálisis es una epistemología de la mente y tiene un gran valor en ese sentido; es también un discurrir filosófico que, entre otras cosas, contribuyó a la desarticulación del mito justamente articulando los diversos estudios sobre el tema que existían desde antes de su surgimiento. Por otra parte, la caracterización del inconsciente propia de Freud, es una continuación del trabajo magnífico que ya había realizado Schopenhauer antes; aunque es desde luego innovador Freud en la elaboración de su teoría. Tanto la escuela psicoanalítica como su hijo putativo, el estructuralismo, son escuelas de pensamiento que a pesar de sus pretensiones cientificistas (nada más cierto que hubiese en Freud la intención de sistematizar, observar, etcétera, el registro de sus estudios sobre la neurosis y otros) se trata, en realidad, de teorías más bien acientíficas. No sé si en un futuro el estudio fisiológico del cerebro vaya a comprobar algunas de las curas psicoanalíticas (para mí, que muchas van a ser desechadas). Pero lo que sí sé es que el psicoanálisis como práctica clínica —como terapia— carece de cualquier estudio concluyente sobre la eficacia de sus métodos precisamente (lo que no quiere decir, claramente, que no brinde alivio a las personas; o que combinado con medicación no ayude de hecho).

Día Mundial de la Radio

Hoy es el Día Mundial de la Radio. Desde pequeña he disfrutado mucho de este medio. No solamente por alentar la imaginación por el oído, sino por representar un modo de informarse de algún modo incontaminado, y por muchas razones.

(Soy una de esas personas que más que sujetas al poder de la imagen, lo están al poder de los relatos y de la imaginación. A veces pienso que la imagen ejerce una tiranía sobre nuestras psiques si no nos animamos a ir más allá de las meras formas sensibles (es decir, a mapear, construir y deconstruir la imagen visual), y entonces, reducirte a solo digerir una mera estampa elaborada (una síntesis) colgándola sin pena ni gloria en algún rincón de la mente).

El periodismo más crítico que se ha hecho en este país —por ejemplo— tiene un bastión de primer orden en la radio: Miguel Ángel Granados Chapa, Carmen Aristegui, Ramón Pieza, Jorge Saldaña, una barra importante de Radio Universidad, Jacobo Zabludovsky en su versión reloaded, etc.

También es verdad que llega a rincones remotos, que no excluye a analfabetas y, en fin, me parece un medio muy universal.

Unos lincitos a unas estaciones de mi preferencia: LINK1, LINK2, LINK3.

Aviso (reescritura)

Ayer me dio por reescribir la entrada dedicada a Simone de Beauvoir puesta aquí en el blog; aquella vez quedé inconforme con la redacción y sabía que tarde o temprano regresaría a ella (era como una especie de pendiente). Cada vez que entraba al blog, sentía esa pequeña zozobra, ese sentido de incompletitud. Sin duda no me ha complacido del todo todavía; pero ya tomé una decisión. He decidido que será un texto que estaré reescribiendo una y otra vez a lo largo del año, como uno de esos parlamentos que no terminan de decirse nunca y que no hay quien tenga la paciencia para escuchar o para no neurotizarse ante tal perspectiva.

Por cierto, con todo y la pequeña insatisfacción sí creo que se note una mejoría leve; sobre todo, exponer con más detalle.

Acá el link, con la nueva entrega.

(Sigo con poetas).

I

Cuando la Luftwaffe bombardeaba Londres, Elías Canetti apuntaba: «Si, pese a todo, yo sobrevivo, se lo deberé a Goethe».

Desde luego pensé intensamente en su drama y en la desgracia de Londres durante los años de preguerra, postguerra y de guerra en sí (también pensé en Goethe y en la lengua alemana que es la lengua con la que Canetti decidió pasearse por el mundo disolviendo el rencor que cualquier judío pudiese naturalmente sentir durante aquellos años por el fascismo del Tercer Reich; hombre sabio, en mi opinión). Pero como no tengo costumbre de quedarme en el puro mundo inteligible, aterricé a mi mundo sensible y material en mi meditación.

Pensé entonces en los bombardeos en Oriente Medio, ¿qué poetas salvarán a aquellas gentes: palestinos, sirios, libios, malienses?

Pensé en Omar Khayyam, aunque seguro ahora se lean otras cosas: mi conocimiento de la poesía de aquellos lugares es reducido por no decir inexistente. Me fastidia un poco pensar que en unos años nos llegarán historias conmovedoras de las plumas de sus sobrevivientes (lo que autorice a publicar prensa occidental). Ante la desgracia nos ha quedado estetizar el horror. Los poetas también cantan al fuego y a la guerra. Las mejores épicas y rapsodias mortuorias pertenecen a poetas.

La poesía puede salvarnos del hambre, del pesar, de la soledad e incluso del tedio ¿nos salvará de la muerte la poesía? No, nos arroja a ella.

II

¿Qué tiene que ver un bombardeo* hoy en Siria con los bombardeos ayer en Londres o en Alemania misma o sobre Nagasaki? Tiene que ver todo. Pero tiene que ver principalmente --ahora que hablamos de poetas y sus creaciones-- con un hecho manifiesto: la poesía ha perdido mucho de su fuerza redentora (una redención carnal, no psíquica). Lo mismo que el arte en general. No nada más es la acción filantrópica que salva al otro; es la propia salvación. (Desespero creyendo que evadimos responsabilidades).

No hay disyuntiva: ver el mal con la intención de extirparle. Pero sí, en contraste, una contradicción (teórica al menos) que yo creo advertir: no poder extirparle si no verle antes o si negarse a reconocer que existe. Me es insostenible la posición relativista (y casi diría platónica), por mucho que sea con relación a mí que pondero las cosas del mundo, como de hecho sé.

Hay una componente autoritaria en mi disquisición: Querría que todos conocieran la belleza y gozaran de ella. Mis reivindicaciones éticas no están desvinculadas de esta aspiración estética, como apuntaba el otro día.

Pero vamos, ¿no es esa la real tensión entre modernidad y postmodernidad?:  ¿la libertad o la justicia?

(Aunque yo diría: ¿la justicia o esta comprensión beocia que tenemos de la libertad?).

*Los bombardeos son un caso muy genérico de la desgracia, como una especie de sinécdoque invertida. La guerra antinarco calderonista --ahora peñanietista-- son la forma que toman los bombardeos aquí en México (o los feminicidios). No sé o sí. El crimen parece extenderse por el orbe multiforme.

«Moments Musicaux, Op. 16»

TEMA: Moments Musicaux, Op. 16
COMPONE: Sergei Rachmaninoff
INTERPRETA: Xiayin Wang


Pequeño texto (la música)


De niña hacía muchas canciones en mi cabeza. Y todavía de grande, aunque ahora menos. Y para mí es un milagro, no sabría explicar de dónde sale toda esta armonía. Acaso creo intuir que constituya la expresión de algún estado anímico.

El otro día que leía un libro sobre teoría estética me molesté con el autor por afirmar él que la música no es arte figurativo. ¡¿Cómo puede no ser arte figurativo?! me dije.

La música es arte figurativo, es absoluta representación del mundo. Pero no de ese mundo hablado, de ese mundo que precisa de signos y significados. No, esta representación abreva de otros objetos. La música es el silencio.

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