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De otra versión de la historia (con minúscula, por lo pronto)

Creo que para hacer un mapeo medianamente veraz de lo que está ocurriendo alrededor del SME y la huelga de hambre y LyFC, etcétera, es necesario conocer las dos versiones de la historia: la oficial, proveniente del gobierno de facto y difundida desde los medios oficialistas (Universal, Reforma, Milenio, etc.) y la versión de los huelguistas –que no de Martín Esparza- que se ha venido divulgando a través de prensa alternativa.


Teniendo el conocimiento de ambas posturas, conociendo también lo que motivó la extinción de la empresa (lo que dicen el gobierno de facto y sus voceros que la motivó y, también, lo que dicen analistas y periodistas opositores desmintiendo la versión oficial), teniendo conocimiento de dichos elementos, se pueda –quizá- formar una opinión más imparcial, menos sesgada de un asunto que, finalmente, en tanto sociedad, concierne de algún modo a todos los que vivimos en la zona centro del país.


Dejo aquí un vídeo con Cayetano Cabrera fijando su posición sobre todas estas maledicencias -lanzadas por los media de siempre- en torno a la huelga de hambre que él y otros miembros del SME llevaron a cabo.



MI EPÍLOGO ( a un simple y nimio post; sí )


Cuando uso términos como "gobierno de facto", "prensa oficialista", "maledicencias", etc. no tengo por finalidad descalificar a tales actores, sino que intento hacer una descripción. No a priori pienso que la prensa es oficialista o que el gobierno es un gobierno de facto o que lo que se dice sobre la huelga de hambre del SME es, en varios de los casos, mera difamación. No siento afección por la defensa de las causas perdidas, tanto como afección por asir nuestra realidad de la manera más imparcial, objetiva y veraz posible. Si nosotros afectamos a la realidad y la distorsionamos con nuestra percepción (en una segunda lectura, es lo que sugieren los relativismos), tal vez ya sólo tenga caso que aquellos cuya percepción sobre la realidad es igual o parecida, se sienten o se junten a perorar sobre sus puntos de vista y que -autocomplacientes- celebren (mos) su afinidad. Yo digo que, si bien éste no sería en lo absoluto un argumento suficiente para rechazar las posiciones relativistas, sí que evidencia la incompletez de las mismas –no encuentro otra palabra- y la necesidad, ergo, de reconocer que existen verdades -locales en muchos casos- que conviene establecer a modo de que el devenir del mundo transcurra más fluidamente. Así, tales grupos podrían disolverse y ya no sólo sería plausible que los que piensan igual o parecido se sienten a perorar, sino que lo hagamos también aquellos que pensamos diverso. La segregación ideológica, ¿a dónde podría llevarnos? La posibilidad de enriquecer nuestras propias perspectivas a través de miradas opuestas, en algunos casos, puede ser tortuosa, pero –en otros- puede llegar a complementarnos de tal manera que uno termina verdaderamente sorprendido y muy a gusto.


Si ya nos lo decían Jenaro Villamil y el sentido común

¿Por qué hay personas que siguen creyendo -dije creyendo- que el desmantelamiento del SME por parte del gobierno usurpador de Felipe Calderón es la más heroica de sus “acciones” y que se trata de una ejemplar maniobra contra la corrupción sindical en México?


¿Por qué una aguda miopía no les permite ver que, de ser así, se tendría que haber comenzado por desmantelar -por ejemplo- al SNTE y/o al sindicato petrolero, auténticos bodrios de la corrupción sindical en México?


[Bueno, aunque me desvíe un poco de mi disertación, lo cierto es que el SNTE -bajo la égida de la operadora electoral de Felipe Calderón- no parece proclive a perder sus privilegios mientras sirva a tan utilitarios fines.]


¿Por qué no informarse antes de afirmar sandeces del tipo: “pero si se trató de una maniobra legal”?


¿Por qué no tratar rastrear la verdad sobre la desaparición de LyFC a través de medios imparciales, antes de encender el televisor para recibir de allí la cotidiana dosis de domesticamiento y verdades plausibles?


Averiguar qué dicen la “Ley de Entidades Paraestatales”, la “Ley Federal del Trabajo”, la Constitución de este país al respecto.


No es posible negar que al interior del SME hubo también corrupción –sería partir de una premisa demasiado pueril, no sé si haya alguien a quien pueda ocurrírsele tal cosa- pero, pregunto, ¿debía por ello extinguirse todo el sindicato y, más aún, la compañía?, ¿no es acaso una excesiva torpeza haberlo hecho en medio de una de las peores crisis económicas que han asolado a esta nación?, ¿es que no era posible concebir un plan de acción de purga del sindicato sin ver afectados los ingresos de los trabajadores?


Mis preguntas son retoricismo puro porque -por supuesto- ninguna de estas consideraciones estuvo, ni pálidamente, contemplada por los perpetradores de la maniobra… porque su fin no era ni es despojar a México de un sindicato corrupto. Su fin más inmediato es seguir alimentando al modelo económico que han tenido a mal adoptar desde 1985 con la estrada de México –este frankenstein del neoliberalismo- al GATT.


Cedo la palabra a un Jenaro Villamil de hace seis meses…



SME, mentiras y fibra óptica

JENARO VILLAMIL

MEXICO, DF, 13 de octubre (apro).- Lo ocurrido la madrugada del sábado 10 de octubre demostró que el verdadero problema del gobierno de Felipe Calderón con el Sindicato Mexicano de Electricistas no era el asunto de la democracia sindical, como durante una semana argumentó el titular del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, al negar la "toma de nota" de la dirigencia del SME.



Los medios y columnistas afines al guión de Los Pinos encabezaron una campaña tan insistente y chocante que parecía que el nuevo "peligro para México" se llamaba Martín Esparza, por antidemocrático, bravucón e indomable frente al aire autoritario que se respira en Los Pinos.



Luego del golpe que hizo recordar el asalto al cerro del Chiquihuite, en diciembre de 2002, perpetrado por TV Azteca, ahora resulta que el SME no sólo era antidemocrático sino prácticamente el único responsable del atraso tecnológico de Luz y Fuerza del Centro (LFC), del "peso financiero" que representaba para la Secretaría de Hacienda mantener a esta compañía paraestatal.



Los jilgueros presidenciales han olvidado un elemento fundamental en esta nueva y obsesiva campaña mediática, llena de datos mañosamente acomodados y de verdades a medias: si tan responsable era el SME, ¿por qué no tomaron antes las medidas correctivas? ¿Acaso el SME es más pernicioso que el mismo sindicato de Petróleos Mexicanos (Pemex), o que esa joya de la democracia sindical llamada SUTERM, dirigida durante décadas por La Güera Rodríguez Alcaine? ¿Por qué entonces, en lugar de la requisa y la toma de las instalaciones de Luz y Fuerza a manos de la Policía Federal, no aplicaron una auditoría? ¿Por qué ahora la Secretaría de Hacienda descubre que sí tiene recursos para pagar la quiebra de la empresa?



El asunto no es sindical ni de eficacia económica. El tema es de intereses corporativos y de alianzas políticas. Cada día se va prefigurando el verdadero objetivo de este golpe policiaco-militar: tomar el control de una compañía que puede representar un jugoso negocio para quienes obtengan la concesión de la instalación de las redes de fibra óptica en el área del Valle de México, el mercado más importante, por volumen poblacional y por nivel de ingresos, para el negocio del triple play, es decir, la transmisión de datos, audio y video a través de una red alterna.



En este caso, la red de fibra óptica de Luz y Fuerza del Centro ahora es de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).



En entrevista con la reportera Rosalía Vergara en la última edición de Proceso, Martín Esparza aporta elementos suficientes para dimensionar el nivel de los intereses en juego:



"Es un negocio, es una oportunidad para las empresas eléctricas porque además de la red de fibra óptica de mil
100 kilómetros, LFC cuenta con una cobertura de uno por ciento del territorio nacional. Tenemos una fibra para usos propios y capacidad de excedente. Podemos poner a disposición de la sociedad en general el servicio de voz, imagen e Internet (triple play) con una respuesta muy rápida".

El SME y el director de Luz y Fuerza del Centro, Jorge Gutiérrez Vera, presentaron ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), el 30 de junio de 2009, un título de concesión para operar la red de fibra óptica y ofrecer los servicios de triple play.



Ahora sabemos o intuimos que este desafío de un sindicato y de la empresa paraestatal afecta los intereses de quienes andan tras un negocio que está valuado en 6 mil millones de dólares, si tomamos en cuenta el nivel de licitación de la CFE de sus dos pares de fibra óptica.



Estamos hablando de la poderosa trasnacional española Telefónica –dirigida por Francisco Gil Díaz, exsecretario de Hacienda--; de Cablevisión –propiedad de Televisa y con un mercado dominante en el Distrito Federal---; de Telmex, el gigante telefónico al que la SCT no le ha dado aún el cambio de título de concesión para que pueda competir en el triple play contra Televisa y Telefónica y, por supuesto a otros jugadores intermedios.



Entre esos jugadores intermedios se menciona a la compañía WL Comunicaciones que obtuvo en 1999 del exsecretario de Comunicaciones y Transportes durante el zedillismo, Carlos Ruiz Sacristán, una concesión para operar servicios de este tipo en la LFC.



El círculo se puede cerrar si recordamos que durante la reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones, quien jugó un papel fundamental fue el entonces presidente de la Cofetel, Javier Lozano Alarcón. El actual titular del Trabajo, efectivamente, está más interesado, desde entonces, en los negocios derivados de la convergencia tecnológica que de la democratización sindical.



Esparza declara en la misma entrevista que la compañía WL Comunicaciones –cuyos accionistas son dos destacados empresarios del panismo-, acudió a los servicios del despacho de Diego Fernández de Cevallos para frenar que el negocio por venir en el Valle de México se le otorgara a la paraestatal y al sindicato.



La huella de Fernández de Cevallos ha estado presente en las últimas y más polémicas decisiones adoptadas por el gobierno de Felipe Calderón. Por eso no extraña que su aliado, exsocio y actual secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, aparezca en conferencias de prensa y en entrevistas con Televisa, argumentando más como un integrante del Consejo de Administración de una gran empresa por venir y no como el responsable de la política interior y de la gobernabilidad del país.



No es la eficacia del servicio de energía eléctrica lo que importa detrás de la medida adoptada frente al SME. Los apagones que se están registrando en delegaciones como Milpa Alta, en municipios mexiquenses como Atizapán y Ecatepec, o en entidades como Hidalgo y Puebla, nos habla de que la medida fue adoptada sin pensar en el servicio y en los consumidores, sino en el control corporativo de la empresa para los negocios por venir.


Lo tomé de AQUÍ.


Tal vez aporte algo mirar estos dos vídeos:


VÍDEO 1


VÍDEO 2



Condiciones del trabajador en México: desempleo y bajos salarios

Boletín de Prensa del SME

Boletín de Prensa del SME

A las organizaciones sindicales y sociales,
Al pueblo de México,
A los medios de comunicación:
El día de hoy 31 de octubre desde las 8 horas, nuestro Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) se presentó en las instalaciones de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFyCA) como solo nosotros lo sabemos hacer, de manera masiva y combativa, durante más de 12 horas en mitin permanente, exigiendo respeto a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, a la Ley Federal del Trabajo y al Contrato Colectivo de Trabajo.

Después de largas horas de deliberación la JFCyA tuvo que aceptar:
1.- El reconocimiento de la personalidad jurídica del SME, para todos los efectos legales a los que haya lugar, como representante colectivo del mayor interés profesional de los trabajadores electricistas.

2.- Igualmente, reconoce la JFCyA, la suspensión provisional del acto reclamado emitido por la juez Guillermina Coutiño Mata, Titular del Juzgado Primero del Centro Auxiliar de la Primera Región, por lo que la JFCyA no puede emitir ninguna resolución en el sentido de dar por concluidas las Relaciones Colectivas e Individuales de Trabajo de los trabajadores al servicio de Luz y Fuerza del Centro y agremiados al Sindicato Mexicano de Electricistas.

3.- En consecuencia, se mantiene el reconocimiento de la materia de trabajo, y por lo tanto, de la vigencia de nuestro Contrato Colectivo de Trabajo.
4.- Por lo tanto, es totalmente pertinente la procedencia de la demanda por despido injustificado, que impuso el decreto de extinción de LyFC firmado por Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa, el autollamado presidente del empleo.

Esta jornada, ha sido en más de un sentido, una jornada histórica para la lucha de nuestra Organización Sindical, en la resistencia a las acciones inconstitucionales e ilegales de quienes detentan el poder en nuestro país. Insistiremos en caminar en las rutas que nos ofrecen nuestras leyes, pero no somos ingenuos, esta lucha se va a resolver con la movilización política de todos los trabajadores y el pueblo, de México, en las calles y plazas públicas, a eso los convocamos, a detener a los que quieren gobernarnos a base de decretos, como los dictadores de los setenta en América del Sur, se los impediremos, sin duda alguna.

Seguiremos desbrozando el camino para que en nuestra patria, se restablezca la Legalidad Constitucional, ese es el compromiso ineludible de nuestro Sindicato, no cejaremos hasta lograr que el verdadero estado de derecho prevalezca en nuestro país.

Volvemos a insistir, O SON ELLOS O SOMOS NOSOTROS, que a nadie le quepa la menor duda, este país debe recobrar su autentica Soberanía e Independencia Política y Económica.

“Por el Derecho y la Justicia del Trabajador”
México D.F. a 31 de octubre de 2009
Fernando Amezcua Castillo
Secretario del Exterior

¿Para Nacional de Labores? Acepto

Como estudiante de posgrado de la Universidad Nacional, como una estudiante comprometida con sus estudios de maestría y amante del conocimiento que liba en su alma mater (la UNAM), me declaro lista a iniciar un paro nacional que incluya la suspensión de labores en mi casa de estudios con el propósito de demandar al gobierno de facto el cese de todas sus embestidas de corte neoliberal. La situación es ya insostenible y frente al último embate que está a punto de dejar a 44 mil electricistas sin el ingreso que reciben como trabajadores de LyFC, la única solución viable (y pacífica) es impulsar un Paro Nacional de Labores cuyo fin sea hacer saber, hacer sentir y hacer recordar al grupo en el poder que el país puede quedar paralizado a no ser que nosotros (la sociedad) decidamos –como lo hemos hecho hasta ahora- que siga su marcha. Las cosas no funcionan si no es con el consenso y la venia de la sociedad, que no olviden los gobernantes que son nuestros representantes y que, más allá de sus propios y muy particulares intereses, están mandatados a acatar la voluntad popular. Si nuestros gobernantes no están de acuerdo con representar la soberanía del pueblo, entonces que vayan pensando en un nuevo constituyente (o la extinción de éste) en donde con sinceridad acepten que ellos pugnan por un gobierno fascista o por una suerte de monarquía despótica.

Regresando de la Marcha...

Vengo regresando de la marcha (son poco más de las 9:00 p.m.) y lo único que puedo decir es ¡IMPRESIONANTE!

Sospecho que, quizá, esta marcha igualó a aquella primera magna marcha que sucedió al fraude electoral de 2006. No sé cuántas personas estábamos allí, sólo sé que caminé desde la Diana hasta Bellas Artes y que, en toda esa caminata la concentración siempre fue constante y compacta y que, mucho tiempo antes de llegar a Bellas Artes (como una hora y media) se nos avisó a los contingentes situados a mi altura -esta vez acudí allí absolutamente sola: Paola no pudo llegar y a Arturo el trabajo le impidió acompañarme- que ya había llegado el primer contingente al Zócalo.

Ahora vengo exhausta y tengo tarea que hacer; pero pienso hacer una crónica de esto y subir algunas de las fotos que tomé (tomé bastantes y temo que tenga que seleccionar sólo algunas). Por lo pronto, subo aquí un par de ellas a modo de adelanto (NOTA: Este es material inédito y nunca lo verá usted por televisión).

Por cierto, aprovecho para agradecer a las personas que se toman la molestia y el tiempo de comentar acá, que este es un espacio de libertad y que hay foro para todos. Porque lo importante, por el momento, son cuatro cosas:

Libertad es mucho más que hacer y decir lo que se nos pegue en gana; libertad es ser responsable de nuestras elecciones, de aquello que decidimos.

Lo mejor de opinar no es tener un argumento a anteponer por el puro afán de no quedarnos callados, lo mejor es que nuestras opiniones sean opiniones informadas, pero -más importante- opiniones construidas a partir de nuestro propio juicio crítico y no sólo de lo que escuchemos decir a otros (para convertirnos, entonces, en especie de repetidores).

Lo importante es usar la razón para construir nuestros argumentos y no sólo el pathos.

Lo importante es, como indica una Hypathia al final de este blog, tener en mente lo siguiente: "Preserva tu derecho a pensar, puesto que incluso pensar erróneamente es mejor que no hacerlo en absoluto" (aunque yo me pregunto -en un afán filosófico- ¿en verdad es posible pensar y, al mismo tiempo, hacerlo erróneamente?)



Llegando a Bellas Artes:




Sindicato minero apoyando:




El SME en plena protesta:




Empleados de Reforma, mirando desde edificio:




Afuera del Inverlat cercano al Hemiciclo a Juárez:




Pinta en camiseta por la noche:




Los policías, muy en orden, fuera del Sheraton:




Andrés Manuel López Obrador en la marcha:





Televisa, fábrica de mentiras:





La Fibra Óptica:




Lo que verdaderamente está en juego + Opinión de Carrancá y Rivas

"Resultaría muy difícil encontrar entre los mexicanos a usuarios satisfechos del desempeño de su compañía estatal de servicio de electricidad. Además de las deficiencias (fluctuaciones de voltaje) y fallas (apagones constantes) últimamente se han agregado incrementos desmesurados en las tarifas. No es extraño, entonces, que resulte relativamente sencillo enardecer la animosidad de los usuarios por medio de una campaña mediática (propagandística) en contra de sus trabajadores o, más concretamente, en contra de su dirigencia sindical. Algunos comentaristas (incluso independientes) celebran que el gobierno haya decidido, dicen, poner un hasta aquí a uno de los sindicatos más antiguos (95 años), grandes y poderosos del país.


Durante décadas, los gobiernos (primero priistas y después panistas) han tolerado e incluso incentivado la conformación de dirigencias sindicales al servicio de los patrones y del gobierno a cambio de prebendas y nula fiscalización. El corporativismo mexicano se ha caracterizado por el intercambio de favores entre cúpulas sindicales y gubernamentales espurias. Una clase empresarial rapaz y coludida con gobiernos corruptos y a su servicio son apenas dos de las cuatro patas que sostienen el modelo mexicano, las otras dos son el sindicalismo a modo y el poder económico trasnacional.


Sería muy celebrable que uno de los actores en cuestión (en este caso el gobierno de México) decidiera cambiar dramáticamente este estado de cosas. No es así, y el cúmulo de hechos que rodean el conflicto hacen poco creíble la voluntad democratizadora y reformadora del gobierno. Veamos por qué.


El supuesto origen del conflicto


Una de las prácticas de control del gobierno mexicano sobre los sindicatos lo constituye la llamada “toma de nota” de sus dirigencias sindicales. Aún cuando en sus orígenes dicho trámite constituía un simple aviso, al gobierno, de cambio de dirigencia; con el tiempo se transformó en un requisito para la transferencia de poder de una dirigencia saliente a una entrante. Requisito por demás absurdo pues cualquier diferendo en la elección de nuevas dirigencias sindicales debe ser resuelto al interior de los propios sindicatos o por instancias establecidas por ley; en este caso por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCyA). Tan absurda resulta esta “toma de nota” como requisito para el cambio de dirigencia que el propio partido actualmente en el poder (PAN) solicitó su eliminación, como bien nos lo recuerda Arturo Alcalde Justiniani (1):


“El propio Vicente Fox, días antes de su elección, el 7 de junio de 2000, suscribió públicamente un compromiso ante organizaciones y personalidades de la sociedad civil, en su octavo y noveno apartado protestó eliminar el trámite de registro y de la toma de nota ante la autoridad laboral y establecer el registro público de sindicatos y contratos colectivos”.


Ahora, el gobierno del también panista Felipe Calderón utiliza la “toma de nota” para desconocer la nueva dirigencia del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) aún cuando la autoridad respectiva (JFCyA) no ha emitido fallo alguno. Casualmente, y de la misma manera que sucedió hace algunos años con el sindicato del Instituto Mexicano del seguro Social (IMSS), los medios masivos de comunicación han emprendido una campaña de linchamiento para justificar la acción del gobierno y para (de)mostrar la “necesidad” de privatizar los servicios que ofrece esta compañía estatal.


El argumento esgrimido por el actual secretario del trabajo (Javier Lozano) de que hubo “irregularidades en el proceso de elección” de la nueva dirigencia del sindicato no suena muy afortunado en boca de un funcionario de un gobierno cuyas “irregularidades en el proceso de elección” fueron desestimadas por su principal beneficiario (Felipe Calderón, su jefe) con altas dosis de cinismo al responder que él había ganado la elección presidencial “haiga sido como haiga sido”. No es ningún milagro que hasta hoy (tres años después) el gobierno de facto de Felipe Calderón no haya exhibido las boletas electorales que supuestamente le dieron el triunfo. Si las boletas no han sido destruidas todavía es por la tenacidad de algunos mexicanos que han apelado a organismos internacionales para su conservación. A nadie escapa que aún cuando ya no tengan ningún valor jurídico (la elección ya fue convalidada por las instancias legales) el principal beneficiado de su revisión sería Felipe Calderón si, como han querido hacernos creer, él hubiera ganado en los sufragios presidenciales del 2006.


Pero más allá de lo desafortunado del argumento de Lozano o del reconocimiento del propio PAN de lo inapropiado del “requisito” de la “toma de nota” por parte del gobierno federal, existen otros hechos que han sido poco ventilados (o deliberadamente ocultados) y que permiten comprender de manera más objetiva esta embestida por parte del gobierno de Calderón al SME.


El verdadero origen del conflicto


Algo que muy pocos mexicanos saben es que con los mismos cables que reciben el suministro eléctrico podrían recibir servicio telefónico y trasmisión de imágenes y datos (internet). Desde hace ya varios años la compañía Luz y Fuerza del Centro (LyFC la paraestatal que proporciona electricidad a la mayoría del territorio mexicano) ha venido sustituyendo su cableado por la denominada “fibra óptica”. Actualmente LyFC cuenta con una red de aproximadamente 1,100 Km concentrada, sobre todo, en la zona centro (Distrito Federal, Estado de México, Puebla y Morelos); que es con mucho la zona de mayor concentración demográfica y de actividad industrial en el país.


A sabiendas de esto, hace ya algunos meses una empresa privada cuyo origen es español (WL Comunicaciones) pero cuyos accionistas nacionales principales son dos exsecretarios de energía (Fernando Canales Clariond y Ernesto Martens) firmó acuerdos con la paraestatal para hacer uso de dicha red de fibra óptica. Sin embargo, el contrato colectivo de la paraestatal señala que “si a una empresa se le concede el usufructo de alguna infraestructura de Luz y Fuerza del Centro, el sindicato tendría el derecho de tener una concesión espejo para dar el mismo servicio.” Así, el sindicato solicitó ejercer su derecho a brindar servicios de comunicación a través del tendido eléctrico en un mercado creciente cuyo volumen de ventas se estima en decenas de miles de millones de pesos. Este, y no otro, parece ser el motivo de encono de la administración calderonista con el SME.


Uno de los principales reclamos de la sociedad a Felipe Calderón ha sido la eliminación de los virtuales monopolios en telefonía (Telmex, de Carlos Slim) y televisión (Televisa de Azcárraga y TV Aztecas de Salinas). No obstante, nada ha hecho el actual gobierno para estimular la apertura de dichos mercados. Al parecer Calderón ha optado por “arbitrar” entre los poderosos consorcios que patrocinaron su ascenso (Telmex y Televisa) no permitiéndoles invadir el terreno de uno u otro pero garantizándoles sus respectivos monopolios. Quizá algunos de sus correligionarios y socios podrían empezar a competir en el jugoso mercado del triple play (voz, imagen, datos) pero por supuesto no una agrupación de trabajadores y menos aún de un sindicato que se orienta a la izquierda y que ha manifestado su simpatía por el líder de oposición más popular del país: Andrés Manuel López Obrador.


Ahora comienzan a esclarecerse las verdaderas razones del gobierno de facto para desconocer a la dirigencia sindical del SME. Causaría risa la pretendida voluntad democratizadora del régimen de Calderón si no fuera por sus excelentes relaciones con las peores mafias sindicales del país como la de Elba Esther Gordillo (secretaria perpetua de los trabajadores de la educación) o la de Carlos Romero Deschamps (líder de los trabajadores petroleros) a quienes les hace los trámites de “toma de nota” a pesar de las airadas protestas de sus propios “representados” (2). De hecho, hace apenas unos días una resolución del Segundo Tribunal Colegiado en Materia del Trabajo ordenó a Lozano retirar la “toma de nota” a Romero Deschamps hasta que se analicen los resultados del proceso en el que se erigió como ganador (3). Ni Lozano ni Deschamps han dicho nada al respecto.


La campaña de linchamiento


Como se comentó al principio es imposible avalar el desempeño de la compañía suministradora de energía eléctrica en México. Sin embargo, resulta sospechoso que se quiera responsabilizar de su mal desempeño exclusivamente a sus trabajadores. No se debe olvidar que en los años recientes el gobierno ha alentado la participación privada en la generación de electricidad (ahora ya abarca 30% del total) y que, debido a los cálculos erróneos de la presente administración (como aquel del crecimiento de 5% anual), se han encarecido los costos y se ha retrasado la recuperación de la inversión (5 mil millones de dólares). Esto explica el aumento en las tarifas de la energía eléctrica y nada tiene que ver con los trabajadores. Pero no sólo eso, los recursos del estado hacia la paraestatal han disminuido año con año y en muchos casos se han subejercido. El pretendido subsidio a la energía eléctrica se aplica mayormente a los consumidores industriales y no a las casas habitación.


Como ocurrió con el sindicato de los servicios de salud (IMSS) los medios de comunicación se escandalizan en coro ante los “indignantes privilegios” de los trabajadores del SME. No dicen, por ejemplo, que los altos funcionarios de la empresa paraestatal (no del sindicato) pueden jubilarse con una renta de 131 mil pesos mensuales después de “laborar” un año y ocho meses (véase video en referencia 4) a diferencia de un trabajador que debe “cotizar” 30 años para recibir una pensión irrisoria.


No nos confundamos, no se trata de hacer una defensa a ultranza de las mafias sindicales que tanto han dañado al país y a sus trabajadores. Pero tampoco podemos ignorar hechos que están ahí, a pesar de ser ignorados por los grandes medios de este país. Bien puede ser que en la pasada elección de dirigencia en el SME haya habido irregularidades pero no es al secretario del trabajo a quien compete dirimirlas; menos aún actuando con el doble rasero que hemos evidenciado.


Finalmente, para nadie es un secreto que Calderón tiene como objetivo privatizar los pocos bienes que le quedan al Estado Mexicano con la coartada de la supuesta falta de eficiencia. Como en el caso de la empresa estatal de petróleo (PEMEX) las administraciones neoliberales de las últimas décadas han tratado a toda costa de estrangularlas para poder entregarlas al gran capital nacional y extranjero. En el caso de PEMEX cuentan con el aval de un secretario general (Deschamps) al parecer tan espurio como el jefe del ejecutivo federal (Calderón)."


Arturo A. Peña


Fuentes:






ARTÍCULO TOMADO DE AQUÍ


Opinión de Carrancá y Rivas:


22 muertos ¿Fuente? Señorita electricista

Hoy que venía de regreso de Ciudad Universitaria a mi casa, me encontré en las afueras del metro CU a dos chicas repartiendo volantes que informaban sobre la situación del SME; de inmediato les recibí el volante y me acerqué a ellas con el propósito de dialogar y de preguntarles qué puede hacer la población interesada en apoyarles a efectos de lograr tal fin (entre otras cosas les dije que toda mi familia está consternadísima por lo que está ocurriendo y que nos sentimos impotentes por no poder hacer algo determinante que pueda ayudarles); les pedí también un bonche de volantes para repartir por mis rumbos y que me orientaran y me dijesen con claridad qué podemos hacer para ayudarles. Me dijeron lo siguiente:


1) Estamos convocando a la población para que a las 7:00 p.m. y a las 9:00 p. m. enciendan todos sus electrodomésticos, dejen correr cinco minutos y, enseguida, bajen el switch. Lo que queremos es provocar apagones en la Ciudad. Yo les dije que me parecía muy bien, pero pregunté si ello no podría dañar a nuestros aparatos. La respuesta categórica fue "No, esto lo tienen bien estudiado los electricistas y si se les está pidiendo que apaguen el switch es porque ello garantiza que ningún equipo saldrá dañado". Comento también, de forma anecdótica que, el Papá de Arturo es Ingeniero en Electricidad (tan politécnico como mis padres); de modo que le pedí una asesoría y le pregunté si es verdad que esto puede hacerse sin perjudicar nuestros electrodomésticos; a grandes rasgos –las explicaciones técnicas me las ahorro, porque no creo lograr ser muy elocuente- me dijo que, efectivamente, los aparatos no se verían dañados.

2) No paguen sus recibos de luz.

Todo esto me parece estupendo y lo difundo por este medio. Conozco también el grado de alienación de vastos sectores de mi sociedad y sé que dichos sectores no apoyarán la medida (me refiero a la gente absurda que cree que el deterioro de "Luz y Fuerza del Centro" fue generado por sus propios trabajadores; a la gente que se siente feliz de saber que los trabajadores electricistas perderán las prerrogativas que se han ganado -a pulso- a lo largo de los años (entre otras cosas, exponiendo -muchos de ellos- sus vidas a fin de arreglar los imperfectos de un sistema eléctrico por demás obsoleto); a la masa individualista que no está dispuesta a tener el celular descargado o a prescindir de la laptop y del navegue en la Web, etc.). Sé, también, por otro lado, que hay un grupo de gente consciente e INFORMADA que está dispuesta a hacer eso y más con tal de que no se perpetre este nuevo atropello proveniente del gobierno fascistoide de Felipe Calderón (me refiero, claro, al "presidente del empleo" que está a punto de dejar a 66 mil trabajadores sin su chamba). El punto es, yo hago mi labor: difundo la información y que cada ciudadano decida (jamás vulneraría las libertades de otros –por supuesto estoy ironizando-).

Después, pregunté que me informaran de todo aquello que no están diciendo los medios. De lo que me informaron, destaco lo siguiente (lo demás, puede hallarse en medios de información alternativa en la web (blogs, redes sociales, páginas de resistentes, etc.)):

El gobierno usurpador –esto no lo dijo textual la señorita, esto es ya mi redacción- decidió contratar a ingenieros en aquellos menesteres necesarios para el manejo de la luz y, hasta el día de ayer han muerto, electrocutados, 22 de dichos ingenieros ¿Por qué? Sencillo, no saben operar las plantas; no tienen conocimientos, no tienen los años de experiencia que tiene el electricista mexicano, ser que –en medio de los embates neoliberales y del debilitamiento de que ha sido objeto “LyFC”- ha operado una maquinaria totalmente obsoleta, haciendo gala de total ingenio para, a pesar de ello, hacer que las ciudades estén iluminadas.

Finalmente, me invitó a la marcha de este jueves (de la que ya estaba enterada y a la que, a pesar de que mi salud en estos días está en uno de sus clásicos declives, pienso asistir después de que terminen mis consabidas clases de los jueves en la maestría). No asistiré pensando que la marcha resolverá el asunto (los acontecimientos pos fraude 2006 nos indican con claridad que, con una sociedad tan escindida como la nuestra, las marchas terminan siendo sólo actos simbólicos o válvulas de escape), a sabiendas de ello, he decidido ir, tomando esto como un acto en el que, quizá de forma simbólica, quiero expresar a los electricistas del SME mi apoyo).

Terminada la charla, me dirigí a los andenes del metro, abordé y entregué –durante el camino- dos de los volantes a dos personas que comenzaron a leerlos mientras los sostenía en mis manos. Cuando llegué a mi estación de bajada, me paré a la entrada del metro y me puse a volantear (cosa que, mi hermana y yo, de manera voluntaria, hicimos en variadas ocasiones durante los meses pos fraude 2006 y que, así como nos acarreó simpatías, nos acarreó también insultos lacerantes de personas que –considero yo- son fanáticas de la ultraderecha mexicana, sus dogmas y sus ideas o ¿por qué ofender a alguien –con leperadas y con todo lujo de violencia- por no simpatizar con tu pensamiento político? Terminé de repartir los volantes, me dirigí a casa y, al llegar, puse a Art al corriente de todo lo sucedido (pero eso amerita otra historia).

Comparto, para finalizar esta última reflexión:

1. Si es cierto –como sostiene Calderón- que el decreto que publicó en la madrugada del sábado (tras la toma de la PFP, con lujo de violencia, de “Luz y Fuerza del Centro”) ha sido emitido y decidido debido a que el sindicato está lleno de vicios y ha llevado a la debacle a la compañía de luz, entonces –pregunto yo- ¿No debería Calderón, fiel a dicha filosofía, presentar su renuncia?, ¿No debería, el hombre que tiene sumido a México en su peor crisis económica en la historia, renunciar?, ¿No debería, el “presidente el empleo” con la tasa histórica de desempleo más alta que la del propio Fox, renunciar? ¿No debería, el hombre que tiene sumido a México en una supuesta lucha contra el narcotráfico y un combate a la inseguridad no reflejado en las cifras, renunciar?, ¿No debería, en suma, este delincuente electoral, renunciar? Calderón, el hombre sin escrúpulos, carente de visión, de moral o de no sé qué carajos que está a punto de llevar al país a un estallido social y derramamiento de sangre como sólo quizá se vio en México ’68 (en las últimas décadas, claro). ¿Y no debería, también, liquidar a Elba Esther Gordillo, ese parásito sindical del magisterio mexicano? Esto último no lo hará, porque Elba Esther es su querida operadora electoral.


2. Los medios menos serviles han publicado ya la verdad que se esconde detrás de este decreto: Ir por la fibra óptica de “Luz y Fuerza del Centro” para concesionarla –una vil privatización, vaya- a sus socios españoles (no piensen mal, no tengo nada contra los españoles) con el propósito de que éstos echen a andar jugosísimos negocios que tienen que ver con la prestación del servicio de Internet (dando aquí click, hallan la nota completa). Por supuesto, los electricistas habían hablado ya, tiempo atrás, de la posibilidad de prestar este servicio a cuotas módicas –dado que la Cía. De Luz es una empresa del Estado- a todos los mexicanos y con ello, acelerar el ingreso de nuestra sociedad a la súper carretera de la información.


3. No me pega la gana que los españoles vengan a administrar algo que los mexicanos electricistas saben hacer muy bien. No me pega la gana porque es algo absolutamente ilógico: el costo por hacerlo extranjeros –su inversión- aumenta, por ende, la tarifa que me ofrecen, aumenta ¿mejorará el servicio? No. Ah sí, lo olvidaba: ¡las oficinas en donde efectuaré mis pagos estarán todas mononas, llenas de pantallas de plasma, con pisos de mármol negro reluciente que me ofrecerán la ficción de que he ingresado a la modernidad! Y ¿quién pagará por tal “modernidad”? Nosotros. (¿Pagar por entrar a su mentada modernidad?, ¿por qué mejor no hacerlo invirtiendo en ciencia y tecnología creada por mexicanos?).


4. Dejoo un vídeo con imágenes de “El Fisgón” y un artículo de Ricardo Rocha, publicado en “El Universal” que, con un estilo muy directo y sin demasiados ornamentos, pone en evidencia lo que hay detrás de esta nueva maniobra.


5. El gobierno hace lo que nosotros hemos permitido que haga y ¿Por qué no? tal vez la sociedad mexicana es un gran fractal, cuyo patrón generador somos nosotros y, el gobierno, tan sólo uno de nuestros miembros autosemejantes.

P. D. Dejo una disculpa por lo mal redactado que estuvo mi post; los pocos que leen esto, lo comprenderán: la maestría me demanda harto tiempo.

Por cierto, prefiero recibir andanada de discrepancias que indiferencia (acepto a quien se moleste por yo considerar enajenado, individualista, absurdo o desinformado a quien ve las cosas desde otra perspectiva: creo que de una opinión es admisible el relativismo, pero creo también que hay una cierta realidad que merece ser examinada a la luz de la razón y no sólo a través de los medios a los que el gobierno les dicta línea. Finalizo, sé que esos adjetivos que he usado no ayudan a disminuir la polarización que hay en nuestra sociedad, espero se me comprenda, esta vez quiero dar rienda suelta a mi enojo, un enojo al que, en serio, normalmente reprimo).

NOTA FINAL: Esta vez varias de las aseveraciones que hago están basadas en cosas que leí ya ha tiempo -o ha poco- en algún lugar, y no tengo el dato preciso. Así que, bienvenida cualquier corrección o precisión.


Vídeo de "El Fisgón":



¿Goliza?

Por Ricardo Rocha

Así lo creen muchos. Que el gobierno le ha metido ya tres goles al Sindicato Mexicano de Electricistas: primero la negativa rabiosa de la toma de nota; luego el sabadazo nocturno con todo y el despliegue de nuestros “rambos” tlahuicas, mientras festejábamos el pase a Sudáfrica; y ahora, la extinción del sindicato maldito a puros billetazos.

El problema es que estamos en el intermedio. Y falta la segunda parte.

Lo cierto es que hasta ahora han sido apabullantes las campañas oficial y oficialista con mensajes repetidos hasta la náusea: Luz y Fuerza del Centro opera desde otro planeta y en su debacle nada han tenido que ver los gobiernos panistas; los culpables de todos sus males, y de paso de la crisis económica, son sus demoniacos trabajadores y más particularmente ese satanás llamado Martín Esparza. De seguir así las cosas, México se hundiría, la FIFA revisaría el resultado contra El Salvador —especialmente el sospechosísimo incidente de las abejas—, anulando el partido, y hasta Obama —que diría “y yo porqué”— perdería el Nobel de la Paz.

Afortunadamente la patria se ha salvado y todos seremos muy felices gracias a esta decisión histórica valiente y oportuna, diría el ínclito César Nava.

La cosa no es tan sencilla. Primero el gobierno tendría que explicar las maledicencias que señalan que en estas administraciones panistas hubo toda una estrategia para propiciar el desastre financiero de Luz y Fuerza: gracias a exenciones de pagos de grandes empresas amigas; al subsidio a la CFE mediante la compra de energía muy cara y a la nula inversión en infraestructura que provocó que el equipo y las instalaciones viejísimas se estén cayendo a pedazos. Pero sobre todo tendrá que contestarnos claramente si es verdad que sus secretarios Canales Clariond (Economía-Energía) y Martens (Energía) se agandallaron la bonita concesión de más de mil kilómetros de fibra óptica a partir de la red eléctrica, para ahora ofrecerla al mejor postor en una subasta de muchos miles de millones de dólares. Y que para lograrlo tenían que quitarse de encima a un sindicato incómodo ligado a la izquierda y a López Obrador.

También sería bueno que los señores Gómez Mont y Carstens nos aclaren por qué si la hecatombe de Luz y Fuerza se debe a los flojos, irresponsables y abusivos trabajadores del SME, ahora los van a premiar con 4 mil millones de pesos adicionales e ilegales —“más allá de lo que marca la ley”— de indemnización con tal de que firmen ahorita y se vayan ya saben dónde.

Aguas. Que el segundo tiempo comienza el jueves.


FUENTE: Aquí.

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