Democracia y poblaciones chicas
domingo, 11 de octubre de 2015 by Eleutheria Lekona
La libertad es un fetiche de la liberal-democracia. Es importante entender eso; la libertad se construye, se conquista, pero no es algo que nos esté dado de una vez y para siempre. Invocarla como argumento es incurrir en falacia de autoridad.
La democracia, como tal, no sólo no existe, sino que operativamente es apenas procedente en poblaciones chicas. Además, como bien atinara a señalar Kant, la democracia es un despotismo también. Tanto como la aristocracia, por ejemplo.
¿Qué estoy sugiriendo?
¿Que abandonemos el ideal democrático? No, no estoy sugiriendo eso; como ideal nos sirve porque, ciertamente, tiene sus bondades. Estoy diciendo que revisemos nuestros discursos y el de quienes se quieran servir para todo del ideal democrático a fin de imponer —ellos sí— sus visiones fascistas (hablo de la clase oligárquica).