El Blog, reproductor de nuestra anemia de inicios de siglo
viernes, 26 de marzo de 2010 by Eleutheria Lekona
No ha pasado ni un mes y he abortado ya, una buena parte de mi programa de conmemoración del bicentenario. En parte por inconclusa (como adjetivo, me define magistralmente), pero también por las condiciones que definen a mi circunstancia: las condiciones personales, las materiales, las externas y todos los obstáculos que Eleutheria ve cuando se trata de perder el entusiasmo. Si hay algo que me bordea a cada instante es esa pérdida por el entusiasmo que -eurekas efímeros- vuelve repentino, una tarde cualquiera, ante un arcoiris, el aleteo de un colibrí o el color de los vegetales (el color del betabel, por ejemplo –no ya sus irregulares circunferencias concéntricas que lo conforman- es cosa que me avasalla). Me siento un Runo Elodial con útero carente de espasmos. A veces me pregunto anonadada, ¿cómo es que hay días que hago preparativos, que creo en el progreso, que un inconfesable afán por la ejecución se apoltrona en mi espíritu, que el tiempo corre lineal y creo en el mañana? Supongo que por esta cualidad mía, en parte, mi blog no exhibe esa característica –a veces francamente agradable- de aquellos blogs en los que sus creadores dejan fluir, desfilar –una a una- sus ideas en estos sitios. Confieso que –incluso- he llegado a escribir uno de esos posts confesionales, personalísimos en los que alucines de toda clase se vierten a bits. Entusiasmada comienzo la escritura, posesa, endemoniada. Al final –y esto no puede ser más cierto- el deseo original por plasmar “mis ideas” muere, releo lo escrito y no lo hallo sino evanescente, como cubierto por una pátina de vulgaridad. Como si una especie de anhedonia momentánea se posesionara de mi entusiasmo original; afortunadamente, su fugacidad no ha hecho mella sobre mis bríos iniciales que siempre retornan (traducción: tarde que temprano, en particular, habré de palomear algunos puntos de mi plan conmemorativo).
Éste es uno de esos posts confesionales (de los que tanto rehúso y termino reproduciendo). Lo publicaré. Hoy no haré juicios de valor y me sumergiré en la tibia comodidad de quien se desprende de sus pensamientos. Y en este punto no puedo evitar concluir con palabras del magnífico Cioran:
“Desde que Schopenhauer tuvo la descabellada idea de introducir la sexualidad en la metafísica, y Freud la de sustituir el equívoco picante por una seudociencia de nuestros trastornos, es admisible que cualquiera nos hable de la «significación» de sus proezas, de sus timideces y de sus logros. Así comienzan todas las confidencias y acaban todas las conversaciones. Dentro de poco nuestras relaciones con los demás se reducirán al registro de sus orgasmos efectivos o inventados... Es el destino de nuestra raza, devastada por la introspección y la anemia: reproducirse a través de la palabra, hacer alarde de sus noches, exagerar sus desfallecimientos y sus triunfos.”
No se que me genera tu forma de escribir, si envidia o fascinación...
... o las dos envidia y fascinación jijijijiji
Hola Ciudadano, es un lindo cumplido de tu parte, Gracias...
De nada mi apreciable Eleutheria, no sabes como disfruto leer todo lo que escribes, incluso te diría que despues de ello (de leerte), me siento más vulgar que de costumbre, porque aunque no se me dé, me gusta mucho la pulcritud...
Ciudadano.... me haces reír (gracias).
¿y si al terminar de escribir tus posts, sòlo te dijeras:¡està perfecto!? Talvez recuperarìas el entusiasmo...
Hola Ernesto, he de decirte que suena perfecto eso que dices...
Eleutheria. El entusiasmo no se pierde, solo se duerme por unos días.
Yo cuando sienta esa necesidad de hacer post personales (que bueno, ya se que hay una gran diferencia de mi blog y el tuyo) mejor escribo un correo. Alguna vez ta ha tocado a ti recibirlos.
Pasaba para leerte y desearte un atrasado, como todo lo que he hecho ultimamente: !Feliz cumpleaños!. Muchos saludos amiga.
Una pregunta Jorge, ¿eres Jorge mi amigo de MAC? Sí que lo eres.
De tu comentario...
No creo que tenga que ver con destinatarios (de que los hay, los hay), sino -justo como comentaba en el post- con un afán de teatralidad. Por eso abomino de las redes sociales, y por eso utilizo el blog con otro tipo de fines (mis aspiraciones altermundistas): uno puede venir aquí y decir cualquier clase de cosas y crearse historias bien mafufas de cosas que uno no es, pero uno también puede venir aquí y dar rienda suelta a sus utopías. Además, tienes razón, sólo se duerme a temporadas.
Dado que sospecho que eres Jorge mi amigo de MAC, pues te regreso la felicitación porque estamos vísperas tu cumpleaños.
¡¡Saludos!! *_*