Observando (autosublimación, dirían los psicoanalíticos)

16 de septiembre de 2012

A veces, tú tienes la más genuina intención de dar una opinión, de hacer una crítica constructiva, pero la gente no puede creer esto y está normalmente a la defensiva. Tal vez transfieran sus propias motivaciones a las motivaciones de los demás. No sé. Antes, esto me afligía mucho, ahora, nada, admito que es parte de lo que hay aquí y hay que aprender a coexistir con esa clase de emociones habitando también en el humano (no puedo evitar volver a Albert Camus). Yo por mi parte me siento libre en ese sentido. Sé de mi claridad, de mi transparencia en ese proceder. Quizá hasta haya algo de ingenuidad en mí por ese modo de ser. No me importa. Ésa sí es una de las cosas que aprendí a defender y reivindicar de mí misma: yo no puedo hacer mías las amarguras del mundo. Mejor me ocupo de exorcizar las propias y punto. Entiendo que algunas personas se vayan endureciendo-agriando y construyendo corazas a su alrededor, sin embargo, es algo que no quisiera adoptar para mí.

O de este adagio:

De cuando una persona traslada toda una discusión hacia una crítica que le ha sido hecha y ya no es capaz de ver nada más.

Debemos preguntarnos

8 de junio de 2013

No quiero asistir —sumisa— a la fragmentación de la izquierda en México. Y no voy a asistir.

Mi último post —que pareciera una arenga salida de la nada—, se debe a la lamentable reyerta que tuvo a mal celebrase el día de ayer entre Alfredo Jalife (conocido analista mexicano) y un par de tuiteros más o menos conocidos entre los círculos de izquierdas (más avalancha adlátere), que pone de manifiesto la situación casi agónica, por fragmentada, de la izquierda mexicana. Incluso más molestas que las invectivas de Jalife (no sé qué calificativo poner a los tuits de un hombre del que se espera argumentara y cuya tendencia a la descalificación se convirtió en norma en su timeline), me parecieron los posteriores brotes de desconfianza entre la comunidad tuitera —que por supuesto no comparto— y que exhibe esa tendencia generalizada, en parte humana, de vernos incapaces de llevar a la práctica unas ideas que se supone nos unifican y cuyo núcleo humanista queda seriamente lesionado por nuestra praxis precisamente.

La izquierda mexicana, antes de ponerse a celebrar el mínimo de sus logros —logros que de ninguna manera infravaloro—, antes de ceder una y otra vez a la tentación de minimizar el más nimio de sus errores, etcétera, debe preguntarse en actitud bien autocrítica cómo hacer para unificar lo que de común hay en nuestras luchas. Debemos preguntarnos.

Al menos en teoría, entre la izquierda anidan una serie de reivindicaciones sociales sobre las condiciones de explotación, pillaje, e incluso miseria, sociohistóricamente determinadas por el capitalismo desde su surgimiento hasta nuestros días y que, como sabemos, exceden por mucho el mero radio de acción de nuestro humanidad. Ese debiera ser todo el eje de nuestra lucha, toda la sustancia. Me pregunto, ¿habrá de dar la izquierda razón a la postmodernidad? ¿Habremos de dar razón a las tesis fatalistas del nihilismo? ¿Es que nuestra humanidad es tan mugre como sostienen sus pensadores? [1]

Sobre todo, preponderantemente mugre cuando se trata de actuar en masas. Empiezo a creer que no debiéramos actuar en masas, sino —como argumentaba el otro día— como individuos diferenciados, ideológicamente definidos, PERO, interesados siempre y genuinamente en los otros (individuos). [2]

Quizá pronto escriba para Eleutheria una tesis más argumentada de por qué creo que actuar en masas nos vuelve particularmente vulnerables a la escisión y al fracaso (quizá más en México que en otros países, no lo sé). [3]

La única valoración que lleva el adjetivo "mugre" es práctica; por ejemplo, no permitirnos actuar cohesionados en la izquierda.

No es que seamos "mugres" o no lo seamos. Es que somos esto. (Necesidad: nihilismo hindú, nihilismo schopenhaueriano.) [4]

Publicado en Je Suis Eleutheria en los enlaces indicados.

Sobre la Crítica

29 de marzo de 2013

Criticar un texto no es demolerlo. Criticar a un filósofo no es demolerlo. La buena crítica sabe reconocer los aportes de una teoría o de un pensador. La crítica es una operación de síntesis.

En Je Suis Eleutheria [1]

Plasmas, entropía, orden y caos

15 de mayo de 2013

El comportamiento de los plasmas en el universo (99% de la materia bariónica que lo pervade, y sólo 2% de la materia total), le da en la torre a nuestra comprensión, más local, del concepto de entropía. Es probable que por la negentropía, tengamos esas formaciones tan armoniosas, simétricas —y como obedeciendo a un patrón—, de las formaciones fractales que se acumulan en el universo.

Ignoraba esta violación (negentropía) al segundo principio de la termodinámica (que la entropía o nivel de desorden de un sistema en equilibrio termodinámico tiende a crecer), pero ahora que la conozco, me regresa la esperanza sobre el destino del sistema dinámico que constituye nuestra especie.

Que sea la voluntad la que nos lleve a abrevar —nuevamente— de los subsistemas que están a nuestro alrededor, a alimentar del orden exterior a nuestro propio sistema, a fin de equilibrarlo con nuestro propio caos.

Hace unos días escribía un textito para responder a un lector de Eleutheria (que aún no publico), en esta misma dirección, pero sin conocer el concepto de negentropía (que el orden tiende a ser restablecido, en una especie de lucha con la entropía) aunque como intuyéndolo de alguna forma, y estoy fascinada. El llamado ying/yang de ciertas doctrinas orientales de que tiendo a desconfiar, etcétera.

Estoy releyendo «La vida, el tiempo y la muerte» de Cereijido, Marcelina y Fanny, ello me llevó a buscar en la red un concepto más amplio de «entropía», de donde di con este sitio. Tanto lo que se expone en el sitio, como los párrafos que redacté (que resumen para mí y concluyen algunas cosas de sendos textos), no debieran ser tomados como verdades incontestables o científicas. Son extrapolaciones de conceptos científicos a la comprensión del mundo en un plano más humano; las llamadas intuiciones que, desde la antigüedad, han permitido a la especie abrirse paso por el mundo. A pesar de mi innegable formación científica estoy perfectamente consciente de que nos queda una parcela de realidad inexplicada, más grande que lo poco que hayamos logrado explicar hasta ahora. Por esa simple razón, me permito estas lecturas con cierta flexibilidad, con cierta apertura.

A ver si al rato publico en el blog —y aquí—, ese texto de respuesta a mi lector, bastante más en sintonía con una comprensión racionalista de las cosas que, inevitablemente, tiendo a tener.

En Je Suis Eleutheria en este enlace.

Camus y el absurdo

Jueves, 7 de marzo de 2013

Por si se me pregunta, digo que El Mito de Sísifo no es la obra capital de Camus; tampoco es una declaración de principios (bueno, a lo mejor sí de principios estéticos). Es solamente la exposición del problema con que abre el siglo (el problema del absurdo a instancias de los magnicidas de Dios como Nietzsche) y la solución, todavía más absurda, que le dieron hombres absurdos como Kierkeegard y Husserl. Por cierto, la filosofía de la trascendencia de Kierkeegard con todo y lo poética que pueda ser me resulta apenas digerible, una metafísica de la exasperación. Si se quiere ir al núcleo del pensamiento de Camus y de su filosofía (existencialista), entonces hay que ir a El Hombre Rebelde. No solo un lúcido, hermoso texto. Sino una de las críticas más sólidas (otra es la de Jean Paul Sartre) a la postmodernidad (anterior a la postmodernidad). 

Tengo la impresión de que, con todo y sus sendas famas, estos dos filósofos están algo olvidados. No son los Derridás ni los Foucalts. Esto, me parece, se debe en parte a que desnudan y ponen de manifiesto la improcedencia del nietzscheanismo (porque el nitzscheanismo o parte de él es una reacción y no nada más, como siempre se afirma, un pensamiento revolucionario) y, en general, la necesidad de abandonar este pensamiento decadente y nihilista de la postmodernidad para sustituirlo por la acción y la asunción de la libertad humana. El nietzscheanismo es más lo que sus discípulos hicieron de él (distorsionándolo en muchos casos) que lo que, sospecho, el Nietzsche lúcido quería que fuera. No sé.

En Je Suis Eleutheria [1]

¿Es el teísmo siempre necesario?

29 de marzo de 2013

Quizá no es conveniente prescindir del basamento ético del cristianismo, pero tampoco creo que Dios sea indispensable en la construcción de un basamento ético. Se puede tener mucha ética sin tener a Dios.

En cualquier caso, la religión cristiana es la forma eclesial —como institución— del vasallaje colonialista europeo en América. Si hubiesen conquistado árabes la franja americana, quizá estaríamos adorando a Mahoma y leyendo El Corán.

¿Por qué no adoptar, por ejemplo, los principios éticos del hinduismo que, en mi opinión, son superiores a los principios éticos cristianos?

A unas horas de que el presidente electo en la república Argentina, Mauricio Macri, tome el poder en la Casa Rosada sus operadores en la derecha política asestan el que parecería ser el primer golpe mediático contra un diario de izquierdas en ese país; o quizás, no sean operadores del político argentino sino grupos clandestinos actuando de manera independiente. En general, resulta difícil pensar que estos sucesos no están relacionados con el cambio de gobierno —un gobierno de ultraderecha—, hostil por completo al proyecto Unasur, al gobierno de Cristina Fernández y ahora, al parecer, a la libertad de expresión en los diarios de izquierdas. 

Anoche, por fortuna, alcancé a tomar esta captura de pantalla en donde puede leerse a detalle en qué han consistido estos ataques y que coloco ahora en el blog. De hecho, desde anoche el sitio volvió a entrar en funciones y hoy, otra vez, hace escasas horas, recibieron el que probablemente sea el sexto o séptimo ataque al sitio. 


Figura 1. Atentado a la libertad de expresión

Añado, además, esta sátira en la que con mucha ironía y de manera muy lúdica el diario informaba
esta mañana acerca de lo ocurrido

Figura 2. Ataque al sitio web de Página 12

La necesidad de postear esta entrada es evidente. ¿Por qué no todo mundo está hablando de este atentado a la libertad de expresión? ¿Por qué no es primera plana en todos los diarios del mundo? ¿Qué lectura hacer de este episodio? ¿Polarizar? ¿Disciplinar a los medios opositores? ¿Lanzar advertencias? ¿Unificar? ¿Es tan incómoda al poder la información que se distribuye a través de este medio escrito? Y el poder, ¿es tan burdamente autoritario? ¿Así? ¿Tan plano? ¿Tan simplista?

Enlace a la página web del diario.

Sanvean I y II

II. Pase lo que pase Sanvean me tocará el corazón siempre. Allí estoy yo, parte de mi tiempo y de mi existencia. Y eso, ningunas formas a mí ajenas lo aniquilan. Ni mi voluntad, ni mi vitalidad ni mi energía. Soy del cosmos, de las estrellas, de la noche y de este momento.


I. Sanvean soy yo, Sanvean es mi tiempo y son mis días. Sanvean es la exclusiva realidad de mi mente. Mi vitalidad, mi voluntad y mi energía. Sanvean es vacuidad. Sanvean son mis deidades y la naturaleza de aire de mi ser efímero. Sanvean dormita bajo la lluvia. Sanvean es libre y baila.



Sanvean: I am your shadow. Lisa Gerrard

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