15 de mayo de 2013
El comportamiento de los plasmas en el universo (99% de la materia bariónica que lo pervade, y sólo 2% de la materia total), le da en la torre a nuestra comprensión, más local, del concepto de entropía. Es probable que por la negentropía, tengamos esas formaciones tan armoniosas, simétricas —y como obedeciendo a un patrón—, de las formaciones fractales que se acumulan en el universo.
Ignoraba esta violación (negentropía) al segundo principio de la termodinámica (que la entropía o nivel de desorden de un sistema en equilibrio termodinámico tiende a crecer), pero ahora que la conozco, me regresa la esperanza sobre el destino del sistema dinámico que constituye nuestra especie.
Que sea la voluntad la que nos lleve a abrevar —nuevamente— de los subsistemas que están a nuestro alrededor, a alimentar del orden exterior a nuestro propio sistema, a fin de equilibrarlo con nuestro propio caos.
Hace unos días escribía un textito para responder a un lector de Eleutheria (que aún no publico), en esta misma dirección, pero sin conocer el concepto de negentropía (que el orden tiende a ser restablecido, en una especie de lucha con la entropía) aunque como intuyéndolo de alguna forma, y estoy fascinada. El llamado ying/yang de ciertas doctrinas orientales de que tiendo a desconfiar, etcétera.
Estoy releyendo «La vida, el tiempo y la muerte» de Cereijido, Marcelina y Fanny, ello me llevó a buscar en la red un concepto más amplio de «entropía», de donde di con este sitio. Tanto lo que se expone en el sitio, como los párrafos que redacté (que resumen para mí y concluyen algunas cosas de sendos textos), no debieran ser tomados como verdades incontestables o científicas. Son extrapolaciones de conceptos científicos a la comprensión del mundo en un plano más humano; las llamadas intuiciones que, desde la antigüedad, han permitido a la especie abrirse paso por el mundo. A pesar de mi innegable formación científica estoy perfectamente consciente de que nos queda una parcela de realidad inexplicada, más grande que lo poco que hayamos logrado explicar hasta ahora. Por esa simple razón, me permito estas lecturas con cierta flexibilidad, con cierta apertura.
A ver si al rato publico en el blog —y aquí—, ese texto de respuesta a mi lector, bastante más en sintonía con una comprensión racionalista de las cosas que, inevitablemente, tiendo a tener.
En Je Suis Eleutheria en este enlace.