«Oscilación»
miércoles, 29 de mayo de 2013 by Eleutheria Lekona
miércoles, 29 de mayo de 2013 by Eleutheria Lekona
No hay palabras para expresar la dulzura de sentir que existe todo un mundo del que el Yo se halla totalmente ausente.
Sofia Kovalevskaya
“La formalidad rigurosa de la sintaxis, sólo tiene sentido cuando detrás de ella se encuentra la riqueza creativa de la semántica”. José Alfredo Amor Montaño
¿Sabes qué pasa? Que no me había percatado de que tuviste a bien responder al último comentario que hice en "Despierta Libertad". ...
Me niego a vivir en el mundo ordinario como una mujer ordinaria. A establecer relaciones ordinarias. Necesito el éxtasis. Soy una neurótica, en el sentido de que vivo en mi mundo. No me adaptaré al mundo. Me adapto a mí misma.
Anaïs Nin
"...México es un país extraordinariamiente fácil de dominar porque basta con controlar a un solo hombre: el presidente. Tenemos que abandonar la idea de poner en la presidencia mexicana a un ciudadano [norte]americano, ya que eso llevaría otra vez a la guerra. La solución necesita de más tiempo: debemos abrirle a los jóvenes mexicanos ambiciosos las puertas de nuestras universidades y hacer el esfuerzo de educarlos en el modo de vida americano, en nuestros valores y en el respeto al liderazgo de Estados Unidos.
México necesitará de administradores competentes. Con el tiempo, esos jóvenes llegarán a ocupar cargos importantes y eventualmente se adueñarán de la presidencia. Sin necesidad de que Estados Unidos gaste un centavo o dispare un tiro, harán lo que queremos. Y lo harán mejor y más radicalmente que nosotros."
Entrada del diario de Richard Lansing, secretario de Estado del presidente de Estados Unidos Woodrow Wilson, en 1924.
"Si tengo la desfachatez de creerme en posesión de la verdad es porque nunca he amado nada sin a la vez odiarlo."
E. M. Cioran
"Porque el mundo del que somos responsables es éste: el único que nos hiere con el dolor y la desdicha, pero también el único que nos da la plenitud de la existencia; el que nos ofrece un jardín en el crepúsculo, el roce de la mano que amamos; esta sangre, este fuego, este amor, esta espera de la muerte. Este deseo de convertir la vida en un terruño humano."
Matamos lo que amamos.
Lo demás
no ha estado vivo nunca.
Ninguno está tan cerca.
A ningún otro hiere
un olvido, una ausencia,
a veces menos.
Matamos lo que amamos.
¡Que cese ya esta asfixia
de respirar con
un pulmón ajeno!
El aire no es bastante
para los dos.
Y no basta la tierra
para los cuerpos juntos
y la ración de la
esperanza es poca
y el dolor
no se puede compartir.
El hombre es animal de soledades,
ciervo con una flecha en el ijar
que huye y se desangra.
Ah, pero el odio,
su fijeza insomne
de pupilas de vidrio;
su actitud
que es a la vez reposo
y amenaza.
El ciervo va a beber
y en el agua aparece
el reflejo de un tigre.
El ciervo bebe el agua
y la imagen.
Se vuelve
—antes que lo devoren—
(cómplice, fascinado)
igual a su enemigo.
Damos la vida sólo
a lo que odiamos.
ROSARIO CASTELLANOS
Que me conmines al caos no me aleja de ti ni de tu pretendida astucia para olvidarme. Ya no más celeridad en medio de estos días calmos. Te quiero a ti cual Luna clara en medio de la noche, pareces perla primigenia suspendida en un vacío sin fondo. Llegaré a ti vestida de blanco por si aún te atormenta la ausencia de colores en mi silueta.
¿Quieres escuchar mi voz? Entonces tómate la molestia de escuchar también mi canto. Lograrás aprehender las notas de mis melancólicas melodías y las cantarás después, mucho después de la puesta del Sol, cuando yo ya no esté aquí, sino observándote oculta tras un árbol milenario; entonces estudiaré tus movimientos, tu manera de mirar hacia el horizonte, tu forma de postrar la cabeza cuando –pensativo, ausente o triste- escoges la tierra como receptáculo de tus cavilaciones. Estarás en una isla desierta, sabrás apreciar con todos tus sentidos la belleza de un mar salvaje con cielo eléctrico o la tristeza de un sol abrasador sobre el océano amigo. Pero no memorizaré tus movimientos, sólo los contendré infinitamente en mi alma.
ELEUTHERIA LEKONA
“Es obligación de los pueblos reaccionar cada vez que el engaño pretenda alzarse para posponer la verdad.” Salvador Allende
No eres un asidero al cual yo vuelva para paliar mi soledad o mis tristezas. Tú eres mi soledad y mis tristezas.
Eleutheria L.
Defensa de la alegría
Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.
MARIO BENEDETTI
Había venido desde lejos a buscar el sol y el sol hallado al fin, me era hostil. ¿Y si me lanzase desde lo alto del acantilado? Mientras hacía consideraciones más bien sombrías mirando a la vez los pinos, las rocas y las olas, sentí de repente hasta qué punto me encontraba sometido a este bello universo maldito.
E. M. Cioran, “Ese maldito yo”
-¿Cenizas? No, yo quiero que los gusanos me roan… que el hedor de mi carne descompuesta azuce a las criaturas del subsuelo. Y yacer envuelta por la tierra.
Eleutheria L.
Escogiste un derrotero de mediocres. El confort de la lejanía. La tibieza de la duda. No una vida vivir. No amar. No ser. Asirte, en suma, a la pregunta metafísica. Al tormento de la nada y renunciar a la lluvia, a las estaciones, al Sol, a los días.
Eleutheria L.
La humanidad permanece irremediablemente en la caverna de Platón, gozando todavía -su antiquísima costumbre- con meras imágenes de la verdad.
Susan Sontag,
On Photography
Cómo quisiera acariciarte con mis palabras…
Rozar tus oídos con mi boca y,
como una danzarina loca,
bailar en rededor tuyo…
Bajo esta lluvia o fuera.
Eleutheria L.
Escucha la pequeña belleza, grillo, escúchala que tú también cantas y con tu música haces de mis oídos laderas de tu voz, de tus historias de silente hablante.
Sé que la escuchas grillo porque ya no hablas y que, lejos, compartes conmigo esta eufonía.
Recuerdo cuando fui luciérnaga y paseaba contigo por el pasto –mojado- y gotas de agua nos bañaban.
Recuerdo grillo, tu compañía de saltarín, de cuasi-saltamontes, en estas geografías de enebro y tulipán y el viento fuerte sobre nosotros tirándonos y nosotros que sobrevivimos a él para transformarnos en gaviotas o en hombres que, como la alegoría del andrógino, buscarnos después –perdidos y nauseabundos de nosotros mismos, revulsivos, grillo.
Yo no supe grillo, del confort de tu cacofonía –que a mí me pareció melopeya vulgar, anodina (no como tú, grillo).
Grillo veraniego, grillo nocturno, de invierno, de casas de campo, de descanso, lejos de mí, a través del viento; frente a un cristal-espejo de mis melancolías. Grillo eterno, de siempre, sempiterno, en lontananza que inventa que le pienso, que te pienso grillo lejos de mí sin sucumbir en mí.
¿Por qué eres grillo?, ¿Por qué ya no eres rostro, ni manos? Grillito tonto. Haces que me parezca luego a una mantis y me crea que Dalí habla de mí en sus libros hechos de moho en bibliotecas de moho también.
¿Ves cómo todo es hermoso, grillo? Desde tu canto, tus manos de grillo, tus ojos de grillo, tu estúpido mirar de grillo incólume que no se inmuta ni frente a una carcajada en contra de él (así es el grillo –ni hablar).
Los grillos me acompañan desde aquellos viajes de infancia. El grillo –con su canto- anunciaba la llegada al lugar. El bosque tropical hacía su aparición, me apeaba ansiosa de clavarme en la agua de aquella poza artificial. El grillo había parado de cantar y me dejaba a mi suerte; me prometía al oído mi libertad para aquellos días y me dejaba tomarme mi raspado de tamarindo después de la chapuza-chapuzón.
Grillo veraz y atroz, delator. Le caían mal mis gatos –de siempre- porque de siempre el gato –necio- me seguía; como hasta ahora que los gatos me siguen.
Y era un grillo pérfido también -¿te acuerdas de la palabra, amigo cometa?
Y un grillo manantial y páramo y erial y nada. Monocorde.
Y no entiendo cómo pueda haber tantos grillos en el mundo y, de tantos, aparezcas tú, hayas sido tú, -¿por qué grillo?
Me vienes tanto, grillo.
Pero ir hacia la oscuridad en la claridad de tu vaivén, de tu huida, de ti que no comprendiste, grillo del tiempo.
Por Eleutheria
Sólo el pensamiento que se hace violencia a sí mismo es lo suficientemente duro para triturar los mitos.
Max Horkheimer y Theodor W. Adorno
Preserva tu derecho a pensar, puesto que incluso pensar erróneamente es mejor que no hacerlo en absoluto. —Hypatia de Alejandría—.
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Me hace pensar en la originalidad y los modelos, en estar determinados por lo que no somos, en lo que todo ello lleva de angustia inicialmente y, en el mejor caso, de desesperación después (en el sentido de la desesperación de Kierkegaard como una "no espera"). Creo que podemos entendernos como un sistema y una parte de un sistema. Nadie es nuevo totalmente y sin embargo nunca es una repetición de nada, como ocurre con la identidad genética y sus mecanismos particularísimos, todo coronado en un sofisticado sistema biomolecular que parte de un simple esquema de cuatro bases.
Esa amargura que expresa Cioran me recordó al singular pesimismo (o tristeza) de Shopenhauer cuando leí unas determinadas páginas: "querer es esencialmente sufrir, y como vivir es querer, toda vida es por esencia dolor...". Sin embargo, es un pesimismo curioso, con una rendija al fondo tal vez, o un toque de ironía, cuando dice también que considera absurdos aquellos sistemas metafísicos que explican el mal como algo negativo ("...por el contrario, sólo el mal es positivo, puesto que hace sentir...Todo bien, toda felicidad, toda satisfacción son cosas negativas, porque no hacen más que suprimir un deseo y terminar una pena"). ¿No hay mal que por bien no venga? Bueno, no sabría qué decir, pero no comparto, al menos hoy por hoy, ningún razonamiento desprovisto de esperanza. Puedo sentir asco por el mundo y decepción y hasta piedad, si soy capaz, por mí mismo, pero hasta el momento nada me ha convencido lo suficiente como para quitarle el adjetivo "maravillosa" a la palabra "catástrofe" para definir de formma breve esta vida, igual que Le Corbusier describía el estado urbano que precisaba la intervención de la vanguardia urbanística europea.
No sé, reflexionaba sobre el texto de Cioran recordando algunas ideas y al final siempre quiero acabar con una idea positiva. Shopenhauer hablaba de tres resortes fundamentales de la acción humana: egoísmo, perversidad y, finalmente, conmiseración, entendida esta como el deseo de bien al prójimo que llega hasta la generosidad y determina la grandeza del alma.
Nota: Posiblemente no tiene mucho sentido todo esto que he escrito, bueno, posiblemente no: seguramente; no: fijo. Pido que no se me tenga en cuenta en el juicio final, fue un ataque de verborragia :)
Es la miseria de la filosofía en todo su esplendor, en toda su vitalidad.
Te voy a contar:
Este es un texto que disfruto mucho de Cioran porque se trata de una declaración que —contra su aparente sustrato pesimista—, es en realidad un canto a la vida. Hay que amar mucho esta existencia para seguir anclado a ella a pesar de todas sus desazones y todos sus contrastes. Eso hizo Cioran hasta el final.
Y de Schopenhauer, que es uno de los filósofos más fabulosos que ha dado Occidente:
La honestidad descarnada frente a la vida: contemplarla al margen de las ensoñaciones (con o sin ellas), prescindir de todo idealismo* y, al final, amarla locamente. Es el nihilismo de Schopenhauer —y no el de Nietzsche— el que me seduce. Schopenhauer enderezó y le insufló de sentido al nihilismo hindú. Le debe mucho Occidente; ojalá se le revalorara en todas sus contribuciones al pensamiento, es vital para los que andamos en busca de una ética.
*Quizá es discutible la parte del idealismo por cuanto Schopenhauer sitúa en el centro a la voluntad del hombre y a su conciencia; pero esa caracterización de Schopenhauer es más bien fenomenológica —que continúa Freud, aunque con resultados adversos (pero fascinantes)— y solamente ideal por cuanto es tradición asociarle a la conciencia un topos metafísico: si la vemos en su funcionalidad, se vuelve parte de ese sistema, en parte físico*, que tú mencionas.
Muchas gracias por tus reflexiones tan ricas y por las citas que parafraseas de Schopenhauer.
Saludos.
*Físico estrictamente.
Gracias te doy yo por cuanto enseñas y me haces pensar.
Saludos, E.
No quise sonar como si pretendiera enseñar algo, sino solamente compartir.
Gracias a ti, por lo mismo.
Saludos.