Las listo sin mucho orden pero las divido por
temas (también estoy comentando sobre tweets de hoy de Noroña, véanse aquí)
TEMA I. Primero, comentarios
que complementan o coinciden con lo dicho por F. Noroña:
1) Es acertada su crítica sobre la indefinición
en objetivos y métodos en el plan de resistencia propuesto por AMLO.
2) Sin duda, el primer propósito de dicha
resistencia es desobedecer al mandato por el cual se intenta imponer a EPN como
presidente legítimo de este país (si hubiésemos sido ligeramente más
pesimistas, el primer mandato a desacatar en tanto sociedad organizada —bastante más que como
individuos marginales— habría sido el del sufragio efectivo. No se
hizo y estuvo bien que no se hiciera. Ya no hay cómo argumentar que la gente de
la izquierda mexicana aglutinada en Regeneración Nacional sea esta gente
bárbara que por tanto tiempo se pretendió (tampoco generalizo, pero la gente ya
muy inadaptada en la izquierda se explica por motivos psicológicos y no
ideológicos, a mi ver)).
3) El texto de Thoreau es uno valioso en sus
generalidades para la resistencia que se planea aquí (resistir contra la
imposición de EPN), pero poco vigente en sus particularidades para nuestros
propósitos. Hace falta instrumentar y reescribir una nueva resistencia civil ad hoc a nuestros propósitos y al
momento que se vive (a priori no descarto que pueda dar algún resultado).
4) Si se va ir a la vía socialdemócrata debe
hacerse, sí, habiéndose demostrado antes el poder del pueblo organizado: el poder
de la desobediencia civil (cosa que no se ha logrado hasta ahora). Elocuente:
la desobediencia civil como preparatoria al camino electoral o socialdemócrata.
5) Por supuesto, debemos plenamente conservar
nuestra voz y visiones sin subordinación a AMLO; la unidad no surge de una masa
amorfa atolondrada, sino a partir de los individuos críticos que la componen.
TEMA II. Ahora, los puntos en
los que discrepo:
1) No se busca normalmente la vía de la
violencia (no se quiere eso). Pero cuando esa vía es la que opera y se
convierte en realidad, raras veces ocurre como resultado de una elección muy
orquestada, como por causa de la necesidad histórica: sucede o no sucede
(algo con lo que he sido bastante reiterativa por aquí). Ojalá en México nos encontremos
todavía en un punto en que no sea necesario acudir a tal recurso (me temo que
no me tocará en vida saberlo, pero tiro mi dado: de suceder, tampoco me tocaría
testimoniarlo).
2) Por tal, proponer un golpe militar es ya
pueril (por ejemplo), como algún tuitero/a proponía.
3) Sin embargo, la insistencia en la vía por
parte de la población, sí que es un hecho legítimo; irreflexivo frente a nuestro
momento histórico (yo, a diferencia de AMLO, creo que nos hallamos en el cénit
del actual sistema de opresión), pero legítimo a fin de cuentas.
4) Personalmente no me pronuncio por esa vía,
pero tampoco creo que esté mal conocer de ella. No vaya a ser que así como
ahora un grupo oligárquico decide por nosotros, un día se le ocurra al pueblo
armar su zafarrancho y entonces le toque ahora a él —al pueblo — decidir por los
demás (la verdad, no creo que vaya a suceder a corto plazo).
5) No todas las experiencias de gobiernos
militares latinoamericanos han nacido desde un ímpetu fascista o de derechas; algunos
ejemplos: Juan Velasco Alvarado en Perú, Omar Torrijos en Panamá, Hugo Chávez
en Venezuela o incluso la revolución cubana con sus hiperpropalados
desaciertos.
6) Quizá no es muy bueno hacerme caso ahorita
a mí, traigo una fuerte desazón postelectoral, de modo que no siento optimismo
frente a la construcción de un nuevo partido, o símil. Mi argumento no
tiene tanto qué ver con la erogación de recursos del erario como con la
convicción de que la izquierda ha recorrido dicho camino desde ochenta y ocho
con siempre un negativo resultado: fraude, burla a la población. Si existe una
razón (y es solo una) por que pueda yo conservar alguna convicción o esperanza
en ese vía tiene que ver (nada más) con que sé que las dinámicas no son (al
menos en apariencia) siempre las mismas y que quizá algún día a algún grupo de
mexicanos más obstinados y organizados que los actuales, le toque presenciar el
triunfo de su revolución (pienso en una sola conjunción de vocablos: revolución
ideológica).
Estoy comenzando a creer que es hora que AMLO
ceda la estafeta a un relevo digno y creo que, al momento, ese podría ser
Gerardo Fernández Noroña (o juntar las luchas).
También celebro que AMLO se haya por fin desligado
de los partidos de la izquierda tradicionales (esto era superprevisible).
En horas se conmemora el golpe militar contra
Salvador Allende; aquí, su último discurso de la mañana del 11-S de 73 en
Palacio de la Moneda.
magnifico analisis de la situación en que se encuentra no solo la Izquierda, sino el movimiento libertario; aprendo
Sadim, me place saber (¿pensar?) que las cosas que escribamos por aquí vayan abriendo perspectivas, nos instruyan a todos: esta casta de escritores amateur —analistas, poetas, filósofos— que hay en la criatura blogger.
Gracias por comentar.
PD. La exaltación es por la música.