Sobre un pronunciamiento y un artículo


EXORDIO

Pensando que pudiera llegar un lector nuevo al blog, creo conveniente situar. Entonces, remito a esta liga.

DESARROLLO

Por lo que acabo de leer en el análisis de Robles Maloof (aquí), es claro que en los eventos del 1 de diciembre pasado sí hubo una confrontación entre policías y otro grupo pero que, al parecer, dicho grupo escaparía (o varios de ellos) pues al menos poco más de la mitad de los detenidos no se corresponden en los hechos con los protagonistas de la misma y que, probablemente, para no llegar la policía sin botín frente a sus altos mandos (o sea, con las manos vacías), optasen por agarrar a otros y ahora estén pagando justos por pecadores en la cárcel. Hay también la opción de que esto haya sido hecho por grupos de choque y entonces no quepa hablar de huida alguna (o puede ser que haya habido ambos).

Así, tenemos lo que parecen ser dos opciones: A) O se inventaron unos daños vía unos grupos de choque para desde lueguito EPN avisarnos que la lucha social, así nomás, va a estar criminalizada en su sexenio o B) En efecto, hubo una insurrección civil estudiantil contra la imposición de EPN.

Si es A) con toda energía tiene que pedirse la liberación. Si es B), yo digo que antes de condenar, cabría entender el porqué de la misma y, de entrada, sacarnos cinco minutos el término “vándalo” de la cabeza antes de empezar con las alocuciones.

Las insurrecciones pasan, son luchas sociales. Sobre todo cuando se ha llegado a un punto tan crítico como el nuestro. Recurrir al discurso condenatorio me parece una salida fácil. Creo que sería un ejercicio de mayor lucidez (aunque también más exigente) comprender las razones del cansancio social, retrotraernos al día después de la elección y recordar todo aquel malestar. Esta gente fue a protestar contra la imposición, son diferentes a nosotros en eso, ¿son criminales? No desde mi punto de vista. Están reaccionando a un sistema criminal, a la violencia a que cotidianamente se ven expuestos (nos vemos) bajo dicho sistema.

Después de haber leído la reivindicación que el grupo Acampada Revolución hace de los eventos asumiendo como suyos a los Presos Políticos (aquí), me parece que la hipótesis de Robles Maloof (que comparto) no es tan descabellada (su tesis es que los detenidos no son quienes hicieron los destrozos, pero él no conjetura algo particularmente sobre la identidad de los mismos).

Me falta algo por añadir.

No, yo no quiero que la gente se mate en las calles contra los granaderos; yo querría, como es lógico, otra vía. Como muchos mexicanos llevo tiempo, desde mi pequeña trinchera, intentando hacer salir las cosas por los llamados canales institucionales. En todos los casos en que he estado allí junto con miles de mexicanos (y a veces hasta del orden de los millones), la respuesta de quienes detentan el poder de la oligarquía ha sido una y la misma: violentar la institucionalidad, violentarnos a todos. A pesar de ello, he decidido personalmente mantenerme en la llamada lucha pacífica junto a otros mexicanos (quizá en parte porque mi cuerpo frágil no da para más, no sé).

El punto es que yo sí entiendo que haya gente, juventud muy erosionada en este punto, y con un performance de respuesta diferente al mío. Y esto me da mucha tristeza porque, como he dicho en el penúltimo post de mi blog, temo que este clima de inseguridad tenga por allí, si no promotores, sí alguna ganancia que pueda dar al grupo en el poder. Incluso, la ganancia es palpable desde ahora: los hechos tienen dividida a la sociedad en opiniones en este momento (y a veces con antagonismos que llegan a la ofensa verbal, etcétera), en lugar de mantenerse unida que es como, en mi opinión, tendríamos que estar a modo de exigir, vigilar, fiscalizar, etcétera, a quienes gobiernan. A modo de, simplemente resistir este sexenio que empieza.

EPÍLOGO

Quiero dedicarme a pensar que no estamos en una encrucijada y que, si unimos fuerzas, coraje, convicción, etcétera, tal vez podamos ayudar a que disminuya la rabia que traen encima los probables perpetradores de los disturbios (en argot falsimedia) y que esa ayuda pasa por comprender a esta gente, antes que acorralarla, confinarla y, luego, verles radicalizarse más. No sé.

NOTA AL MARGEN

Ahora que inevitablemente he leído ciertas columnas y frente al clima de lo que pasa, recordé este pensamiento del escritor francés Jules Romains*, que me parece muy descriptivo de cierto sector muy regresivo en mi país que, honestamente, pareciera que no se conforman con laudar el saqueo, sino que además se dan el lujo de insultar impunemente a la sociedad: “Situarse a la derecha es temer por lo que existe”.


En el algún minuto avanzado en el vídeo, se ve lo que parecen ser grupos
de choque, en especie de coordinación con la policía.


*Después de haber militado en la izquierda, Jules Romains habría de terminar en las filas del fascismo según nos cuenta Simone de Beauvoir en uno de sus ensayos.

0 comentarios:

Blogger Templates by Blog Forum