Objeciones

Ahora que me abrí una cuenta de Twitter, me encontré por fortuna –mala o buena- la cuenta de una persona que trabaja en la tele y se llama Paula Ordorica. Entonces, ella recomienda que leamos esto que escribió en el ahora diario de derechas, “Excelsior”. Leo y, al inicio, me parece razonable la serie de su exposición. Al final, llega a una conclusión que no sé cómo la infiere. Le escribo, entonces, una serie de objeciones (aún no tengo respuesta de su parte).

La serie de mis objeciones, las pongo:

T1. Tu columna (“Crimes Against Logic”) está plagada de premisas harto razonables -y verdaderas- y por una conclusión que no.

T2. Se llama argumento válido a uno que necesariamente llega a una conclusión verdadera si se parte de premisas idem.

T3. Semánticamente válido –digo.

T4. Reitero, lo tuyo es otra cosa que una deducción (¿qué es la opinión de un columnista sino otra opinión?).

T5. Así visto, la invalidez de tu argumento es irrelevante.

T6. Lo relevante es que le niegue al movimiento de Sicilia el recurso a la protesta y a la marcha. ¿Por qué?

T7 No entiendo en qué medida la expresión de voluntades populares ha de implicar una falta a la democracia.

T8 Digo que no es válida porque, pregunto, ¿no democracia es –también- la inclusión a la sociedad de los deseos de las minorías?

T9 ¿No se hace esta inclusión aun cuando se trate estrictamente –"en su etimología"- de un gobierno de mayorías?

T10 Y que se trate de un gobierno de mayorías es también –me parece- discutible (por eso las comillas).

T11 Precisamente, una democracia habrá de distinguirse de otros sistemas de gob. por el eco que haga de las resonancias populares.

T12 Y no veo por qué se deba apelar –por necesidad- al criterio adicional del quórum.

T13 Y quiero saber por qué una marcha o protesta –en domingo- atenta contra el espíritu democrático.

T14 Y quiero saber por qué las exigencias populares –del pueblo que gobierna, según la democracia-, son antidemocráticas.

T15 Exigir y articular medidas a fin de que dichas exigencias sean escuchadas no es –per se- antidemocrático.

T16 Supuesto que las exigencias y medidas atentasen contra terceros, entonces, tildar a eso de antidemocrático, sería falaz.

T17 Se le podría tildar de bastantes otras cosas –dependiendo el caso-, pero no de antidemocrático.

T18 ¿Por qué, a priori, suponer que la serie de actos que realice el MNP va contra espíritu democrático? No veo la relación.

T19 Y si nuestro hacer viniera dictado por términos y significados ¡en qué sociedad esclerosada nos estaríamos convirtiendo!

T20 Rechazo esa esclerosis.

T21 Rechazo que la sociedad que construyamos deba supeditarse a términos y acepciones a estos asociados.

T22 ¡Nosotros somos quiénes hacemos los términos!

T23 En mi opinión, tu columna pudo haber sido una gran columna, pero se quedó en el intento.

T24 Te comparto algo que, sobre el similar, hace un par de meses escribiera en mi blog. ¡Saludos!

Lamento si el orden de mis objeciones no me quedó exacto, hube de ordenarlas en sentido opuesto a cómo almacena una pila y, quizá, en el proceso me haya equivocado.

Bien, ahora quiero hacer la pequeña narración de por qué elegí abrir Twitter.

Principalmente porque este semestre se ha reducido notablemente el tiempo que tenga para la escritura aquí en Eleutheria*, entonces, con que al vapor escriba algo –como se logra hacer en Twitter- ya me conformo. Además de hablar allá de si se me cayó la uña seguiré con otros de los temas que me apasionan, entre los que destaca el de la política. Yo creo que hablaré menos de mis uñas y de chismes personales; no es que mis uñas y chismes personales no tengan un lugar importante en mi vida, pero ocupan un escaño menor en el orden de mis prioridades y en el orden de prioridades de cualquier ser humano.

Otra cosa. Ayer que me abrí la cuenta, mi intención era quedar anónima. Pero esta intención no ha podido durarme más de veinticuatro horas. Entre consideraciones morales, mi gran afición por la Web y una vergüenza a fingirme bajo otra identidad, decidíme por no quedar anónima y mejor compartir. También porque las últimas horas he podido apreciar la funcionalidad de aquel sitio. Por cierto, decir que allá se pueden escribir cosas al vapor, no implica subestimar el ejercicio. Creo recordar que la capacidad de síntesis es algo que tiende a gozar de cierta reputación en tanto habilidad cognitiva.

*Aunque –juro- escribiré para Eleutheria todo cuanto pueda.

11 comentarios:

    Leí el articulo en cuestión, la verdad que estoy de acuerdo con tu opinión, pero añadiría una cosa, no por ser mayoría se goza de la razón.

     
    On 16 de agosto de 2011, 15:54 Anónimo dijo...

    ¿Cuál es tu cuenta de tuíter?

     

    Ana Ordorica escribe sobre la nueva circunstancia, a partir de la tragedia del Sr. Sicilia; me queda claro que comenzó señalando algunas cosas buenas del movimiento, para aparentar objetividad.
    Después insinua lo ilógico de la responsabilidad adyacente en el poeta, como vocero de este movimiento.
    Y al final supone una conclusión verdaderamente improcedente (la cuál ya desbarataste).

    Me queda claro que esta columnista pecó de pseudo-intelectual y yo no supongo, se me hace obvio que intentaba ganarse la ovación derechista; que por cierto, en estos días, ya no le causa adeptos a nadie.

     

    Las mayorías se tienen en cuenta a la hora de celebrar deliberaciones y adoptar acuerdos (a menudo con carácter vinculante). Se trata de estimar únicamente lo cuantitativo.

    En el plano dialéctico, sobre todo si no tenemos fe ciega en el llamado principio de autoridad, la "verdad" no existe en función del número de suscriptores de una idea, sino en la habilidad que se tenga para defender un punto de vista frente a otro u otros.
    Aquí lo que prima, pues, es lo cualitativo.

    Pero al margen de que uno/a esté siempre de acuerdo o no con Eleutheria Lekona, lo cierto es que la inteligencia de esta bloguera apasionada de las matemáticas no deja de dar pie a las más saludables reflexiones de sus lectores/as.

    Un cordial saludo desde Andalucía.

     

    Creo que no tendría nada que añadir a tu comentario, Corvus. Muchos saludos, eso sí.
    ____________________

    Fre, habría mucho querido –desde hace varios días- darte las gracias por tus comentarios y me excuso diciéndote que si bien no contestar con eficiencia, no dejo nunca de leerte.

    Saludos.
    ___________________

    Rafal Ángel, la liberal-democracia mexicana tiende a sostener esta concepción de democracia -como de gobierno de mayorías- cuando tienen el propósito de nulificar opiniones y manifestaciones a ellos adversas; es una parcial interpretación del término a la que apelan siempre que manifestaciones populares a ellos incómodas cobren cierta fuerza y, si en parte sostuve esta concepción –que yo quizá aceptaría en el caso que tú refieres-, ha sido justo con el deliberado afán de hacer ver el absurdo en el planteamiento de la columnista. Acá, Rafael Ángel, por cierto, simpatizantes de estas ideas se encuentran –como larvas- no sólo en puestos públicos estratégicos –pienso en el tecnócrata Suárez Coppel que dirige Petróleos Mexicanos y que pertenece a una familia de empresarios mexicanos, por ejemplo-, sino opinando con toda privilegio a través de los medios masivos de alienación que ellos mismos o los de su estamento socioeconómico poseen.

    Muchas gracias por tu comentario.
    Un saludo.

     

    La democracia electoral ya dio lo suyo. Es por ello que en diversas sociedades se propone y se lucha por una democracia más directa. Asustados ante este escenario, los conservadores gritan la alarma "¡eso no es democracia! ¡así no va a funcionar!".

     

    Electoral -o directa-, la bronca que yo le veo a dicho sistema de gobierno estriba en pretender que la coincidencia de voluntades del grueso quedará incólume -en el tiempo- a nuestro pathos. Como utopía admito la pretensión, como cocowash liberal-demócrata y justificación para la barbarie -el fascismo que estos nefastos, en realidad, imponen-, deploro de ella. Es parte de la propaganda neoliberal. Ése es mi ataque. No contra las ideas.

    Y ésos, a los que tú llamas conservadores, yo les llamo retardatarios.

    Por cierto, pensaba comentarte en tu entrada que hiciste sobre el abuso de teorías científicas en chunches posmodernistas –o postmodernistas. Llamó mucho mi atención, sobre todo, que previo a esos días andaba yo leyendo a Sokal en sus imposturas intelectuales y que me eché –como para hacerme de opinión- un clavadito muy superficial en textos lacanianos. Un montón de ideas y disensos me brotaron y escribí algunos párrafos. Pero por esta atrofia de callar cuando en realidad querer decir varias cosas, ya no te comenté. Qué feo.

    Un saludo Ego.

     

    ¡Yo también andaba leyendo a Sokal! Coincidencia...

     

    ¿Y cuál es el Twitter que ya no contestaste?

     

    Sí Javier, ese libro de Sokal ("Imposturas intelectuales") es como el clásico de ciertas criaturas positivistas trasnochadas que viven agazapadas en la sombra -como vampiros.

    Estaba que te comenzaba a seguir desde mi cuenta de Twitter, por cierto.

    Un saludo.

    PD. A ver si a ti sí te comparto los tales párrafos que escribí; creo que podrías enriquecer bastante (luego te los envío a tu cuenta-e).

     

    Y ya sigo tu cuenta de Twitter Javier.

    Saludo de nuevo.

     

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