La actriz de Televisa, Patricia Navidad nunca tuvo Covid ni mucho menos ha estado en ventilación. Se ha dedicado a plagiar, letra a letra, cada uno de los contenidos de mi blog y es a raíz de esta razón que albergo esta sospecha. Ella, junto al grupo de psicópatas que están ciberacosándome, junto a los empresarios a cuyos intereses sirve y, un largo etcétera, están montando este teatrito para manipular y espantar a la población. Y, aclaro, por supuesto, que creo que existe el coronavirus y, por supuesto, que creo en la vacuna. Sin embargo, si hay alguien que trabaja para el nuevo orden mundial y si hay alguien de cuyos móviles debemos desconfirar es esta individua inmunda e iletrada, llamada Patricia Navidad, a quien gente muy sucia, de su misma categoría, le escribe los tuits, valiéndose de mi propiedad intelectual. ¡Tontos!, despierten. Patricia Navidad trabaja para las mismas personas que se dedican a plagiar mi blog para escribir basura feminista. Si hay un programa de exterminio para la población en general, particularmente, para los débiles y los vulnerables, se necesita de la desinformación y las noticias contradictorias para llevarlo a cabo, en este sentido, gentuza como esta señora [gordinflona y desagraciada], que cuentan con la suficiente carencia de escrúpulos y falta de neuronas para servir a un fin tan avieso —en caso de que esta hipótesis resulte verdadera como creo que resultará—, son vitales para llevar a cabo este tipo de propaganda y para esparcir su doctrina del schock a diestra y siniestra. Así que, por favor, despierten, Patricia Navidad en ningún momento ha estado enferma, ni contagiada ni, mucho menos, bajo ventilación mecánica, les aseguro que Patricia Navidad está inmunizada contra este virus más de lo que cualquiera pudiera estarlo y que fue una de las primeras en recibir la vacuna, si es que este es el caso. Sé por qué lo digo. Lo digo no solamente porque ha actuado con completa deshonestidad plagiando mis textos, sino por el apoyo a mansalva que le ha brindado a Donald Trump y a la extrema derecha mundial, quienes en su ancestral odio contra el pensamiento político socialista son capaces de las peores bajezas. El comportamiento de esta individua parasitaria en contraste con toda la gente, influencers, pseudoperiodistas y demás basca latinoamericana que se ha dedicado a plagiarme —una fracción de ella, en realidad— está en perfecta armonía y hace match con una campaña propagandística que, entre otras cosas, pareciera tener como finalidad que el mayor número de personas se contagie y, colateralmente, sucumba. Hacer desistir a la gente de la vacuna es un medio para hacerlo. No es gratuito que portales como Infobae y El Universal, que sirven borreguilmente a los intereses de los grandes corporativos, incluidos las grandes farmacéuticas, den tanta propaganda a esta individua nauseabunda como mediocre. Para finalizar, no es una hipótesis conspiranoica que esta pandemia se originó en un laboratorio de bioseguridad nivel 4 en Wuhan [bsl-4] tras haber sido manipuladas genéticamente cepas de coronavirus de murciélago, que, según una hipótesis personal, datan de las muestras que la Dra. Shi Zhengli recolectó en 2013. En Estados Unidos, el país en el que actualmente radico, cada vez hay más voces críticas que están alzándose contra la absurda como insostenible hipótesis según la cual el virus se habría originado en un mercado, no solo porque es físicamente poco probable —dado que el clúster más cercano habría estado a 1000 kilómetros de Wuhan en un momento en que los murciélagos hibernaban—, sino porque contradice todas las leyes de la evolución y la forma en que naturalmente evoluciona un virus dentro de la naturaleza. Es, pues, altamente improbable —si no es que imposible— que este virus haya saltado de un murciélago a un pangolín y, luego, a un humano con todas las prestaciones que el virus mostró desde un principio, es decir, con una alta capacidad para infectar y causar enfermedad, selectivamente, en algunas personas. Ningún virus nace tan virulento en un solo salto zoonótico sin haber pasado por diferentes etapas evolutivas y este es el caso del sars-cov-2; y, de hecho, a esto se le llama ganancia de función. Cabe preguntarse por qué ocurrió esto, indefectiblemente. Si esto fue un accidente de laboratorio, si esto ocurrió en el marco de la guerra bacteriológica —soterrada— que llevan a cabo diferentes naciones desde hace años, o si esto tiene o tuvo una finalidad más específica que nosotros desconocemos. En cualquiera de los casos, resulta obvio que desde un principio las autoridades cometieron un cúmulo de errores tan vasto —los cuales facilitaban la propagación del virus— que resulta difícil creer que dichos errores no hayan sido cometidos de manera deliberada; la otra, sería pensar que son estúpidos o que su incompetencia fue resultado de la suma de varias incompetencias de menor tamaño—que cometieron varias personas— que llevaron ineluctablemente a la incompetencia mayor que provocó la proliferación del virus o de la pandemia; pero, personalmente, y conociendo como conozco la manera de actuar de los países occidentales —específicamente ahora que vivo en Estados Unidos—, me niego a creer que sean tan incompetentes. Se pueden equivocar dos o tres personas a la vez —o una docena si quieren—, pero que se equivoquen cientos de personas al mismo tiempo ya no es un error, sino un plan deliberado. Por solo poner un ejemplo, piénsese en el error casi contranatura que cometió la OMS y los CDC al mandatar el uso de mascarillas para los doctores y el personal de la salud únicamente y desalentarlo entre la población en general al principio de la pandemia. Prácticamente su instrucción inicial fue: no usen mascarillas, no son necesarias, no bloquean al virus, no los protegen, cuando hoy día sabemos —e históricamente sabemos— que las mascarillas son herramientas de primera mano para combatir una infección y detener una propagación. Y, así, como con el caso de las mascarillas, podríamos citar decenas de otros ejemplos para demostrar que la consigna parecería haber sido: que se propague el virus. ¿O de verdad ustedes creen que nuestras autoridades son tan estúpidas? No dejo de pensar que, si yo hubiese estado al frente de la OMS, o de los CDC o de algún organismo del sector salud de mi país, habría acabado en unos cuantos meses con la pandemia, los lockdowns habrían sido draconianos en este caso y no habría escatimado en tiempo y recursos para extinguir la epidemia, aun a costas de haber sido tildada como de autócrata. Porque es mil veces mejor —o era mil veces mejor— un lockdown duradero, más largo, en el que se apoyara financieramente a los más desprotegidos, que el simulacro de lockdown que nuestras autoridades implementaron, que solo dañó la economía, que no extinguió la pandemia y que ha condenado al planeta entero no solo a periódicos lockdowns cada tres o cuatro meses, sino a recibir una vacuna insegura y mal hecha cuyos efectos a largo plazo todos desconocemos. Y, ojo, que no estoy en contra de las vacunas en lo absoluto y hasta he manifestado en mis redes —a principios de año, específicamente— que vacunarse, en estos momentos, se convertía en una especie de obligación moral o en la maniobra más obvia que teníamos que llevar a cabo desde un sentido pragmático si lo que queríamos era acabar con la pandemia; pero resulta cada vez más evidente, a la luz de los meses, que los problemas de seguridad que presentan las vacunas exceden por mucho la cantidad de problemas admisibles, aun si esos problemas representan solo una fracción menor del número de personas vacunadas —suponiendo que así sea en realidad—, puesto que en este caso no estaríamos solo evaluando la pusilánime relación riesgo/beneficio de la nueva tecnología ARN mensajero con todas las consecuencias que ello implicaría, sino la seguridad misma de las vacunas, por sí sola, como una variable independiente y no dependiente del beneficio.

En conclusión, cabe preguntarse por qué personas inescrupulosas que se dedican a propagar información tendenciosa y a desinformar a la población en momentos tan cruciales, tienen tanta notoriedad en los grandes rotativos —especialmente, porque lo que se publica en los grandes rotativos no depende de la voluntad popular—. 

¿Es gratuito que esta información esté allí? ¿Están estos medios obligados a publicar basura? En Google Estados Unidos, Youtube, Facebook y Twitter, quienes publiquen información que lleve a creer a la población que se trata de una plandemia —el término creado por Judy Mikovits—, en la que se desestima la peligrosidad del virus, son sancionados inmediatamente. —algo que podemos o no aprobar—. Patricia Navidad estuvo publicando información —robándose la propiedad intelectual de mi blog, por cierto— que ponía en riesgo la vida de muchos seres humanos, al presumir, en plena pandemia, que esto estaba siendo inflado y no había gente muriendo en los hospitales; sabiendo que hay gente tan bruta en México que puede poner su confianza en una actriz de telenovelas —por ejemplo—, ¿por qué medios como Infobae y El Universal —medios que sí representan al nuevo orden mundial y el poder de las élites—, estuvieron haciendo eco de la bazofia que publica esta individua quien, además, plagia mi propiedad intelectual? Hay alguien, o pareciera que hay alguien, que quiere que la idea según la cual esta pandemia y este virus no son peligrosos, tenga penetración entre las masas, y hay alfiles del sistema, peones e individuos mercenarios que no tienen empachos en desempeñar dicho papel a cambio de retribuciones económicas, de un papel en la televisión o de publicidad en una revista. Pero, ojo, la pandemia existe y el virus es un patógeno cuya infecciosidad no podemos desestimar, como ya lo sabemos —sin vinculación sobre lo que podamos pensar personalmente sobre su origen—. Si ya pensaba y ya dudaba del incompetente papel de la OMS y las autoridades sanitarias en el manejo de esta pandemia y si ya tenía una hipótesis para explicar esta incompetencia, relacionada con la hipótesis de reducción poblacional como la formulé en mi twitter (https://twitter.com/Scarbo__/status/1343791422516817920?s=20), con este y otros acontecimientos, no hago sino corroborar mi hipótesis. Desde el minuto 1 supe que esta actriz de Televisa, ni estaba en el hospital por razones serias —en caso de verdaderamente estarlo—, ni peligraba su vida.

Yo aquí, lanzo una hipótesis auxiliar, que se entreteje a la hipótesis principal, sobre la existencia de esta pandemia, la cual explicaría por qué la supuesta hospitalización de esta actriz es un montaje, ustedes pueden rechazar mi hipótesis o intentar falsearla, pero en cualquier caso, aun si la hipótesis auxiliar no tuviera relación con la hipótesis principal y es un hecho completamente fortuito que la supuesta hospitalización de la actriz es un montaje, lo que sí creo que casi es un hecho, es que la hipótesis auxiliar es cierta y que, por alguna razón que quizá tiene más que ver con la inherente falta de escrúpulos que hay en este tipo de individuas, en México, a cierta clase de personas se les hace fácil montar este tipo de espectáculos, en la tónica Florens/Cassez-Miranda/de/Wallace. En este caso, la individua probablemente dio positivo al virus, pero, al estar inmunizada, todo lo demás fue un montaje.

Como corolario quiero decir que es comprensible que este tipo de contenidos tengan en las redes notoriedad si consideramos que allí se congrega el pópulo a partir y departir —¿quién, que no me conozca, podría imaginar que Patricia Navidad plagia mis textos, por ejemplo?—, pero que lo tenga en los grandes medios, cuando no se escatima en censurar cualquier comentario que no coincida con la narrativa oficial, no tiene sentido, ni parecería ocurrir gratuita ni impunemente. Insisto, si Infobae y El Universal no tienen nada qué ver con la hipótesis de exterminio poblacional, al menos sí parecen estar dando cabida a los peones de las élites mundiales en nuestros países, que se dedican a imponer sus agendas y quienes crean una ficticia oposición a nuestros gobiernos —sean estos buenos o malos—, respaldada en figuras públicas para desestabilizar a los países latinoamericanos. No son más que mercenarios de las élites y sirven al nuevo orden mundial como esta individua lo hace.

Por último, les dejo este enlace a uno de los muchos papers científicos que están cuestionando el origen del virus y en donde se plantea como probable hipótesis, la hipótesis de laboratorio.

Might SARS‐CoV‐2 Have Arisen via Serial Passage through an Animal Host or Cell Culture: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7435492/

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