Virus, funciones, vacunas

 -Ayer vi el vídeo de Spencer, J., por cierto. Mucho qué comentar. Pero básicamente muy de acuerdo con lo que tú y C. comentaron ese día. Acaso agregaría algunos comentarios extra para debatir. Lo impresionante desde luego es que la persona haya hablado de eventos que se están cumpliendo en este momento. Por otra parte, no sería tan improbable realizar una predicción así ya que desde inicios de 2000 las diferentes compañías y científicos empezaron a trabajar con estas ganancias de función para optimalizar las propiedades de los distintos virus y hacerlos más peligrosos. A través de trabajar con su perniciosidad han posibilitado la idea de una pandemia y, de hecho, desde ese entonces nos empezamos a enfrentar con pandemias severas, como la del SARS 1, la pandemia de MERS de 2011 y la de AH1N1 de 2009. Realmente llama la atención que a lo largo de casi todo el siglo después de la gripe española, no hayamos tenido prácticamente ninguna pandemia sino hasta comenzar este siglo. Salvo la pandemia de Tokio de 1969 y las epidemias de sarampión y poliomielitis que se extendían por el globo. Más la malaria, que nunca se ha acabado. Llama la atención porque, se supone, la tecnología ha avanzado muchísimo y hemos encontrado cada vez herramientas más poderosas para combatir y erradicar los virus. Bacterias que nos abatieron en el pasado, están ahora prácticamente erradicadas y no suena lógico que con nuestra súpertecnología, no podamos tratar y detectar a tiempo un virus que se supone peligroso y que, en teoría, debería de ser rápidamente combatido. En este caso no me refiero a la vacuna, sino al simple hecho de la detección. Se supone que en este siglo aprendimos procedimientos poderosos y pautas de higiene para parar una pandemia. Pero lo más ilógico es que estos patógenos sean cada vez peores y que nadie cuestione el papel que los laboratorios de bioseguridad --quienes se dedican a trabajar con el material genético de virus y bacterias--, juegan en la hechura y confección de estos virus. Porque es un hecho, ellos fabrican virus y otro tipo de arsenal bacteriológico en sus laboratorios. Ponle que no lo hicieran para matarnos, si nos vemos ingenuos, pero al menos cabe pensar que han tenido accidentes importantes donde material peligroso se les ha escapado. En fin, no sé si todo lo demás que dijo el señor sea verdad o si se lo está inventando, pero al menos suena coherente en predecir algo que ya se sabía que estaba pasando desde hace algún tiempo y que poquísima gente se había atrevido a denunciar abiertamente. Yo tal vez no otorgue credibilidad a sus palabras pero tampoco me quiero arrogar en estos momentos la prerrogativa a juzgar las conductas humanas que expresan miedo.

Es muy terrible y muy extraño la realidad que estamos viviendo ahora, pareciera que todo fuera sacado de un sueño o viviéramos un sueño irreal. Si no se acaba esta pandemia pronto y seguimos encerrados, no quedará más que pensar que detrás de su surgimiento hubo mano negra o algo por el estilo.

No me gusta arropar teorías conspirativas y estoy convencida que el virus existe y de la necesidad de quedarse en casa, de hecho he sido de la gente que más ha pugnado por extremar las medidas de mitigación y me molestan los canales en Youtube que se dedican a subestimar la perniciosidad del virus por mencionar un ejemplo, sin embargo, tampoco puedo ser ciega a que pasaron cosas muy ilógicas con el manejo de la pandemia a nivel gubernamental y realmente me cuesta aceptar que seamos tan estúpidos y que a causa de esa suma de errores estemos experimentando lo que estamos viviendo ahora. Soy consciente que por estupidez pueden pasar muchas cosas, pero en este caso estoy convencida que no se necesitaba ser un genio para controlar la pandemia y que hasta alguien muy estúpido podría haberla evitado. En el caso de Donald Trump, por ejemplo, su gestión fue desastrosa porque prefirió privilegiar el aspecto económico que el aspecto humanitario. Fue un estúpido al haber hecho eso y se puso la soga al cuello para perder la elección. De hecho, eso fue lo que lo llevó a perderla. Sin embargo, eso no exime al resto de las autoridades, como los CDC, por ejemplo, que enviaron información contradictoria todo el tiempo mientras empezaba la pandemia —lo cual sumó al caos y al estado de cosas que se desencadenó después—, de su responsabilidad. Ni al Dr. Fauci, por ejemplo, quien en un inicio indicó que las mascarillas no eran necesarias, a pesar de que hoy en día ya sabemos que su uso ha resultado vital y a pesar de que su recomendación iba contra todas las intuiciones y contra el sentido común. Hoy se sabe, por ejemplo, que la utilización de la mascarilla si bien podría no evitar el contagio, al menos sí disminuye la carga viral y eso es fundamental en la detención y en el tratamiento del virus. No me quiero erigir aquí en el juez de personas que se sospecha son en extremo inteligentes, pero sí cabe recordar que sus errores causaron sumo daño y esto quizá valga tenerlo en cuenta para revalorar la arrogancia humana, por una parte, y para comprender qué clase de hechos son los que dan cabida a las teorías conspirativas. Sí, hay teorías conspirativas pero también hay gente que con su actuación no ayuda a que no las haya.

Por otra parte, lo entiendo, las pandemias son posibles y nosotros somos falibles, pero no es esa falibilidad ni esa posibilidad lo que estoy cuestionando, estoy cuestionando algo más sencillo: me refiero a la torpeza de las autoridades y a la mala información que fluyó que, creo yo, ayudó a solidificar la pandemia.

C. sabe de estos temas de la bioguerra porque es internacionalista, ahí pregúntale por si quieres ahondar más en el asunto.

Perdón, la pandemia de 1969 es La gripe de Hong Kong.

Pues sí, como dice J., el problema es económico y por eso precisamente urge acabar la pandemia. Y la mejor manera que tenemos para hacerlo es utilizar las mascarillas y hacer la distancia social. ¿Se acuerdan cómo al principio la OMS dijo que no usáramos mascarilla? ¿Lo creen posible? ¿Creen que el organismo que se encarga a nivel mundial de administrar nuestra salud no haya sabido que una simple tela de gaza en la nariz puede filtrar la carga viral que entra a nuestros pulmones y protegernos del virus? ¿Y que luego ese mismo error haya sido replicado por el CDC y todos los CDC europeos? ¿Por qué creen que lo hicieron? Porque cuando fue el brote de la AH1N1, por ejemplo, recuerdo perfectamente que lo primero que nos dijeron los gobiernos era que acudiéramos al uso de la mascarilla. Esos días en México las calles estaban llenas de gente con mascarillas en la boca. Recuerdo que cuando a inicios de marzo nos dijeron en esta pandemia que la mascarilla no era vital a mí me pareció muy ilógico. Entre muchas de las cosas que tendremos que hacer cuando acabe esta pandemia es llamar a las autoridades a dar explicaciones por todas estas inconsistencias.


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