Del odiador profesional o el ogro misantrópico.

Escribí un ensayo de nombre El odiador profesional o el ogro misantrópico a propósito de todo lo que se comenta estos días por Twitter y redes sociales. Por ahora, quiero solamente compartir la conclusión de mi ensayo.

No añade más que un juicio político a todo lo que ya se ha dicho y por eso puede ser enunciado tan brevemente:

No es el «ogro filantrópico» (el Estado burócrata vs. el sueño liberal o el marxista), son los miembros de dicho Estado reducido*: el ogro misantrópico. 


*Me refiero por supuesto al Estado mínimo como caracterización teórica del liberalismo llevada prácticamente a sus extremos durante la globalización de la economía.

2 comentarios:

    Totalitarismo financiero vestido con la piel -desollada- de la Democracia.

    Abrazos.

     

    Sí querido El Éxodo. Nos han vendido la idea de que somos absolutamente malos, descargando así de responsabilidad, por una parte, a quienes tienen al mundo de cabeza y, por otra, a cada uno de nosotros de nuestra propia responsabilidad. Y esto último, por cierto, bajo el embrujo de cualquier "ismo".

    Abrazos.

     

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