Escritillo**

El sujeto busca su individualidad como para no perderse en la nueva masa anónima, ésa que a la razón científico-técnica le brotó de un costado hace un par de siglos. El sujeto opone individualidad como si de originalidad se tratara, como para sentirse diferenciado. Frente a la masificación de que somos objeto por los media o de que somos parte como resultado de la estratificación social ad hoc al sistema de producción capitalista, etc., el humano busca recalcitrante mostrarse diferente. El modelo productivo es –a la vez- impedimento para la vuelta a la tribu y búsqueda frenética por ese retorno: queremos sentirnos diferenciados –sí-, pero también creemos que si nos reconstruimos y diversificamos en colectivos, entonces, es porque el modelo ha fracasado, como si a reunirnos le hubiera precedido su caída (pregunto, ¿le precederá?, ¿o le seguirá?)

Si el individualismo, además de producto de la división de clases, es también feedback del modelo, entonces, puede que trocarlo por deseos tribales debilite al leviatán, pero más si es por conductas. Seguro que el individuo, reconcentrado, visto descarnadamente “frente al espejo de su existencia” con las consiguientes angustias y vacuidades que esto pudiera propinarle*, pueda llegar a encontrar más ocasión para la descarga ipso facto de estos enseres en un arrebato de compras compulsivas que en la reunión con los otros individuos y sus respectivas cotas de soledad y vacío. No mirarlas, sino lidiar con ellas; no el individuo pesaroso que nos ahuyenta -no nos ahuyenta-, sino, en realidad, el no poder salvarle, pero querer. El malestar, nueva cuenta, está en querer evadir eso que llamamos mal (ya en el lenguaje y en nuestra comunicación aparece la carga de nuestras preferencias).

* Lo de la angustia y vacío no es algo que a todos ocurra; no al mundo entero le alcanza el ocio para enfrascarse en meditaciones sobre el ser y su finitud. No a una madre preparando atole de masa en sustitución de leche, por ejemplo. Hay niños tan felices, y ancianos y jóvenes capaces de devolver siempre sonrisas. Sus objetos son otros objetos. No se les va la vida si no compran el auto en el color de su elección o si la laptop tiene menos gigas de los previstos. Optan distinto y, a veces -con bastante nostalgia- me veo optar con menos libertad que ellos. No el poseer nos rebaja; poseer –como si fuera ser- resulta de nuestra anemia. No es un modo de producción ni la producción quiénes nos condicionan; ellos son sólo otro recurso para engancharnos en la vida tal y como somos, y desplegarnos.

** Breve reflexión inspirada después de esta lectura –tan valiosa y diáfana.  

4 comentarios:

    #spanishrevolution, Democracia Real Ya y los Indignados. Señor Palmou, ex-Consejero de Justicia de la Xunta de Galiza presidida por el Sr. Fraga (PPsoe) y miembro del Cuerpo Nacional de Policía durante el FASCISMO, e hijo. Mujer de 79 años, tras ser operada del corazón, y su hijo, que junto a terceros editan una web en apoyo del 15-M, son represaliados por la in-Justicia española. Los restos de su padre fueron desenterrados por el FRANQUISMO y hechos desaparecer. 68 años estuvo sin saber nada de Andrés Pecino García hasta que aparecieron sus huesos en la fosa común 702 de San Eufrasio, Jaén. Tenía 25 años cuando los FALANGISTAS le pegaron el "tiro de gracia". Hace 2 años su esposo murió o fue muerto en A Estrada (Pontevedra) sin que el Sistema Judicial Español haya incoado investigación (por más que los haya denunciados ante el TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE GALICIA). ¡Cómo un Juez y quizás algún funcionario del Juzgado de Instrucción núm. 1 de A Estrada pueden estar implicados...! Ese mismo Juzgado vuelve a citarlos para imputarlos en proceso con denuncia notoriamente falsa, ilegal deportación de ambos fuera del casco urbano estradense, sin haberles permitido la defensa, con participación de Partes no reconocidas por Ley (Colegio de Abogados de Pontevedra), cuyas FALSAS FALTAS se hallarían prescritas, etc... Ver en:

    http://aims.selfip.org/spanish_revolution.htm

     

    En alguna parte leí que esta generación y por tanto las sucédaneas, son y serán: Screenagers.

    Vivimos rodeados de pantallas hasta los bolsillos (literalmente), estos "espejos" de estatus; pero volviendo al punto de tu entrada: este individualismo, que no busca la conexión de ideas, sino entrar a esa camarilla piramidal,aunque en estos ultimos días parece más un trapecio.


    Un gusto volver a leerte.

    Saludos.

     

    Bueno me perdí un poco realmente en el post, por que nos aislamos bueno no se motivos de otros, o porque nos intentamos separar, bueno personalmente mi motivo sería porque al mismo tiempo que el sistema nos ha enseniado que debemos ser individualmente competitivos, por otro lado nos globaliza y nos hace ir todos parecidos, luego nos encontramos con condicionamientos sociales o culturales que chocan con el individuo, como no comulgo con la gran mayoría, prefiero poder hacer mi vida apartado del grupo,que puntualmente se puedan encontrar puntos en común si es cierto, pero cuando se acaban dichos puntos empiezan los egoísmos personales, supongo que es algo en nosotros, si somos de los que nos gusta compartir siempre llega un momento que el compartir deja de ser voluntario y alguien abusa, no se creo que llegué a liarme a mi mismo.Se hace difícil a veces explicar pensamientos. Supongo que es necesario llegar a un punto de que se debe educar, que el colectivo en un bien común es positivo y por otro lado saber respetar al individuo.
    Un saludo.

     

    P. V. __________.__________ (los espacios se prolongan a derecha e izquierda indefinidamente, como la idealización elaborada por Turing en su máquina universal: infinitos espacios en la cinta)

    Utilizo palabras para designar hechos; luego, parece que nombrarlas reduce la posibilidad de los hechos a ser designados con otras palabras, a ser. Digo que podemos referirnos a estas generaciones como de screenagers –y me incluyo-, pero digo también que no quiero encerrar en tal designación valoración adicional alguna (pero las valoraciones están hechas y es hipócrita negar que no hay tácita una preferencia nuestra al decidirnos por tal o cual adjetivo, descriptor, epíteto. Arrastramos en el lenguaje aquello que queremos evadir en los hechos: avalanchas).

    No sé por qué te pierdas Corvux, pero creo que con tu comentario complementas ésta, una vieja, recurrente, típica disertación (lo mío es el metacomentario).

    Muchas gracias por comentar y saludos.

     

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