Sobre la indignación*

La indignación de los pueblos no es legítima porque se eleve contra el actual régimen imperialista, e ilegítima porque no se eleve contra él; la indignación de los pueblos es legítima si se levanta contra la opresión de sus gobernantes, sean éstos o no simpatizantes al imperialismo yanqui**. Dicha indignación -todas estas rebeliones- no son resultado de una prescripción, suceden o no suceden; en todo caso, habría que asegurarse que dichas rebeliones sean, en efecto, un despertar genuino de los pueblos (digo que ese certeza es necesaria si se quiere hablar de rebeliones). La experiencia reciente del proceder yanqui señala que, allí en donde ha habido un régimen disidente u opositor a la norma yanqui, entonces, el país imperialista infiltra a través de sus servicios de inteligencia a diversos grupos, equipo y, en fin, toda una maquinaria y un proceder desestabilizadores al régimen en cuestión ¿Quiere esto decir que no existen rebeliones libres del  flujo de la infiltración, con o sin ésta? Sería difícil determinarlo, pero es muy seguro que toda vez que ha habido una de estas rebeliones -en particular, las llamadas rebeliones árabes-, el imperialismo ha buscado una ganancia para sí. La suma de estas ganancias, son sobre lo que se constituye, propiamente, el poder imperial. Los imperios -la historia lo demuestra- se erigen sobre sus victorias militares, sobre la explotación de los pueblos y territorios colonizados, etc. Es irrealista pensar que EUA no ha estado detrás de todas estas revoluciones y más irrealista pretender que no es posible la existencia de motivos -artificiales o no- por los que podríamos echar a pueblos enteros a pelear entre sí. Y que prenda la mecha -sospecho- es bastante más sencillo de lo que se pueda concebir.

A un levantamiento popular, si es genuino, no se le tiene que comprender. No hay algo como un criterio general para determinar cuándo un levantamiento es más legítimo que otro, sencillamente porque los pueblos y las sociedades que conforman a nuestro mundo son diversos en sus reglas y en sus costumbres. Para comprender por qué pueblos se hallan en sedición, hay que comprender -y primero conocer- la cultura de dichas pueblos, su conformación. Pero aun cuando así ocurriera y lográsemos penetrar en lo más profundo de sus motivaciones, ellos no requerirían de nuestra venia para alzarse furiosos contra lo que los oprime. Es aquí, en este punto, donde el llamado Occidente del mundo (empiezo a pensar que hablar de Occidente es una ensoñación), entra y entra fuerte. Entra con su visión totalizadora de las cosas, con su eurocentrismo recalcitrante, el recurso tirano a valores e ideales, con su querer ajustar la realidad a sus arquetipos -y no sus arquetipos a la realidad- y con (fútil pretensión) pretender esto mismo para pueblos enteramente autónomos en su ser; pueblos cuyo ser puede coincidir con el ser de Occidente o no coincidir en lo absoluto (creo que todo mundo que lea sabrá discernir a qué Occidente me refiero y que lejos estoy de pretender introducir aquí generalizaciones o hacerla de juez).

Para las personas que han sido educadas parcialmente o absolutamente desde la perspectiva de Occidente, quizás resulte difícil comprender que puede haber cúmulos enteros de pueblos que viven en base a prioridades y valoraciones distintas. Aunque, personalmente, yo no justifico -y casi no comprendo- que esto pase. Al contrario, absorber cultura tendría que derivar -casi necesariamente- en entender qué es cultura. Y si se entiende qué es cultura y se entiende que en Occidente y en los países que también estilan estas normas se organizan los gobiernos con el ideal democrático en mente, entonces, también se tendría que entender que existen pueblos que organizan sus gobiernos en base a otros ideales y que la optimalidad de dicha organización, quizá tenga menos que ver con el ideal en uso que con la capacidad de sus miembros de irse adaptando y, en fin, acoplando a lo que ellos vayan decidiendo y haciendo (en gran parte de México y de Latinoamérica se tienen usos occidentales normando nuestras vidas y permeando en nuestra cultura -por no decir, abarcándola por completo- a razón de la llamada conquista, la hibridación de lo español con lo mesoamericano).  

El asunto es que sobre esta incapacidad de que hacen ostensión algunas personas en el llamado Occidente que -como ya dije- yo no comprendo, se llega a convencer a sociedades enteras de que está bien entremeterse en los problemas en Medio Oriente -o con cualquier gobierno opositor- y así justificar que la OTAN y aliados lleven a cabo las masacres que típicamente llevan a cabo.  Por otra parte, para los Sarkozy y esa gente, no hay nada como una incomprensión de esto moviéndolos a sus invasiones; si la hay o no la hay, eso es irrelevante. Su móvil es otro y es de carácter imperial, el mismo que precipitó la Primera Guerra Mundial, por ejemplo (y que es el que acicatea a Israel en sus amenazas de hacerle la guerra a Irán).

Autodeterminación

Existe multitud de personas para los que estos eventos no pasan por ellos o apenas les interesan ¿Qué pasa cuándo sí nos interesa lo que ocurre más allá de nuestro ámbito doméstico? Sin duda, no es posible permanecer impasibles. Cuando se da la toma de posición aparecen -yo he podido apreciar- más o menos dos tendencias opuestas. Una que pugna por la libertad de los pueblos que se están levantando, porque -se arguye- habrán de derrocar a sus dictadores. Y otra que pugna por la libertad de esos pueblos de hacer lo que necesiten hacer sin intromisión de agentes externos. La primera posición puedo admitirla si y sólo si esa posición no consiente la “ayuda” de Occidente para la liberación y que, por el contrario, la combate; también la admito si, en efecto, queda comprobado que no es uno de los tanto movimientos de desestabilización de Occidente para entrar allí a llevarse los recursos naturales de esos pueblos. Si no se dan estas dos condiciones, me parece que es un espejismo hablar de libertad de esos pueblos; porque no es admisible pensar que para liberarse de “sus dictadores” -y se les llama así con relación a los ideales de Occidente y no con relación a los ideales de dichos países- deban, primero, esclavizarse al auxilio de Occidente y lo que ello conlleva (caso de Libia y de Siria).

La segunda posición me parece la más adecuada y sensata posible y ni siquiera es novedosa; se le conoce como principio de autodeterminación de los pueblos, principio que -importante recalcar- prima o se hace efectivo entre países y pueblos y no por necesidad entre los individuos de dichos pueblos. Es un principio que intenta garantizar la libertad de los pueblos de instrumentar forma de gobierno, lengua, mecanismos de solución de conflictos, etc. necesarios a ellos. Y cuando digo que este principio no por necesidad aplica entre los individuos de dichos pueblos lo digo porque las personas nos sentimos naturalmente inclinadas a asistir a personas en problemas o personas que tienen dolores o sufren. Así que si, por ejemplo, un día hubiese una guerra en una de nuestras fronteras creo que sería muy difícil no querer asistir a alguien herido o que sufre, sin importar el bando o por qué sufre esa persona.

Por supuesto, el problema con este principio es que en un mundo de colonialismos, este principio difícilmente puede aplicarse (de hecho, este principio es una de las muchas reacciones al colonialismo).

El otro problema, parece que queda sin resolverse. La objeción más obvia es: entonces porque tienen apoyo de la OTAN y compañía, ¿no deben dichos pueblos levantarse y renunciar así a su libertad? A mí me parece que no deben levantarse sino hasta el momento en que salgan de sus fronteras sus invasores (lo que acabo de decir es de una candidez sin rival); y, por tanto, tener que exigir su salida. Por otra parte, a mí me parece que no tienen por qué renunciar a su libertad, pero que -repito- esa conquista atañe sólo a ellos. Claramente, por otra parte, y por una cuestión de elemental sentido común, la conquista de la libertad de todos los pueblos frente al oprobio imperialista, atañe a todos los pueblos presa de esa esclavitud y aquí sí -me parece- se tendría que marchar unidos para alcanzarla.    

En cuanto a la indignación de Ocupa Wall Street, no hay mucho que decir, más que lo obvio. Son resultado de la obcecación del imperio para con el libre mercado, resultado de la mercantilización de la vida, los quiebres que ésta conlleva en las personas, etcétera. El fenómeno Wall Street por alguna razón me parece mediático. No digo que esa gente no tenga razones para protestar, digo que lo van a desinflar como lo han hecho con varios otros (lástima).

Hasta aquí con esto.

No mando links porque me haya vuelto una pichicata de los datos duros. Asumo que quien lee aquí, en general lee y sabrá cómo informarse sobre estos asuntos; asumo también que son personas críticas y capaces de generar pensamiento independiente.

* Lo escribí hace una semana en forma espontánea y continua como sucede cuando se escribe. Tal vez como una necesidad buscaba terminar de dar forma a mi punto de vista sobre esta situación. Punto que ha quedado plasmado por aquí y por allá en forma de post, tuit o comentario. De inicio, por esto mismo me pareció inútil ponerlo aquí. Luego –ahorita-,  cambié de opinión y aquí está.
** Y, por definición, todo imperialismo es opresivo. Eso es claro.

5 comentarios:

    Bueno que decir solo que estoy de acuerdo totalmente has analizado la cuestión igual que yo haría,aun siendo un ciego"occidental".La gente no obstante no sabe ver más allá de su nariz,y para emitir juicios hay que hacer ejercicios mentales,mente muy dada a la holgazanería que da el echo de que todo se da masticado por los medios.No sea las mandíbulas mentales del ciudadano se rompan.Las revoluciones populares árabes no se han dado espontáneamente,además han sido calcos modificados de otras en la Europa del este,en cuanto a Libia o Siria no han existido tales,no ha habido masas pululantes de ciudadanos pidiendo una libertad han sido directamente terroristas y mercenarios armados.La escusa de la democracia que se intenta extender,parece que nadie nota que los países "democráticos" que están metidos en estas agresiones,también tienen levantamientos populares,de todas formas ojo con ciertos líderes intelectuales de dichos movimientos,lo siento soy conspiranoico.
    Y para dejar algo,si alguien buceara en el pasado de Sarkosy se encontraría una extrania relación con la CIA.

     

    Más bien te leo, Corvus, y me doy cuenta de que cuando hablaba de “la parte de Occidente…”, en realidad, quería decir, no un grupo de personas, sino -más bien- un conjunto de actitudes.

    Te agradezco mucho que comentes; ayer te leí en esa entrada interesante sobre “La Biblia del Diablo”. Por cuestiones de asepsia mental estoy casi inmunizada -incapacitada- a creer en fenómenos paranormales a pesar de que en México luego haya algunas personas que cuenten de sucesos extraños que les han ocurrido; por ejemplo, algunas amigas mías me han contado de cosas o mi abuelo contaba también. Con todo, por alguna razón de fascinación por lo fantástico y la imaginación, me encanta siempre leer de todos esos asuntos: mitos, leyendas, fábulas. En general, tus últimas entradas han estado muy buenas. Por cierto, eso que cuentas sobre un supuesto conocimiento que habría tenido la civilización del Indo en el manejo de armas nucleares no lo había escuchado nunca. Cuando leía los fragmentos del Mahábharata que allí analizas, yo me imaginé algo como la lava de algún volcán o algún bólido acercándose a la atmósfera terrestre. No sé si sea factible rastrear en la corteza terrestre, en los árboles -o en alguna parte- vestigios de material radiactivo de datación muy antigua (puede que hasta alguna tontería esté diciendo); un asunto para largo debate.

    Te saludo hasta Budapest si todavía sigues allá.

     

    Gracias,la verdad no creía que alguien leyera el blog,supongo refieres a ello,realmente somos dos autores en él,si no está firmado,mi temática suele ser mas el tipo social,político,ecológico etc..No suelo tocar ciertos temas de la parapsicología,aunque si me interesan suelo mantener una especie de escepticismo sano,sin creer pero sin negarlo rotundamente,se la afición en México,he leído Cañitas de Carlos Trejo(totalmente escéptico),y muchos más temas así como la llorona etc....Como digo soy un escéptico pero que no por ello niegue rotundamente algunos fenómenos, más estudiados quizás si podrían arrojar algo no tan sobre natural,por otro lado lo del escrito del Mahábharata no es mio es del otro autor,aunque si sabía ya,igual que puedes ver descripciones y funcionamientos de naves en Mahábharata y libros antiguos,por lo de las explosiones nucleares o guerras también se pueden ver en las tablillas sumérias que son aun más antiguas.
    Supongo si se puede medir la radiación,de echo si encontraron alta radiación.
    Gracias pero ese artículo o es mio no me amerito lo que no me toque,suelo ser menos brillante, a veces mi hueva mental me hace estar largo tiempo sin escribir.
    Por lo de los occidentales bueno a veces es una actitud estúpida de quien sa lo cree saber todo y luego es fácil manipulable, y sin entender que pueda haber otras culturas y otras formas de ver las cosas.
    Saludos desde Budapest,la helada Budapest, en el centro de Europa una cultura de origen oriental, pero pronto me acerco a México.

     

    Por cierto,disculpa el doble post,algo para comenzar, te aconsejo mirar algo sobre las pirámides,pero no desde punto de vista arqueológico si no de otras ciencias,arquitectura,física,
    ingeniería, e incluso matemáticas.Te sorprendería.
    Repito el saludo.

     

    Gracias por comentar otra vez.

    Un saludo Corvus.

     

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