Sobre la ciudad de Eleutheria y temas afines
miércoles, 29 de diciembre de 2010 by Eleutheria Lekona
miércoles, 29 de diciembre de 2010 by Eleutheria Lekona
No hay palabras para expresar la dulzura de sentir que existe todo un mundo del que el Yo se halla totalmente ausente.
Sofia Kovalevskaya
“La formalidad rigurosa de la sintaxis, sólo tiene sentido cuando detrás de ella se encuentra la riqueza creativa de la semántica”. José Alfredo Amor Montaño
¿Sabes qué pasa? Que no me había percatado de que tuviste a bien responder al último comentario que hice en "Despierta Libertad". ...
Me niego a vivir en el mundo ordinario como una mujer ordinaria. A establecer relaciones ordinarias. Necesito el éxtasis. Soy una neurótica, en el sentido de que vivo en mi mundo. No me adaptaré al mundo. Me adapto a mí misma.
Anaïs Nin
"...México es un país extraordinariamiente fácil de dominar porque basta con controlar a un solo hombre: el presidente. Tenemos que abandonar la idea de poner en la presidencia mexicana a un ciudadano [norte]americano, ya que eso llevaría otra vez a la guerra. La solución necesita de más tiempo: debemos abrirle a los jóvenes mexicanos ambiciosos las puertas de nuestras universidades y hacer el esfuerzo de educarlos en el modo de vida americano, en nuestros valores y en el respeto al liderazgo de Estados Unidos.
México necesitará de administradores competentes. Con el tiempo, esos jóvenes llegarán a ocupar cargos importantes y eventualmente se adueñarán de la presidencia. Sin necesidad de que Estados Unidos gaste un centavo o dispare un tiro, harán lo que queremos. Y lo harán mejor y más radicalmente que nosotros."
Entrada del diario de Richard Lansing, secretario de Estado del presidente de Estados Unidos Woodrow Wilson, en 1924.
"Si tengo la desfachatez de creerme en posesión de la verdad es porque nunca he amado nada sin a la vez odiarlo."
E. M. Cioran
"Porque el mundo del que somos responsables es éste: el único que nos hiere con el dolor y la desdicha, pero también el único que nos da la plenitud de la existencia; el que nos ofrece un jardín en el crepúsculo, el roce de la mano que amamos; esta sangre, este fuego, este amor, esta espera de la muerte. Este deseo de convertir la vida en un terruño humano."
Matamos lo que amamos.
Lo demás
no ha estado vivo nunca.
Ninguno está tan cerca.
A ningún otro hiere
un olvido, una ausencia,
a veces menos.
Matamos lo que amamos.
¡Que cese ya esta asfixia
de respirar con
un pulmón ajeno!
El aire no es bastante
para los dos.
Y no basta la tierra
para los cuerpos juntos
y la ración de la
esperanza es poca
y el dolor
no se puede compartir.
El hombre es animal de soledades,
ciervo con una flecha en el ijar
que huye y se desangra.
Ah, pero el odio,
su fijeza insomne
de pupilas de vidrio;
su actitud
que es a la vez reposo
y amenaza.
El ciervo va a beber
y en el agua aparece
el reflejo de un tigre.
El ciervo bebe el agua
y la imagen.
Se vuelve
—antes que lo devoren—
(cómplice, fascinado)
igual a su enemigo.
Damos la vida sólo
a lo que odiamos.
ROSARIO CASTELLANOS
Que me conmines al caos no me aleja de ti ni de tu pretendida astucia para olvidarme. Ya no más celeridad en medio de estos días calmos. Te quiero a ti cual Luna clara en medio de la noche, pareces perla primigenia suspendida en un vacío sin fondo. Llegaré a ti vestida de blanco por si aún te atormenta la ausencia de colores en mi silueta.
¿Quieres escuchar mi voz? Entonces tómate la molestia de escuchar también mi canto. Lograrás aprehender las notas de mis melancólicas melodías y las cantarás después, mucho después de la puesta del Sol, cuando yo ya no esté aquí, sino observándote oculta tras un árbol milenario; entonces estudiaré tus movimientos, tu manera de mirar hacia el horizonte, tu forma de postrar la cabeza cuando –pensativo, ausente o triste- escoges la tierra como receptáculo de tus cavilaciones. Estarás en una isla desierta, sabrás apreciar con todos tus sentidos la belleza de un mar salvaje con cielo eléctrico o la tristeza de un sol abrasador sobre el océano amigo. Pero no memorizaré tus movimientos, sólo los contendré infinitamente en mi alma.
ELEUTHERIA LEKONA
“Es obligación de los pueblos reaccionar cada vez que el engaño pretenda alzarse para posponer la verdad.” Salvador Allende
No eres un asidero al cual yo vuelva para paliar mi soledad o mis tristezas. Tú eres mi soledad y mis tristezas.
Eleutheria L.
Defensa de la alegría
Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.
MARIO BENEDETTI
Había venido desde lejos a buscar el sol y el sol hallado al fin, me era hostil. ¿Y si me lanzase desde lo alto del acantilado? Mientras hacía consideraciones más bien sombrías mirando a la vez los pinos, las rocas y las olas, sentí de repente hasta qué punto me encontraba sometido a este bello universo maldito.
E. M. Cioran, “Ese maldito yo”
-¿Cenizas? No, yo quiero que los gusanos me roan… que el hedor de mi carne descompuesta azuce a las criaturas del subsuelo. Y yacer envuelta por la tierra.
Eleutheria L.
Escogiste un derrotero de mediocres. El confort de la lejanía. La tibieza de la duda. No una vida vivir. No amar. No ser. Asirte, en suma, a la pregunta metafísica. Al tormento de la nada y renunciar a la lluvia, a las estaciones, al Sol, a los días.
Eleutheria L.
La humanidad permanece irremediablemente en la caverna de Platón, gozando todavía -su antiquísima costumbre- con meras imágenes de la verdad.
Susan Sontag,
On Photography
Cómo quisiera acariciarte con mis palabras…
Rozar tus oídos con mi boca y,
como una danzarina loca,
bailar en rededor tuyo…
Bajo esta lluvia o fuera.
Eleutheria L.
Escucha la pequeña belleza, grillo, escúchala que tú también cantas y con tu música haces de mis oídos laderas de tu voz, de tus historias de silente hablante.
Sé que la escuchas grillo porque ya no hablas y que, lejos, compartes conmigo esta eufonía.
Recuerdo cuando fui luciérnaga y paseaba contigo por el pasto –mojado- y gotas de agua nos bañaban.
Recuerdo grillo, tu compañía de saltarín, de cuasi-saltamontes, en estas geografías de enebro y tulipán y el viento fuerte sobre nosotros tirándonos y nosotros que sobrevivimos a él para transformarnos en gaviotas o en hombres que, como la alegoría del andrógino, buscarnos después –perdidos y nauseabundos de nosotros mismos, revulsivos, grillo.
Yo no supe grillo, del confort de tu cacofonía –que a mí me pareció melopeya vulgar, anodina (no como tú, grillo).
Grillo veraniego, grillo nocturno, de invierno, de casas de campo, de descanso, lejos de mí, a través del viento; frente a un cristal-espejo de mis melancolías. Grillo eterno, de siempre, sempiterno, en lontananza que inventa que le pienso, que te pienso grillo lejos de mí sin sucumbir en mí.
¿Por qué eres grillo?, ¿Por qué ya no eres rostro, ni manos? Grillito tonto. Haces que me parezca luego a una mantis y me crea que Dalí habla de mí en sus libros hechos de moho en bibliotecas de moho también.
¿Ves cómo todo es hermoso, grillo? Desde tu canto, tus manos de grillo, tus ojos de grillo, tu estúpido mirar de grillo incólume que no se inmuta ni frente a una carcajada en contra de él (así es el grillo –ni hablar).
Los grillos me acompañan desde aquellos viajes de infancia. El grillo –con su canto- anunciaba la llegada al lugar. El bosque tropical hacía su aparición, me apeaba ansiosa de clavarme en la agua de aquella poza artificial. El grillo había parado de cantar y me dejaba a mi suerte; me prometía al oído mi libertad para aquellos días y me dejaba tomarme mi raspado de tamarindo después de la chapuza-chapuzón.
Grillo veraz y atroz, delator. Le caían mal mis gatos –de siempre- porque de siempre el gato –necio- me seguía; como hasta ahora que los gatos me siguen.
Y era un grillo pérfido también -¿te acuerdas de la palabra, amigo cometa?
Y un grillo manantial y páramo y erial y nada. Monocorde.
Y no entiendo cómo pueda haber tantos grillos en el mundo y, de tantos, aparezcas tú, hayas sido tú, -¿por qué grillo?
Me vienes tanto, grillo.
Pero ir hacia la oscuridad en la claridad de tu vaivén, de tu huida, de ti que no comprendiste, grillo del tiempo.
Por Eleutheria
Sólo el pensamiento que se hace violencia a sí mismo es lo suficientemente duro para triturar los mitos.
Max Horkheimer y Theodor W. Adorno
Preserva tu derecho a pensar, puesto que incluso pensar erróneamente es mejor que no hacerlo en absoluto. —Hypatia de Alejandría—.
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Es un lugar íntimo...
Dos cosas por que escribí este comentario.
La primera, por que aunque este en contra de los convencionalismos sociales no me puedo resistir a desearte un feliz año 2011, y que te la pases con salud y en compañía de tus seres queridos (un año mas que no nos vimos).
La segunda para decirte que comparto al 100% tu opinión en las redes sociales y en el blog. Es mas que hay tantas veces que he querido decirlo a mis conocidos y simplemente no encontraba la forma de hacerlo (ahora en adelante los referiré a tu post). De nuevo escribiste algo que yo quería decir y que mi falta de habilidad para expresarme me lo impedía.
Saludos
Hola Toño, ¿sabes? está bien lo de la convención por lo del nuevo año (a mí esta fecha siempre me ha encantado e, incluso, pensaba dedicar un post al asunto: claudiqué porque me he entretenido haciendo otras cosas). Entonces, bueno, yo quiero aprovechar también este canal para desearte la cosa típica -aunque te lo deseo profundo- de un gran año para ti: lo mejor para ti y los tuyos para el 2011 que -supongo- incluye que inicias ya el doctorado (ya nos contaremos).
Te envío un fuerte abrazo y que te la pases súper.
Ciertamente el blog es un espacio de reflexión textualmente hablando, donde nos reflejamos o nos proyectamos y por eso me agrada. Ya tenía bastantes libretas llenas de escritos varios que acomodé en una gran caja por no querer deshacerme de todo eso que alguna vez pensé, sentí o imaginé y que expresé de puño y letra durante varios años.
Me agrada poder sentir el deseo de escribir y tener la facilidad de sentarme frente al monitor y hacerlo. La diferencia creo es que de todo lo que he escrito en mi blog, nada temo perder. Si hay un apocalipsis inmediato y pierdo todo lo que he expresado en el blog hasta el momento no pasa absolutamente nada. No, no es que haga respaldos de lo que escribo jajajajj. Más bien es precisamente porque me reflejo cada vez que escribo algo o que vuelvo a leer algo que escribí con anterioridad y me reafirmo a mí misma en todos mis textos y recuerdo mi esencia y lo verdaderamente importante o grato para mí, que antes por la rutina olvidaba frecuentemente.
Pero de todo aquello que escribí de puño y letra jamás me desharía porque ese material lo produje durante mi crecimiento, en plena búsqueda de identidad y en tiempos de cambios, aprendizaje y adaptación constante. Es material que realmente atesoro y del cual aquí sólo expreso algunos ecos, por eso me siento tan cómoda al escribir aquí, en un blog y porque para la gente que quiero que está tan lejos de mí siento que es como entablar una charla alivianda y con calidez a ratitos.
Respecto a FB, el Hi o el tweeter pues no puedo opinar porque no cuento con ellos, aunque supongo que es en parte por falta de tiempo, porque soy muy práctica y no tengo tiempo de leer cosas burdas y pueriles de la vida ajena, aunque supongo que es entretenido y entre familia y amigos puede resultar un medio de comunicación útil....nooooo, la verdad tampoco creo eso jajajajja, en mi caso prefiero llamar directamente a la persona a su tel o a su cel, pero creo que es por practicidad jejeje. La verdad de tanto acostumbrarme al papel y a la tinta, tener ahora un blog ha sido un gran cambio, un cambio (en este caso de verdad) muy entretenido. Besitos ciao, ciao.
¿Sabes Jen? Yo sé eso (de las personas ocupadas y viviendo lejos); aunque, ¿sabes? aquí entre nos, prefiero el correo-e para esos fines (¿o será que soy necia?). No sé, cuestiones de temperamento.
Y me da mucha alegría que ya tengas tu blog y leerte tan seguido. Me acuerdo de cuando en "Miras" leíamos algunas de las historias de tus libretas; uff, me acuerdo de mil cosas en realidad.
Te abrazo pequeña.
Lo olvidaba Jen, lo que quiero decir es que las redes sociales están hechas para socializar y la paradoja radica en que a veces, justamente, logra el efecto contrario. Quitando el caso de los ocupados y los que, amándose, viven en las antípodas, la red social puede llevarte a la actitud cómoda consistente en chatear con el amigo por el FB, por ejemplo, en lugar de irle a ver a su casa o qué sé yo o de echarle un phonazo. Y aunque mi hit no han sido las relaciones sociales y esas cosas, prefiero -sin duda- a la gente viva, de carne y hueso -tocarla, parparle, mirarle los ojos, verle la sonrisa- que la relación virtual (yo dudo que alguien no prefiera también esto; la cosa es -repito- que, a veces, quizá sin querer, la red social te permite prescindir de ese contacto -el vivo- porque, bien que mal, cuentas con el virtual). Pero bueno, quién sabe, igual y un día nos sacamos nuestro Twitter y andemos allí parloteando (ironizo).
Saludos...
Mi muy estimada amiga Eleutheria
Antes que todo te deseo -sin caer en lo trillado- éste sea un mejor año para toda tu familia, para ti y por supuesto para todos quienes nos aventuramos a vivir en éste lugar qué algunos dicen es una républica.
Creo qué -acertadamente- como desvelas, el mediático "boom" de las pseudo "redes sociales", se dió y propagó como un virus por el sistema inmunológico, afectando más de lo que ayuda, si bien hay -y créeme que existen- defensores de éste tipo de comportamientos, lo realmente cierto es qué no existe mejor interacción que la personal, no es por menos verídico qué debido a éstos "boom" la capacidad de comunicar y entender es cada vez menor en la infancia y juventud actuales, sin embargo cada vez más -por desgracia- el vox populi se ve inmerso en éstos "modelos del siglo XXI".
Doy gracias por los blog, pues como acotas, son nuestros diarios en línea, abiertos para quién desee ó no interactuar con ellos, y - he de ser sincero- además son un paliativo para el escritor que llevo dentro.
Un placer leer y saber cada día más sobre ti.
Saludos
Adrian
En el fondo, Adrián, nos parecemos bastante a los afectos a la red social: nos mueve un anhelo de decir, de mostrar, de darnos. Claro que, como somos abogados de nuestras propias abstracciones, nosotros pensaremos que nuestro decir, nuestro mostrar posee mayor relevancia, valor, utilidad -qué sé yo- que lo que pueda decirse en una red social. Yo creo que en 40 palabras -como hacen los tuiteros- pueden decirse cosas tan sustanciales (como la belleza de los aforismos: pequeñas cápsulas de pensamiento lúcido o silogismos impresionantes) como las dichas en párrafos y párrafos dentro de un blog. Y a pesar de ser yo muy solemne, entiendo que pueda haber -como los hay en este país- cientos de humanos nada afectos a la solemnidad sino, más bien, amantes de la intrascendencia. El punto es que a nosotros la intrascendencia ya no nos embelesa ni nos da. Tal vez nos conmueva, pero eso porque somos tiernos, tiernos. Mi principal diatriba contra la red social es que estrecha vínculos de tipo virtual entre las personas en detrimento -a veces- de los encuentros humanos. Y cuando hablo de la intrascendencia, no va ningún juicio de valor contra la intrascendencia misma, sólo contra la indiferencia, el desentendimiento de algunos de sus usuarios para con el entorno; pero, no sé, a veces parecen tan felices en esa narcótica ignorancia...
Mucho qué disertar sobre el punto.
Adrián, te envío un gran abrazo de inicio de año, muy fuerte.