Un disco de hace muchos años: 1998*.
Noche de algo, de lluvia o de cenizas. Absorta y ávida de infinito en un cubo de paredes; la búsqueda musical iniciaba. Sonidos otrora desconocidos para nervios, venas, torrente circular sanguíneo, huesos, útero y cerebro.
Fue la primera vez que escuché a Madredeus, el “O Paraíso”. ¿La canción? “A Tempestade”. La radiodifusora no podía ser otra más que Radio Universidad.
[Y sí, una tempestad siempre azota a aquel órgano. Una nube sobre mi cabeza que me sigue a todos lados. Y allí van también: las gaviotas, el sonido del océano, sus rocas y sus acantilados, el vórtice final dilapidándome.]
Suprimamos la verborrea y recordemos este disco de Madredeus. ¿Por qué? Sólo porque sí, por compartir sonidos finiseculares.
El pistaje:
- Haja O Que Houver
- Os Dias Sao A Noite
- A Tempestade
- A Andorinha da Primavera
- Claridade
- A Praia Do Mar
- O Fim da Estrada
- Agora
- Margem, A
- Carta Para Ti
- Coisas Pequenas
- Nao Muito Distante
- O Sonho
- O Paraiso
El oleaje:
* En realidad, es de 1997.
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