martes, 9 de noviembre de 2010

Loa al azar y alegría


Ayer fui a Ciencias y pude ver a alguien a quien no veía hace poco más de un par de meses. Entonces, este brevísimo post quiero dedicarlo a congratularme por todas aquellas charlas que he tenido con ese alguien, quien, con su visión del mundo también ha enriquecido al mío (este Big Bang –mi mundo- que se expande y contrae infinito; el de ese alguien, yo creo que sólo se expande). Y si escribo esta breve nota al respecto es porque estoy muy feliz de ver cómo dicha persona –un ser con alas- ha mejorado notablemente y ser testigo de cómo el azar ha favorecido su recuperación y la de su cuerpo que ahora luce menos debilitado (si la nueva Metafísica -como sugirió Paz- advendrá en una crítica a la ciencia; entonces, si somos críticos, tendremos que aceptar que los que creemos en ella –en la ciencia- elevamos nuestras plegarias en forma de loas al “Azar”, al “Caos” y a la “Entropía”. Claro, uno no cree en la ciencia y menos en el azar como si de deidades se tratase: como se ha visto, también la afectación infecta a mis posts -y las cacofonías-; pero esto último es nada relevante frente a la mejoría del ser alado a quien dedico esta entrada).

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