Tras comentar un post –con declaraciones aventuradas desde mi óptica- que ciudadano X subió a su blog en relación a la huelga de hambre que miembros del SME llevan a cabo, me puse a pensar que lo que le escribí es parte de lo que yo quisiera decirles a todos aquellos mexicanos cuyos puntos de vista al respecto son similares. Tales puntos de vista parecieran reflejar dos cosas que yo no alcanzo a desentrañar del todo. Por un lado, parecen salidas de personas deshumanizadas que creen estar convencidas de que lo que les ocurre a Cayetano Cabrera y Miguel Ángel Ibarra es algo como una farsa o un chantaje o un mandato de Martín Esparza. En mi opinión, tales argumentaciones, además, subestiman la inteligencia y dignidad de los huelguistas; por otra parte, se muestran complacientes con la pérdida de los empleos de los trabajadores y les parece que la hipotética conducta poco ética de los líderes del sindicato –como Martín Esparza- es razón suficiente para que la empresa completa y sus trabajadores hayan sido liquidados. Como si el placer que les infligiera pensar que Martín Esparza ya no se enriquecerá más a costas de LyFC, fuese superior a la aflicción de pensar que -con ello- miles de trabajadores honestos y escrupulosos –y sus familias- se han quedado sin trabajo y, en algunos casos, sin esperanza; esta idea en sí misma me parece un claro signo de deshumanización y muestra el carácter envidioso de algunas de las personas con tales opiniones. Seres envidiosos que -pareciera- se alegran de ver el dolor ajeno; seres que no soportan que el SME tenga “prerrogativas” (es que el mexicano se ha conformado tanto con los salarios y prestaciones sociales que aquí se dan que a algunos, se les hace, los sindicalizados son privilegiados. Terrible). Algunos de estos mexicanos, en cambio, se muestran demasiado tolerantes y vasallos –es mi impresión- cuando esas mismas prerrogativas son gozadas por los gobiernos –como el de Calderón-, por sus personeros y por sus compadres -la caterva empresarial en el caso del gobierno de Calderón.
Tales apreciaciones han soliviantado el título de este post: pensamiento homogéneo y deshumanización: carencia de ideas propias y falta de nobleza del espíritu. No entiendo cómo, sin esos dos ingredientes, pueda echarse a andar a grupo social alguno.
En relación al post mencionado, deseo compartir en "Eleutheria" lo que comenté. Pero, antes, el post mencionado AQUÍ.
Mis comentarios al mismo (en algunas ocasiones, suelo hacer comentarios así de maratónicos, no es inusual):
Hablas como tooooodos los mexicanos irreflexivos que, como feligresía, se ciñen al decir de la llamada opinión pública. Y no porque hablar como la opinión pública sea en sí mismo descalificable, sino porque no me parece que ésta, realmente, se vuelque –no siempre- al ejercicio de pensar, pensar. Yo me siento ávida de seres que generen sus propias ideas y de que éstas sean pensadas y, lo confieso, me genera cierto escozor ver con qué rapidez se homogeneíza la opinión pública al punto de que hay días que pienso: “O de plano el conjunto de ideas que las personas podemos generar es de cardinalidad casi nula o, de plano, estas personas son víctimas -ya en estado terminal- de la alienación y mediatización de los media”. Aunque cuando pienso tales cosas me convierto también en víctima y olvido que los media son habilísimos para hacer creer que es ése el tipo de pensamiento del ciudadano promedio cuando ello, evidentemente, no necesariamente es así. Por otra parte, lo que se ha dado en llamar “opinión pública” es sólo, en realidad, el pensamiento promedio de una cierta fracción de mexicanos sobre un cierto asunto que suele coincidir, curioso, con el pensamiento que se estandariza desde los mass media y que es, por lo regular, concordante con la ideología del gobierno en turno. Es decir, no se puede negar que el pensamiento de la llamada “opinión pública” sí refleja o recoge los puntos de vista de una cierta parte de la sociedad y que, por tanto, merece un lugar –que no tendría por qué ser preeminente- en el mundo de las opiniones. Así que, la pregunta es, ¿tú piensas, como piensas, influido por la opinión pública o, más bien, tu pensamiento forma parte de la misma, es decir, es una muestra de? Tendré que admitir, como ya lo hice, que la opinión pública no es un fantasma y que también tiene adeptos y artífices; prefiero a los artífices que a los adeptos; espero que –de pérdida- seas de éstos últimos.
Sobre la situación del SME. Me citaré a mí misma: Siempre lo he dicho, posiblemente Esparza es un corrupto (de lo cual, por cierto, no tengo evidencias ni a favor ni en contra) pero ello no tendría por qué desvirtuar la lucha de todo un Sindicato, ni la lucha de sus miembros no corruptos. Tampoco éstos tenían por qué pagar –como pagaron- con la pérdida de sus empleos debido a la presunta mala actuación de sus líderes. Espero que no se te haya olvidado que, de no ser por la maniobra del 11 de Octubre de 2009, ni Cayetano Cabrera ni Miguel Ángel Ibarra estarían ahora poniendo en jaque sus propias vidas. Apelan a su propia dignidad como último recurso para echar atrás una medida que, de origen, es inconstitucional, torpe, inadecuada para la coyuntura económica que se vive y, en consecuencia, fascista. Dediqué también, durante el mes de Octubre, algunos post en los que explicaba que la posible corrupción al interior del SME sí demandaba de una purga, pero que ésta tuvo que haber sido planeado en otra forma y que, además, era inverosímil que otros sindicatos –como el SNTE- permanecieran intocados.
Por otra parte –parece que no lo sabes- los miembros del SME también tienen cerebro y, por ende, voluntad y gente como Ibarra o Cabrera decidieron de forma libre y personal – tal vez no autónoma porque la decisión se tomó como colectivo- llevar la huelga de hambre; qué lamentable que subestimes la inteligencia de estas personas. Que estemos o no de acuerdo con tal medida, se entiende (entiendo que tú no estás de acuerdo), pero que te atrevas, a partir de un vídeo, a decir cosas como (te cito textual): “a mi no me cuadra muy bien que digamos el audio con el vídeo (como dice mi prima Marianita) toda vez que el desgaste ponderal no corresponde con los días que tienen en huelga de hambre, además que escuchar al médico que los atiende (que por cierto es del gremio) deja muchas dudas sobre la realidad de la medida de presión que dicen estar llevando a cabo.”, me hace verte como -y ésta es una impresión subjetiva y muchos disentirán de la misma:
1) 1) Una persona a la que -de pronto- se le olvida que para hacer aseveraciones de tal magnitud hace falta algo más que hacer veredictos médicos a través de una pantalla, aun siendo médico. No, mira, Ciudadano, no dudo de tus capacidades médicas, pero para sugerir tal cosa, hace falta algo más que saber del tema y mirar un vídeo, ¿por qué no te paras al zócalo, por ejemplo, y lo compruebas? y entonces, ahora sí, en calidad de profesional de la salud, nos traes tus impresiones después de haber comprobado, in situ, lo que sugieres.
2) 2) Un ser deshumanizado. Y, perdón, pero no lo entiendo de alguien que se dedica a la práctica médica. Bueno, sí lo entiendo, por eso no me gusta nunca ir al “Seguro”.
Otra cosita, no sé si sepas que los hombres que se adhirieron a la huelga de hambre se sometieron a exámenes médicos antes de iniciarla y que algunos de ellos no se sumaron a ésta por padecer de hipertensión, obesidad y otras afecciones que los habrían quebrantado rápidamente. Quizá por éso, personas como Cayetano Cabrera o Miguel Ángel Ibarra han -a pesar de los embates- podido soportar con tanta entereza este lance. No sé Ciudadano, de pronto siento que hablas con pocos fundamentos. No sé por qué haces éso, tú eres médico y deberías conocer cómo proceden los hombres de ciencia.
“Preguntas Yahoo” –tu termómetro- twitter, facebook, etc. ¿Sabes? Aquí sí creo que has sido más científico, tales lugares y redes sociales son estupendos termómetros de lo que piensa el cibernauta promedio, tan afecto al maremágnum de indiscreciones que se vierten en tales topos virtuales, tan afecto a querer constantemente reafirmar lo que es –él mismo- a través del reconocimiento social, etc. Claro que es innegable que en esos sitios, también, se llegan a soltar dos que tres cosas valiosas y tampoco puede negarse que han servido como interesante punto de encuentro –casi experimental- para aquellos que están genuinamente interesados en la discusión de las ideas; esto último lo menciono, nada más, para sofocar posibles equívocos en aquellos que todavía tienen broncas con la inclusión lógica (no es juicio de valor, en un momento dado, todos podemos llegar a experimentar tales broncas).
¿Sabes Ciudadano? Siento que, de pronto, caes en reduccionismos, Esparza no es todo el SME ni el SME Esparza; no creo que se necesite de un líder moral para que una lucha sea justa; sí creo que se precise de un líder moral para que la lucha tome buen cauce. La ausencia de líderes morales, más que ponernos pesimistas, nos debería llevar a considerar seriamente a qué se debe tal ausencia y qué comportamientos sociales nocivos se reproducen en sindicatos, partidos políticos, cooperativas, etc. para que así ocurra. La reproducción, por otra parte, de dichos comportamientos es sólo posible porque se trata de una conducta que, per se, existe en nuestra sociedad ¿Qué está mal en nuestros mores?
Preferiría que las cuotas de las que hablas se las quedara Esparza con tal de que los trabajadores honestos conservasen sus trabajos y no que dichas cuotas y todo el negocio de la electricidad quede en manos de unos cuantos como, seguramente, quedará (en realidad, el idóneo es que no haya ni líderes corruptos ni empresarios abusivos, sino sólo trabajadores dignos haciendo su labor como parte de una sociedad honesta en la que las empresas tienen buenas ganancias sin llegar a actitudes rapaces). Por ejemplo, esto de los medidores prepago se me hace improcedente en un país en el que la mitad de su gente vive al día. Y aquí sí tengo que decir que yo no pienso como aquellos que están tan acaramelados con el modelo neoliberal y las privatizaciones y la IED y todo ésto que suena tan “progre”. Creo que hay algunas cosas que podrían tomarse, pero no todas. Yo no voy de acuerdo con aquellos seres incapaces de divisar la posibilidad de idear, pensar, proponer un nuevo modelo económico ad hoc a nuestras necesidades, uno que no sea más -ya no- la última adquisición ideológica importada desde EUA. Es hora de idear -sin vivir en una isla, sin despreciar por completo otras experiencias internacionales- nuestras propias políticas. Estoy convencida de que mucho de nuestros males radica en que no hemos hecho sino adoptar –sin adaptar- corrientes venidas de fuera. Es hora de crear y de proponer nosotros.
Tengo una pregunta, ¿por qué afirmas que sus demandas no se corresponden a una lógica planeada?, ¿tú qué harías?, ¿lo harías mejor que ellos?, ¿por qué no los asesoras? ¿Por qué la desaparición de LyFC tiene que significar que ellos pierdan sus trabajos, por qué no al reconocimiento de CFE como padrón sustituto?, ¿dime por qué? ¿Te parecerá, te pregunto, que se desmantele al IMSS –aduciéndose los mismo argumentos mentirosos que se adujeron para desaparecer a LyFC- y que, ergo, toda su plantilla de trabajadores se quede sin chamba?, ¿por qué, a expensas de quién? Y, sobre todo, ¿por qué de sopetón y en la forma vil en que lo hicieron? Economistas como Mario Di Constanzo afirman que los salarios de los trabajadores apenas representaban el 15% de los gastos de LyFC. Y tengo otra pregunta, ¿te has puesto a leer los oficios y comunicados que emite el SME?, ¿has investigado al respecto? Te paso el link a este pronunciamiento de los huelguistas a ver si quieres o puedes leerlo; allí se explica la viabilidad de CFE como padrón sustituto y comprenderás por qué, entonces, exigir la recontratación de todos sus trabajadores no tendría por qué estar fuera de una “lógica planeada”
Pero, en fin, aquí está el mexicano cangrejo, ponzoñoso, tirándole al SME en lugar de unirse para frenar las corruptelas del gobierno. Y este mexicano ponzoñoso es, además, ingenuo, el mismo que –como marionetita- repetía que si Andrés López ganaba la elección, lo dejaría sin casa y que, por tanto, era un peligro para México, el mismo mexicano que convalidó el Fraude de 2006 y que ahora no aguanta el desgarriate en el que Calderón y su cáfila de nanócratas tienen al “país”. Pero este mexicano ponzoñoso e ingenuo no aprende de lecciones históricas y vuelve a repetir, una y otra vez, los mismos errores. Náuseas.
Bueno, pues después de mi perorata te digo Ciudadano: ¿por qué no encauzar todas estas energías negativas a apoyar al sindicato, con el propósito de que sus empleos les sean restituidos?, ¿por qué la desunión?, ¿por qué la desconfianza? Yo no deseo que Cabrera o Ibarra mueran a causa de una huelga de hambre y, más allá de que estemos o no de acuerdo con el origen de la misma –la extinción de LyFC y la desaparición del SME por parte del “gobierno” (ése que está matando a miles en las calles)-, creo que tendríamos que exhibir más nobleza, respetando la decisión de estas personas y no pensar, NO POR FAVOR, que son héroes o mártires o títeres de Esparza, sino –simplemente- pensar que son hombres congruentes con su lucha. Me da tristeza Ciudadano que no veas éso, que la gente pierda la capacidad para mirar lo que sí vale la pena y, en cambio, se centre sólo en minucias y sospechas infundadas, oscurantistas.
Por cierto, ¿qué me ha resultado valioso en tu post? No el contenido. Sí, que muestra el mismo interés -qué bueno que no lo pierdes- que sueles experimentar hacia con lo que ocurre dentro de tu sociedad.
Con toda sinceridad, Eleutheria L.
Iba a solicitarte la publicación de tus comentarios con la finalidad de compartir tu punto de vista aunque veo que la misma idea te surgio.
ResponderEliminarAl margen debo decir que se valoraron a los huelguistas y en efecto se determinó que no había daño secundario a un ayuno prolongado, es decir, que todo fue un montaje armado por AMLO para recuperar el dinero del sindicato para su cammpaña aqui el link http://www.eluniversal.com.mx/columnas/85080.html
Puedes creer o no, pero lo que si se debe reconocer, es que en esta historia hay mucho más que un par de heroes recuperando el patrimonio modesto para sus hijos.
me preguntabas si yo creía que Cayetano y el otro no tenían cerebro y voluntad propia y ahora te contesto que si, lo que no creo es que tengan intelecto suficiente para ver que solo son empleados, o en el mejor de los casos, estan concientes de que solo son peones del tablero.
Nunca he simpatizado con la gente de la Cia de L y F del Centro, desde la que cobraba los recibos hasta los que tomaban la criminal lectura del medidor que más de una vez me hizo pagar sumás exageradas ante sus miradas burlonas de "y hazle como quieras" por lo tanto, no creo que el movimiento (donde tu sostienes que el lider puede o no ser corrupto pero eso no lo desvirtua) tenga la pureza y dignidad como para exponer una vida, y menos creo que exista un hombre con la entereza de dar su vida por el bienestar de sus 40 y tantos mil compañeros, creo que esto es un asco y que AMLO tiene metidos hasta los codos y que solo se trata de billete, y que cuando se los den, los lideres maiziaran a sus agremiados y diran que habrán triunfado.
Asi que, mi queridisisissima Eleutheria, creo que esto no es más que una pugna entre criminales por el botin, incluido López Obrador.
te dejo un saludo
UNO
ResponderEliminarCiudadano X, me estás dando a leer la columna de un formador de opinión al que, lamento decirlo, tengo en bastante baja estima. A pesar de ello y no tanto por temor a caer en falacia ad hominem, sino por elemental congruencia intelectual -o no sé cómo decirlo sin sonar tan afectada- te haré mi comentario sobre las aseveraciones que hace este señor en su malhadada columna.
1. Por mera cautela científica, no me he atrevido nunca a decir que Martín Esparza es un hombre corrupto, pero a pesar de no tener elementos para decirlo, sí que no me extrañaría que lo fuera porque, en general, buena parte de los sindicatos en México están tan descompuestos como la sociedad misma (los sindicatos son un subconjunto del conjunto mayor llamado sociedad). Así que, en relación a los siete mil millones, creo que bien que podría ser cierto. Hay que esperar a que se compruebe, ¿te parece?
2. Yo creo que a Andrés Manuel López Obrador o a Andrés López o como le quiera decir la gente (ah, porque resulta que hasta decir el nombre completo del señor es cosa que levanta sospechas) le tienen sin cuidado este tipo de calumnias tan -de plano- irrisorias. ¿Dónde está la evidencia que apoya lo dicho por este columnista?, ¿quién documentó lo que el señor señala?, ¿dónde está?, ¿cómo?, ¿cuándo? El día que se dé a conocer, con pruebas fehacientes y no con rumores, que Andrés L. ha cometido un acto de corrupción, no dudaré en condenarlo y reconocerlo. Por lo pronto, ésto nomás tiene cara de rumor. ¿Sabes? a Andrés López Obrador le veo multitud de defectos, la deshonestidad no es, sin embargo, uno de ellas. Mira, A. L. es un hombre de la política y, por ese sólo hecho –ni como negarlo- es un hombre del sistema, eso lo entiendo perfecto, tanto, que el pragmatismo con el que se ha manejado últimamente, me molesta de veras, por ejemplo.
También te quiero decir otra cosa. En Internet hay mucha información y es una herramienta de veras útil para allegarse de conocimiento, pero no todo está en Internet y los cibernautas nos estamos acostumbrado demasiado a mandar hipervínculos –tontos de nosotros- para respaldar “nuestras afirmaciones”. Acordémonos de que existen las bibliotecas, de que hay libros (¡de que todavía hay papel!), pero -sobre todo- recordemos que tenemos un pensamiento propio para elaborar inferencias ¿De veras crees que con ese link me estás demostrando algo sobre A. L. O.? Yo no me niego a las evidencias –me gustan- pero quiero EVIDENCIAS, EVIDENCIAS, no rumores, no estas cositas pueriles. Investiguemos en dónde está el documento tal que menciona el señor éste y en cuanto lo palpemos, entonces sí, nos ponemos ya a hablar con razones y no a estar nada más aquí especulando o hablando al aire.
(sigue...)
UNO
ResponderEliminarCiudadano X, me estás dando a leer la columna de un formador de opinión al que, lamento decirlo, tengo en bastante baja estima. A pesar de ello y no tanto por temor a caer en falacia ad hominem, sino por elemental congruencia intelectual -o no sé cómo decirlo sin sonar tan afectada- te haré mi comentario sobre las aseveraciones que hace este señor en su malhadada columna.
1. Por mera cautela científica, no me he atrevido nunca a decir que Martín Esparza es un hombre corrupto, pero a pesar de no tener elementos para decirlo, sí que no me extrañaría que lo fuera porque, en general, buena parte de los sindicatos en México están tan descompuestos como la sociedad misma (los sindicatos son un subconjunto del conjunto mayor llamado sociedad). Así que, en relación a los siete mil millones, creo que bien que podría ser cierto. Hay que esperar a que se compruebe, ¿te parece?
2. Yo creo que a Andrés Manuel López Obrador o a Andrés López o como le quiera decir la gente (ah, porque resulta que hasta decir el nombre completo del señor es cosa que levanta sospechas) le tienen sin cuidado este tipo de calumnias tan -de plano- irrisorias. ¿Dónde está la evidencia que apoya lo dicho por este columnista?, ¿quién documentó lo que el señor señala?, ¿dónde está?, ¿cómo?, ¿cuándo? El día que se dé a conocer, con pruebas fehacientes y no con rumores, que Andrés L. ha cometido un acto de corrupción, no dudaré en condenarlo y reconocerlo. Por lo pronto, ésto nomás tiene cara de rumor. ¿Sabes? a Andrés López Obrador le veo multitud de defectos, la deshonestidad no es, sin embargo, uno de ellas. Mira, A. L. es un hombre de la política y, por ese sólo hecho –ni como negarlo- es un hombre del sistema, eso lo entiendo perfecto, tanto, que el pragmatismo con el que se ha manejado últimamente, me molesta de veras, por ejemplo.
También te quiero decir otra cosa. En Internet hay mucha información y es una herramienta de veras útil para allegarse de conocimiento, pero no todo está en Internet y los cibernautas nos estamos acostumbrado demasiado a mandar hipervínculos –tontos de nosotros- para respaldar “nuestras afirmaciones”. Acordémonos de que existen las bibliotecas, de que hay libros (¡de que todavía hay papel!), pero -sobre todo- recordemos que tenemos un pensamiento propio para elaborar inferencias ¿De veras crees que con ese link me estás demostrando algo sobre A. L. O.? Yo no me niego a las evidencias –me gustan- pero quiero EVIDENCIAS, EVIDENCIAS, no rumores, no estas cositas pueriles. Investiguemos en dónde está el documento tal que menciona el señor éste y en cuanto lo palpemos, entonces sí, nos ponemos ya a hablar con razones y no a estar nada más aquí especulando o hablando al aire.
(sigue...)
DOS
ResponderEliminarCiudadano, ni suscribo dogmas, ni los formulo, ni los sigo. Lo diré bien claro, otra vez: simpatizo con el ideario de Andrés Manuel, estoy cierta de que le fue robada la elección en 2006, estoy cierta de que es un hombre honesto, pero también creo que en aras de gobernar México -si bien es por una finalidad noble- le está haciendo demasiado el jueguito a la oligarquía nacional; cree que basta con comportarse como un demócrata y seguir las reglas del juego impuestas por un sistema putrefacto para ganar la presidencia. Error. Este sistema ya no sirve y menos sus hediondas instituciones. Por mucho que sea apoyado, en 2012, por la ciudadanía que quiere el cambio con él, por mucho que esa ciudadanía se vuelque a cuidar urnas en 2012, por mucho que éso pase, será difícil –no diré que imposible- que él gane la presidencia. En tanto sólo una cierta fracción de la ciudadanía –que mira que no es poca- esté, unida, lista para ese cambio, las cosas no serán diferentes. Las inercias existentes –apoyadas por todo el poder de los media- han inducido en muchos ciudadanos la idea equivocada de que Andrés es un caudillo, un mesías, un intolerante y cosas bien, bien, absurdas. Andrés Manuel quizá no llegue a gobernar, pero sí tiene que ser bien consciente –espero que lo sea- de todas las muchas cosas que puede hacer para lograr un cambio y que ello es posible gracias a la autoridad moral de que goza y también debido al extenso apoyo de todo el pueblo que le sigue (el que le sigue, no el que no le sigue). En realidad, él ha sido ya detonante de significativos cambios en el pensamiento de varios grupos sociales. No sé, cómo me gustaría que las personas, ejerciendo su completa libertad, sin influencias mediáticas, pudieran decidir y determinar si Andrés Manuel sería o no una alternativa para ellos. Muchas personas estamos dispuestas a trabajar durante estos dos años –voluntariamente- en la tarea de hacer ver a otras personas que hay una distorsión sobre la imagen de Andrés y que es posible, al margen de ello, analizar su propuesta política –los diez puntos que presentó ayer en el zócalo- y decidir sobre la misma. Soy realista y creo que ni los dos años que nos quedan, ni los recursos que tenemos serán suficientes para alcanzar tal cometido que –repito- no es persuadir de su proyecto, sino de la necesidad de evaluarlo libres de toda influencia mediática, incluida la de sesgo “izquierdista”.
(sigue...)
TRES
ResponderEliminarHay una opción más que tiene A. M. L. O. y es radicalizarse, pero éso no lo va a hacer porque es un humanista y él entiende el costo social que entrañaría el apelar a modos más violentos que darían cauce al objetivo que él –y con él, muchos- queremos para este país (aunque eso es también bastante utópico). Yo, la verdad, me quiebro la cabeza –yo creo que soy bien tontita- y veo que la única forma de frenar a la oligarquía es conquistando los espacios mediáticos por ellos gobernados, pero ¿cómo? Habría que terminar con muchas dinámicas e inercias que tienen bien viciado todo el asunto. Ello es posible, mas requiere de un cierto tiempo.
Desafortunadamente, México no es Bolivia, ni Venezuela; cierto sector de nuestra sociedad no está listo para el cambio por el que pugnamos él y muchas personas. Por eso seguimos en el atolladero en el que estamos y estaremos así por un buen tiempo todavía; yo, sin embargo, no pierdo la esperanza y trabajaré, desde mi ámbito y con mis medios, para contribuir a precipitar la revolución ideológica necesaria para dar ese salto. Dolorosamente –sospecho- el salto vendrá cuando corrientes venidas del extranjero –porque la humanidad toda va a transitar hacia ese cambio- hagan ver al mexicano –tan esnobista- que ni el neoliberalismo, ni los sistemas democráticos son ya cosas convenientes para el mundo y, sobre todo, que ha llegado la hora de cuestionar nuestra moral, la versión práctica de nuestros principios éticos (eso suponiendo que el problema del mal tiene que ver con ignorancia y no con algo en nuestra naturaleza. De ser esto último, tendríamos ya que aceptar que el malestar, los períodos de crisis, el sufrimiento humano, etc. son una faceta intrínseca de nuestro ser y algo con lo que, entonces, tendremos que convivir -aunque sea en variables dosis- de siempre). Necesitamos otro modelo económico, la invención de otros sistemas políticos y la revisión de nuestra conducta ética; estamos en un punto crítico, en una crisis que demanda de una revisión cabal y sincera de lo que hemos hecho hasta ahora. Es momento de pensar y reflexionar al modo en que lo hacen los filósofos, es decir, radicalmente y desde los fundamentos. No superficialmente. Yo, desde luego, no soy nada ni nadie con autoridad para opinar así, mas lo creo así a partir de mi acercamiento –pequeño todavía- que he hecho a ciertas lecturas que me han estimulado ciertas cavilaciones y, cuando digo todas estas cosas, no es para desdeñar a quienes piensan diverso a mí; es una invitación. Yo no creo que haya alguna persona que posea “la verdad” toda, pero sí pienso que, más allá de nuestros subjetivismos, es posible –a través de la razón- establecer ciertas verdades locales cuya consecución nos podrían beneficiar en múltiples formas. El cambio de paradigma político y económico es, me parece, una de ellas. Muchos pensadores clarividentes y nada extremistas así lo consideran. ¿Por qué a muchísimas personas les cuesta ver ésto?, ¿por qué no entender que no es suficiente con los cambios que, de por sí, son inmanentes a todo proceso dinámico?, ¿por qué no reconocer que estamos en el umbral de un cisma ideológico que podría -de sucederse- hacernos dar un auténtico salto evolutivo y que este cambio requiere algo más que sólo permitirnos fluir en paralelo a las corrientes imperantes? No basta con dejar que la bola ruede, hace falta perturbar su equilibrio.
Voy a concluir con lo siguiente: lejos de toda paranoia, intentando ser una persona analítica, desde mi propia experiencia como semi-activista, etc., miro que –otra vez- se está impulsando una nueva campaña sucia y de descalificación versus A. L. y sus simpatizantes, más agresiva –inclusive- que la de 2006. El link que me mandas y su contenido –de no trascender el mero ámbito del rumor- vendría a ser una muestra de ello. El tiempo se encargará de darle la razón a quien la tenga.
Saludos, Eleutheria.