Unos comentarios sobre MoReNa y la izquierda mexicana*


Más que de amiguismo, Andrés Manuel padece de cierto aristocratismo intelectual, y el problema es que ha sido con dicho aristocratismo en tanto criterio de elección que se han estado seleccionando a los representantes de MoReNa, como ha podido verse en los últimos días. Desde luego, mucha gente está molesta por esto y lo está con toda razón. A mí parecer, sobre este hecho cabría hacer al menos las siguientes consideraciones:

1) Esto no debería de extrañarnos por dos cosas A) La democracia es y ha sido siempre un despotismo-aristocratismo (Kant extendido) y solamente si se fuera muy ingenuo o muy superficial en el análisis, se podría llegar a concluir con convicción que la democracia vaya a ser el medio por el cual la humanidad termine de dotar de una vez y para siempre, a las sociedades postmodernas, de plena igualitariedad entre sus miembros. Esto sucede no solamente porque detrás del proceso de elección de representantes haya un criterio aristocrático para elegirlos, sino porque las democracias de nuestro tiempo son, en realidad, liberaldemocracias, o dicho explícitamente, sistemas políticos funcionales al sistema económico vigente (el capitalismo). Y en el capitalismo la igualdad es imposible porque el capitalismo es un modelo estructuralmente injusto. B) Ya en 2006 este mismo criterio acompañó el proyecto enarbolado por AMLO; no se trata de algo nuevo (pero su “antigüedad”, obviamente, no necesariamente le blinda de críticas, no tendría por qué).

2) ¿En qué momento la izquierda pasó de sostener un proyecto revolucionario, que busca la aniquilación del capitalismo, a sostener como su máximo ideal al socialdemócrata? Y con ello, hacerla de comparsa, de estructura legitimadora del capitalismo y sus desequilibrios (como lo hacen los partidos políticos, como lo está queriendo hacer MoReNa ahora mismo).

3) ¿Qué es la izquierda y cuáles son sus reivindicaciones más importantes? ¿Qué no se supone que las reivindicaciones de la izquierda son de linaje humanista? Hasta tenemos a grandes humanistas como Sartre en el siglo XX, reabasteciendo al marxismo de su razón de ser (y eso por no hablar de los intelectuales de izquierda mexicanos que tanto han enriquecido en ese sentido, el relato de la izquierda), con el propósito de darle esa nota distintiva, destinada a convertirla en una ideología superior a la sostenida por la derecha o eso se pretende. De modo que, con esta premisa en mente, ¿cómo puede concebirse auténticamente de izquierda alguien que no hace suya dicha reivindicación? Y hacerla suya, no nada más es gritarla a los cuatro vientos: es vivirla en la acción. El humanismo entraña una postura ética con tesis fortísimas, entre las que destacan: la asunción de la libertad humana y, por consiguiente, el derecho y el respeto al otro. Si no somos capaces, la gente de izquierda, de dialogar entre nosotros con respeto a quien se tenga de interlocutor, ¿cómo podemos al mismo tiempo sostener dicha ideología? No abandonar la autocrítica, yo creo que esa debiera ser nuestra primera convicción como gente de izquierda, antes que ver robustecido el ego a instancias de los reconocimientos hechos a nuestras personalísimas contribuciones. Quien no quiera reconocer que MoReNa ha incurrido en graves errores (y, desde luego, Andrés Manuel), creo que está faltando un poco a ese principio básico tan necesario y quizá radicalmente definitorio del provenir de la izquierda y su permanencia. Si no sabemos MoReNa para qué (y con esto quiero decir, por qué sería necesario este movimiento y qué lo hace distinto de otros) y si tampoco sabemos cómo, entonces, mejor dejarnos de retóricas infladas de elocuentes pretensiones que bien podrían pertenecer al catálogo de cualquier prontuario de izquierdas de cualquier país.

4) Gente muy inteligente de este país entre los que destacan intelectuales como Héctor Díaz Polanco, Pedro Miguel y otros, encargados de redactar los documentos fundacionales de MoReNa, sostienen que si se opta nuevamente por este camino de la democracia y la posibilidad de hacer de MoReNa un partido político, además de un movimiento ciudadano, es en parte porque las experiencias de izquierda exitosas latinoamericanas recientes, muestran que se ha arribado allí por un camino electoral. Nada más, que yo veo aquí un problema: Queremos los resultados que han logrado otros países de izquierda, pero no asimilamos los procesos (radicales) que varios de dichos países han tenido que librar para llegar adonde están ahora, procesos que llegan a durar del orden de las tres o cuatro décadas. No estoy conminando a esas vías “radicales” (la peor cosa que se puede ser en estas fechas), estoy señalando que a la gente de izquierda de este país, al intelectual de izquierdas, le está haciendo falta obstinarse menos, mirar tantito de lejos su convicción y preguntarse si basta con la ética (el proceder político pacífico, demócrata y muy institucional) para lograr las metas deseadas. A mí parecer, hay un enorme vacío entre los objetivos previstos y los métodos para alcanzarlos (el objetivo es la justicia y la igualdad; el método, la socialdemocracia electoral).

*El escrito se originó por unos reclamos inadecuados que me tocó presenciar en FB.

4 comentarios:

    "¿En qué momento la izquierda pasó de sostener un proyecto revolucionario, que busca la aniquilación del capitalismo, a sostener como su máximo ideal al socialdemócrata?"
    Desde que todas las Revoluciones fracasaron.

     

    No hablo de revoluciones con armas (cabe la posibilidad de que tú tampoco).

    Saludo.

    PD. A veces pienso que todo ha fracasado, ¿no piensas? Es decir, no creo que "el fracaso" (esa manía de medir la eficacia de un sistema en términos de sus input/output), deba ser siempre un criterio de actuación. En muchas cosas se fracasa, pero también hay la costumbre de volver a intentar, hasta hay refranes sobre eso. Claro, volver a intentar por métodos socialdemócratas es menos costoso en vidas —aparentemente— que por otros métodos.

     

    Mija todo es malo.

    Además de que solo queda atestiguar y señalar lo que venga en estos 6 años y los que faltan.



    Lloro en la noches, lloro mucho.


    Saludos.

     

    Fre:

    1. "Todo es malo", ¿porque lo dices tú o porque lo digo yo?

    2. Espero que te encuentres bien en las noches; no es para menos que la gente se sienta deprimida. ¿Sabes? Yo creo que hay distintos tipos de personas y tan válido es que unas personas digan (y supongo sientan) ser felices en el capitalismo, que otras digan y sientan lo contrario. Más que luchar por compensaciones de vida de asalariado, quizá deberías buscar un estilo de vida contrario a ello (yo sé, la bronca es que hasta para eso, se necesita dinero).

    No quiero entrar en un sermón a lo Paulo Coelho —Paulo Coelho por un tiempo será mi desiderátum de la literatura de superación :P—, pero tú sabes que para taponear la fealdad que se produce, tiene que haber, al menos, la misma cantidad de belleza. La vida es hermosa. ¡Ánimo!

    Un abrazo.

     

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