Contra la tristeza

Somos esclavos de la necesidad. No hay nada.

Confieso compartir la idea de nulidad, del sinsentido, de la pura necesidad que a intervalos nos flagela con la ficción del propósito, del por algo pasar todo. Curiosamente, viendo recién este vídeo de Žižek, pareciera él expresar con pasión una postura que comparto. A instancias de esa certeza –la de la nada, la de la falta de propósito– es que es posible acuñar algún propósito y sostenerlo; enarbolarlo con furia, casi con rabia.


Luego, rechazo con esa misma flema el recurso a la disyuntiva. No es esa incomprensión o la soledad; no es ella o la atracción del cese –darte un balazo en la sien, por ejemplo–; no es ella o el desvarío, o la impostura del optimismo, o la de la plenitud. Como si por comprender el sinsentido, estuviera uno condenado a la insensibilidad. Qué estupidez. Estamos que nos caemos de arquetipos.

4 comentarios:

    I do

     

    I do too. That's why...

    ¡Greetings! (or something [hobby]).

     

    Si seria ignorar un gran todo para concentrarse en algo,dar todo ese sentimiento positivo a algo en concreto,un egoísmo?también el amor es destructivo.el amor a los sensatos vuelve insensatos,a los cuerdos locos, a los inteligentes estúpidos..Pero cuantas obras no se han hecho por él?poemas,pinturas, es un caos,difícil de entender estas cosas.

     

    Sigo pensando que el amor es la más sublime cosa que pueda experimentarse en vida. El dolor, la insensatez, la estupidez, y la locura son formas de su manifestación. Por amor, como señalas, se hacen portentos. Y los casos patológicos, no creo que sean tan atribuibles a su potencia como a disfunciones de otro género. Tampoco conjurar su perennidad con apego y gozar de cada una de sus facetas: en su ascensión, en su pasión, en su calma –que es dulzura– y en su declive –si llega– (no es que sepa mucho del tema, pero deseo compartir mi opinión).

    En cuanto a lo otro. Con todo y nuestra ciencia positiva, y el escrutinio del cosmos y las teorías del campo unificado y los avances en química y biología, etcétera, lo cierto es que la percepción de nuestras incidencias –su radio, en realidad– parece manifestar restricciones locales claras. Nos afecta profundamente aquello que ocurre en nuestras cercanías. Vivimos por nuestro entorno, cómodamente en el centro de nuestra vecindad; y otras veces no tan cómodamente. Por eso vale mucho la pena vivir por lo concreto.

    Muchas gracias por el comentario.

     

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