La familia Reyes Salazar y otros hechos

Voy a parafrasearme. Ocurría el cese a Carmen Aristegui cuando se difundía a través de los medios alternativos de siempre el levantón a los Reyes Salazar, allá, en el Norte del país.

Se trata de un hecho –uno más- que abona en el clima de inseguridad y terror que afanosamente EUA, con el permiso y colaboración de la tecnocracia mexicana, ha venido aplicando en México desde hace poco más de cuatro años*. Y si abona es porque, precisamente, logra su cometido: horrorizar a la población. Por ejemplo, mientras leía la noticia, mi mente comenzaba a urdir el evento. Qué tenebrosa sensación se apoderó de mí y qué impotencia.

Coloco aquí un vínculo en donde muy detalladamente se expone la situación de esta familia. Dejo también este vínculo que el propio “Indio Cacama” coloca en su blog. Es Granados Chapa que en su emisión matutina entrevista a Sara Salazar. Aquí.

A propósito, Granados Chapa trata también lo que está ocurriendo en Libia dando lectura a un artículo publicado por la BBC; conviene mencionar que lo comentado allí es bastante disímbolo -y, a mí parecer, sesgado- a lo que se dice en trincheras alternativas como “Antimperialista” o “Telesur” –esta última que ha desmentido el rumor diseminado por las agencias internacionales sobre un supuesto bombardeo a la población civil por parte del régimen libio- o a las propias declaraciones que ha hecho ya Fidel Castro sobre el asunto.

Les decía hace unos días a mis contactos de correo electrónico a quienes enviaba un correo muy sobre asuntos similares en Medio Oriente, que una especulación conformista consiste en suponer que la verdad sobre aquellos países se halla a medio camino entre lo que nos dicen los tabloides oficiales y lo que nos dicen los medios más combativos y radicales. No siendo ni complaciente ni conformista en cuanto a verdad y conocimientos se refiere, mi reflexión más inmediata sería: tomemos los libros, desbaratemos la Historia y sepamos. Ahora que, si se trata de personalmente fijar una postura, la mía es irrecusable: yo me informo a través de medios combativos y radicales. A estos, les creo; a los otros, no.

BBC, CNN, Televisa, Tv Azteca y toda esa gran y muy reputada retahíla, no solamente es productora de distractores embrutecedores de sociedades, no sólo teatraliza la verdad, sino que distorsiona también los hechos, los oculta y, aun, se dedica a la manufactura de mentiras.

En la obtención de tales fines acuden a todo tipo de tretas: editorialización de la noticia –manipuelo- con la colaboración de comunicadores que son o muy estólidos o muy inescrupulosos o ambas cosas, llevar a confusión a las personas aprovechando la superabundancia de información que se genera en la llamada aldea global, uso de la noticia exprés que en cuestión de minutos magnifica un evento para darle muerte horas más tarde y mandarlo, así, al cementerio de la Historia, o –llanamente- mintiendo deliberadamente, engañando al telespectador sin que éste, ni remotamente, pueda suponerlo.

Del último proceder –uno muy regular-, referiré sólo tres casos:


1) La detención de Florence Cassez en 2005, fue parte de un montaje televisivo –confesión de García Luna- hecho a petición de los medios. La supuesta detención de estos supuestos secuestradores habría ocurrido antes de ser televisada. Carmen Aristegui informaba sobre este asunto hace unas semanas. Pínchese aquí.  


2) En el intento de golpe de Estado a Hugo Chávez Frías hacia 2002, actitudes violentas atribuidas al gobierno chavista –por los media de siempre- provenían, en realidad, de la derecha golpista. En este documental, “Teledictadura”, se ofrecen evidencias que respaldan tal afirmación. Aquí.


3) Las imágenes de las fosas de Timisoara, Rumanía, imputadas al régimen de Nicolae Ceausescu y difundidas vastamente por televisoras europeas y estadounidenses en el año de 1990 resultaron ser, en realidad, parte de un montaje cuya utilería se extrajo de morgues y cementerios. Todo esto, por ejemplo, se documenta bastante bien en los siguientes libros: “Patas arriba. El mundo al revés” de Eduardo Galeano, “La Tiranía de la Comunicación” de Ignacio Ramonet y “Guerra Imperial y Desinformación” de Carlos Fazio citando, a su vez, a Ramonet (mi más grande conspiranoia consiste no en declarar todo lo aquí dicho, sino en creer que cuando lo diga tengo siempre que citar “mis fuentes”). La razón que dio origen a este hoax o bulo parece ser una muy obvia: precipitar la caída de los últimos regímenes socialistas de la Europa oriental y desviar la atención de un evento de sustantiva envergadura acaecido también por aquellos días: EUA invadiendo a Panamá por enésima vez.

Un libro que comienzo a leer, abre con la siguiente inscripción:

Desgraciados los tiempos
en los que hay que explicar lo obvio.
FRASE ATRIBUIDA AL CHÉ GUEVARA.

* Que hay otros factores que explican esto, los hay -eso sin duda- y se relacionan con la imposición frenética de una economía de libre mercado.

6 comentarios:

    Sea o no del Ché, la frase es muy cierta. En realidad, el marxismo considera esa dificultad para entender lo obvio -que solo opera en los asuntos que tienen que ver con la explotación y que se da tanto en el explotador como en el explotado- un mal estructural, una ignorancia estructural.
    Por cierto, que un ejemplo del poder de la difusión de mentiras masivas, lo tenemos en el propio Granados Chapa. A pesar de su voluntad de ofrecer una información crítica, como lo demuestra en el resto del programa, él también cae víctima de la propaganda, cuando, al principio de la emisión, se basa en un libro de Javier Cercas para explicar el golpe de estado en España en 1981. Ese libro es mera propaganda del sistema actual, del Rey y de las instituciones.
    Aquí tienes, por ejemplo, una visión muy distinta de los hechos de nuestro compañero José Luis Forneo, junto con un libro sobre el tema, que puedes bajar gratuitamente:
    http://cuestionatelotodo.blogspot.com/2011/02/30-anos-despues-los-golpistas-todavia.html

    Saludos.

     

    Dizdira, si tú no me dices esto sobre España, yo no lo sabría, aunque bien que me lo sospecharía y te agradezco entonces que me pases esta información pues, si bien algo leía en “La Imprenta de Far” sobre el asunto, al hecho mío de ser mexicana y no española le viene muy bien este libro. Yo, en definitiva, tengo bastantes cosas que aprender sobre tu patria (pienso que por las personas, a ciertos países, todavía les queda patria: hablo del mío).

    Ahora que, debo decirte, yo no sé a qué imputar estos descuidos en Granados Chapa y en otras tantas gentes mexicanas que, siendo personas honestas, inciden en tantísimas omisiones. Encuentro que cualquier bloguero de Internet que hace labores de insurgencia mediática, llega a estar más enterado, a hacerse de un espectro informativo mucho más amplio –y con visión menos dogmática- que estos tales analistas (quizá que algunos estén educados en escuelas a lo Princeton –Granados Chapa no- nos ayude un poco a comprender el fenómeno; quizá).

    Te leí en tu entrada sobre Gadaffi. Estupenda. Y, al unísono contigo, todo lo que puedo decir es: seguro que esto no intenta ser un golpe de estado lo mismo que no lo fue en Egipto. Oh por Dios, eso es impensable.

    Y por último, ¿sabes? concuerdo contigo. Hay que aprender a separar los hechos. Que Gadaffi sea o no un tirano no exime al gran capital de su intervención en el asunto; por tiranos o no, el gran capital quiere ser obedecido. Por otra parte, nadie querría estar a favor de un tirano y es triste que se infiera que por denunciar el injerencismo de los de siempre, ello, ergo, te convierta en alcahuete, aliado o tapadera de tiranos.

    Pues, bueno, así anda la inclusión lógica en estos días (¿y yo cómo me atrevo a hablar de la inclusión lógica? Seguramente nunca entendí –no, seguro no- que tal implicación sólo lo es de la verdad del antecedente sobre el consecuente. Nel, yo qué voy a entender esos intríngulis).

    Y ya picada, ¿qué opinas del artículo que sobre el tema Santiago Alba Rico y Alma Allende publicaron en “Red Voltaire”?

    Gracias por comentar.

     

    Estoy segura de que Granados Chapa actúa de buena fe. Dices que tienes mucho que aprender sobre España, pero yo creo que sabes más que la mayoría de los españoles que siguen creyendo que la transición fue modélica y que el rey salvó al país de la dictadura. Para ello se han empeñado a fondo los medios de comunicación durante treinta años, para que el pueblo español viva encantado de poseer una democracia perfecta y un monarca, adalid de la democracia.
    A veces pienso que es imposible encontrar la verdad de todo lo que ocurre en el mundo. Aunque la premisa sea cuestionártelo todo, en ocasiones se cae en un juego de mentiras que ocultan verdades sucesivas al estilo de las matruskas y una corre el riesgo de caer en una paranoia constante.
    He leído el artículo de Alba y Allende, gracias por dármelo a conocer, y lo cierto es que estoy en total desacuerdo, a pesar de mi admiración hacia Alba Rico que ya conoces. La respuesta era tan extensa que lo he publicado en forma de post. La culpa es tuya, je, je.
    Esta noche leeré tu siguiente texto aunque me produce escalofríos toda esta historia de los asesinatos en Mexico. ya te cuento.
    Saludos.

     

    Además de las paranoias que mencionas –de las que yo no escapo-, es muy regular en mí proferir suspiros e interjecciones (¡oh!, ¡ah!, ¡ay!) que expresan el infortunio de saber (creo que ya estoy lista para ser contratada como plañidera profesional). Pero no sólo infortunios nos da el saber y, quizá por eso, tengamos al cuestionamiento como premisa.

    Sobre el cuestionamiento como premisa

    Vivimos eternamente embelesados por los hechos que acaecen en el mundo; casi todo en nosotros es pregunta y sorpresa. Seguramente aprender, cuestionar, indagar nos inflige de gran goce; es una actitud, un modo de ser. Y el goce –creo- radica en la belleza que miramos en los distintos fenómenos del mundo. Somos estetas. Es más, me atrevería a afirmar que para ser un revolucionario se tiene –primero- que ser un esteta. Esto, por dos cosas. Primero, porque esa propensión a querer indagar en todo -arrobados por los hechos y las cosas-, es la misma que te lleva a indagar en los fenómenos –horrendos en contraparte- que se tejen alrededor del neoliberalismo (en realidad, propendemos a reparar en cualquier clase de fenómenos). Segundo, porque amantes de la belleza como somos, queremos desechar y casi extirpar del mundo la fealdad que cosas como el neoliberalismo genera.

    Decía Ernesto “Ché” Guevara de la Serna que al revolucionario lo mueven grandes sentimientos de amor, y yo diría -buscando la generalización- de belleza.

    Por otra parte, casi cualquier acontecimiento de la vida pública es buen filón de acontecimientos amargos y lamentables, de manera que uno no podría dedicarse a estudiarlos todos, son demasiados. Personalmente, creo que varias de las calamidades que en la actualidad nos aquejan son consecuencia del modelo de libre mercado que se viene aplicando en nuestras sociedades desde hace algunos años. Sin embargo, siendo como soy -de ideas radicales-, considero que lo perentorio es atacar a las causas, combatir el origen de los males y no solamente los efectos. Pero el origen –contra lo que se podría suponer que alguien como yo argüiría- no es en sí el neoliberalismo, pues el neoliberalismo ha sido fraguado por hombres y es tolerado por estos. El origen de todas estas calamidades, somos nosotros mismos, los hombres. Todas estas guerras y matazones por petróleo, las hambrunas, la alienación vía los media, etcétera, revelan no otra cosa sino una crisis del hombre, de lo que somos como civilización.

    Y aquí se debate mi espíritu porque no encuentro admisible vivir en una suerte de empíreo intelectual urdiendo teorías que expliquen el asunto, mientras la realidad reclama de soluciones prácticas –así se trate de meros y efímeros parches.

    Solventar toda esta situación requiere de una fuerte conciencia pero, también, de trabajo en la praxis.

    Temas como el de la defensa de la mujer o de los animales o el de los ecocidios, etcétera son, a fin de cuentas, subtemas del neoliberalismo y el neoliberalismo es un tema de hombres. Por lo regular, quienes a estas causas se dedican, son personas con ideas a las que se suele etiquetar como “de izquierda”. Por otra parte, al tratarse de asuntos cuya fenomenología es consustancial a entidades bien concretas del mundo (la mujer, los animales, el ecosistema, etc.), termina ello por aportar elementos adicionales a la problemática que, así complejizada, reclama de un tratamiento aparte. En ese sentido, la gente que se dedica a esas causas hace una gran labor, una muy importante que abona en el trabajo éste práctico que menciono. Lamento –aunque eso ya va para otra reflexión- que en algunas ocasiones lo parcelado de la problemática abordada lleve a tales personas a observaciones parciales de la realidad (dudo que alguien quede exime de esto).

    Me desbordé levemente y pasé de una idea a otra -todas muy breves. Aquí le paro.

    Por cierto, quería decirte que sí, que yo también pienso que Granados Chapa es un buen periodista, uno que actúa bienintencionadamente.

    Te dejo un saludo.

    PD. Voy y te leo en tu entrada sobre Alba Rico.

     

    Ayer leia este post tuyo que me inspiró a realizar el que ya leiste y en el que tan amablemente me dejaste un comentario, ayer se me pasó dejartelo aqui por irme a escribir, pero te comento que lo ocurrido a los Reyes Salazar, solo es una muestra del grado de impunidad que se maneja ya en este país, la señal de la delincuencia es muy clara,¨"Nosotros Mandamos y somos Intocables" lo cual resulta ser absolutamente cierto en tanto que una vez desatados los demonios no hay manera de someterlos, comentaba yo que el gobierno está obligado a administrar TODO, lo bueno y lo malo, no hubo etapa de mayor seguridad en la ciudad de ´México que cuando el negro Durazo tenía el mapa delincuencial en sus manos, la delincuencia es una enfermedad crónica con la que hay que aprender a vivir, hay que aprender a paliar, no la vamos a erradicar en una sociedad primitiva y especulativa como la nuestra, quiza en 500 años (si la humanidad llega)al ser una sociedad cientifica la delincuencia no nos afecte de esta forma tan brutal, pero en tanto eso no suceda, tenemos que diseñar los mecanismos que nos permitan coexistir con ella.
    Te dejo un afectuoso saludo

     

    Ciudadano X, entiendo que cuando dices –ya tú y yo hemos tenido nuestros agarrones por estos asuntos- que la delincuencia es una enfermedad crónica con la que hay que aprender a vivir, estás implícitamente aceptando que todo sistema de dominación posee –consustancial- su cuota de marginados. Y si entiendo eso es porque creo que el ser humano ha vivido períodos de su vida –quizás los menos- sin dicha cuota. Dichos períodos quedan situados, en realidad, en los orígenes, cuando la supervivencia de la especie dependía de la cooperación que los individuos le aportaban al grupo. Claro, no es que hoy día ya no necesitemos unos de otros o que, debido a alguna autarquía individualista e inocua que floreciera en nosotros como cambio evolutivo a lo largo del tiempo, podamos ahora prescindir de la cooperación. No. Lo que en realidad ocurre es que aquel antiguo utilitarismo que resolvía a favor de la cooperación, ha mudado ahora por una autarquía individualista y sí inicua y muy ficciosa –porque ya decir “autarquía individualista” es un abuso del lenguaje- que hace creer al individuo que él solo puede proveerse de todo sin la necesidad –reconocida- del otro (digo necesidad reconocida porque los capitalistas necesitan de poblaciones enteras para amasar sus fortunas sin jamás reconocerlo, por ejemplo).

    Quiero también decir que -en mi opinión- decir “una sociedad primitiva y especulativa como la nuestra”, equivale también a referirse a la sociedad mundial entera porque lo que sucede en México ni es un hecho aislado, ni es algo que suceda sin la intervención de intereses extranjeros, ni es resultado de un proceso histórico en que no hayan participado otros actores además de los nacionales.

    Por otro lado, vuelvo a repetir –como ya lo he repetido varias veces en tu blog-: la delincuencia no opera sola o, más precisamente, urge actualizar el término: delincuencia incluye a mandatarios, gobernantes, intereses internacionales o supranacionales que trascienden fronteras y –claro- a una sociedad inmersa en la anomia. Entonces, cuando la delincuencia dice –como tú sugieres- cosas como "Nosotros Mandamos y somos Intocables" es porque –antes- ya mandatarios, gobernantes, intereses internacionales o supranacionales y esta sociedad inmersa en la anomia hicieron –hicimos- lo propio para que tal mensaje pudiera ser enviado. Eso pienso.

    Te saludo afectuosamente,
    Eleutheria.

     

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